
El juego de ayer de nuestra selección salvadoreña contra la selección costarricense lo vi y pude apreciar que esta “Selecta” es una de las mejores que hemos tenido en muchos años.
Hubo algunos errores; pero también hubo muchas jugadas buenas. He aquí algunas:
El casi gol de Cristian Castillo “de chilena” fue realmente espectacular.
El casi gol de Eliseo Quintanilla, que los ticos sacaron de adentro de las redes de su meta. Fue lo que llamaron los comentaristas deportivos “el gol fantasma”.
¿Y qué me dicen del casi gol que se le pasó a Montes y que de una manera oportuna y afortunada fue evitado por Mardoqueo?
Pero por supuesto que lo que hizo vibrar a todo el estadio Cuscatlán y a todo El Salvador fue el buen manejo del balón y el bellísimo gol que hizo el joven Corrales al minuto 90. Por un momento los salvadoreños fuimos UNO SOLO y sentimos al unísono la misma contagiante alegría.
Hay dos protagonistas que contribuyeron al triunfo: el entrenador Carlos de los Cobos y la afición salvadoreña que le dio ese calor y esa fidelidad a la selección, como sólo lo sabemos hacer los nacidos en el “Pulgarcito de América”.
Los salvadoreños, que vivimos entre tanta pobreza y tanta violencia, les agradecemos a los muchachos de la selección de fútbol por darnos estos golpes de felicidad que tanto necesitamos. Gracias, muchachos.
Óscar Perdomo León
Post data: Gracias, Mariana Soledad, por ayudarme a recordar los nombres de nuestros seleccionados.