A raíz del juicio por difamación de Johnny Depp contra Amber Heard, se nos presenta la oportunidad de hacer reflexiones en varios sentidos, especialmente en cuanto a las relaciones entre el hombre y la mujer, pero yo me quiero enfocar en la cuestión social.
Como todos nos hemos enterado ya, quien sufría violencia doméstica no era Amber, sino Jhonny.
Y en este momento el infame silencio del movimiento feminista Me Too es realmente cínico. ¡Cómo fueron de ruidosas cuando lincharon a Depp en las redes sociales, y sin tener pruebas!
Ahora suena muy ridícula la frase «yo te creo, hermana», ¿verdad? Es que desde el momento en que se toman declaraciones a la denuncia de una mujer y se inician las investigaciones, ya se le está creyendo. Es lo legal y lo justo. Y es lo que se debe hacer también si es un hombre el que pone una denuncia. Y que sean entonces unas investigaciones serias las que prueben si el denunciante está diciendo la verdad o no. Por eso mismo no tiene sentido lo que llaman «perspectiva de género».

Tuvo el movimiento Me Too que arruinarle la carrera a un talentoso actor y un hombre bueno para que se entendiera lo obvio: 1-La violencia no tiene género. 2-La presunción de inocencia es parte vital de una sociedad civilizada.
Por eso digo hoy y aquí que este es buen momento para que el movimiento Me Too pida unas disculpas inmensas a Johnny Depp y al mundo entero. ¡Exijo una disculpa pública! Y este es un buen momento también para que las feministas reconozcan su equivocación y que acepten además que no están oprimidas por ningún ente intangible e invisible llamado «patriarcado».
Con respecto a mí, hoy puedo decir que no me equivoqué al haber mencionado a Jhonny Depp en mi libro (publicado en junio de 2021) Los senderos del jardín.

UN REGALO. Aquí abajo les dejo a Johnny Depp cantando, junto a Jeff Beck, una canción de John Lennon.
ISOLATION.
Jeff Beck and Johnny Depp.
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