Beatriz fue una paciente salvadoreña con Lupus eritematoso sistémico y que estuvo embarazada en dos ocasiones. ¿De qué trata el caso Beatriz y por qué es tan importante? Los grupos pro-aborto lo están usando para conseguir que se legalice el aborto en El Salvador.
Les dejaré aquí tres videos.
En el primer video Agustín Laje explica el caso Beatriz.
En el segundo, se analiza la audiencia pública del susodicho caso en una corte de San José, Costa Rica, que se realizó los días 22 y 23 de marzo de 2023.
Y el tercero trata de un caso relacionado, también salvadoreño. Es el caso de un infanticidio que lo trataron de hacer pasar como un caso de negación de aborto, todo explicado magistralmente por Lupe Batallán.
Es importante hacer notar que el 24 de abril será la audiencia final del caso Beatriz-Ab*rto y luego la corte se tomará unos meses para dar su veredicto.
CASO BEATRIZ-AB*RT0 | AGUSTÍN LAJE
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¿QUÉ PASÓ EN LA CORTE EL 22 Y 23 DE MARZO? CASO BEATRIZ | AGUSTÍN LAJE
Me he encontrado con un canal de YouTube que se llama Mariela Investiga, en donde se narran casos de crímenes famosos de El Salvador, entre asesinatos, corrupción y secuestros.
Les comparto aquí los vergonzosos casos de tres presidentes salvadoreños: Francisco Flores, Tony Saca y Mauricio Funes.
Cuando pienso en la gran cantidad de muertos que se originaron a partir de la guerra civil en El Salvador, no puedo dejar de sentir una sensación de lástima y de decepción. ¡Tanta sangre derramada para tratar de erradicar la pobreza! ¡Tantos corazones puros entregados a la ilusión de un mejor El Salvador! Y ver ahora a nuestros gobernantes totalmente distantes de las necesidades del pueblo, tan indiferentes a la justicia y a la búsqueda de engrandecer a nuestro pequeño país…
Ojalá que el nuevo Presidente, Nayib Bukele, que tomará posesión en unos meses, le dé un giro importante al ambiente político.
«Los revolucionarios que matan para castigar la discrepancia, son tan criminales como los militares que matan para perpetuar la injusticia.»
Eduardo Galeano.
Estamos en mayo, mes de Roque Dalton.
Y es que Roque nació un 14 de mayo y fue asesinado un 10 de mayo. Y en el 2013 la Asamblea Legislativa salvadoreña declara que el 14 de mayo de cada año se celebrará el “Día Nacional de la Poesía”.
Por eso esta semana les ofrezco la sugerencia de ver aquí en mi blog un documental muy interesante.
«Fusilemos la noche» es un largometraje documental de 2013 dirigido por la periodista, activista política y cineasta austríaca Tina Leisch, que trata sobre la vida de Roque Dalton (14 de mayo de 1935 – 10 de mayo de 1975), uno de los poetas más sobresalientes de El Salvador.
El título del documental se deriva precisamente de un poema de Dalton que se llama «Aída fusilemos la noche», el cual les dejo más adelante, antes del avance de la película.
El documental empieza con la lectura de algunos fragmentos de algunos poemas de Dalton, los cuales se van intercalando en el trascurso de la historia. Un detalle que le pone mucha belleza al largometraje y que además motiva la imaginación, es presentar a cada momento fotografías de Roque, de gran tamaño, en los lugares adecuados y junto a las personas que cuentan cosas del poeta.
Pero la parte medular de la película se centra el los testimonios de quienes conocieron a Roque Dalton y además en su vida, la cual se va llevando por partes y por supuesto tomando en cuenta los diversos sitios geográficos en que vivió Dalton, iniciando con El Salvador 1935-1960. Luego sigue con Cuba 1961-1962, El Salvador 1963-1964, Praga 1964-1967, Viena 1967, Cuba 1968-1973 y El Salvador 1974-1975.
Entre los que lo conocieron y cuentan sus anécdotas y recuerdos sobre Roque están: Víctor Hugo Iraheta, Luis Domínguez Parada, Manlio Argueta, José Roberto Cea, Eliza Meza Romero, José Napoleón Rodríguez Ruíz, Aída Cañas de Dalton, Breny Cuenca, Eduardo Badía Serra, Roberto Fernández Retamar, Eraclio Zepeda, Míriam Chichay, Carlos Jurado, Ricardo Castrorrivas, Henry Ruiz, Ernesto Cardenal, Jorge Dalton, Rafael Moreno, Nina Serrano, Mirta Ibarra, Régis Debray, Rogelio París, Guillermo Rodríguez Rivera, Fernando López Junqué (Chinolope), Esperanza Rodríguez Piñero, Tirso Canales, Eduardo Galeano, Santos Lino, Saúl Mendoza, Porfirio Hernández, Eduardo Sáncho, Juan José Dalton, entre otros.
Tina Leisch.
Es también muy interesante la explicación que da Marco Hernández sobre el contexto político en el momento en que Dalton regresa a El Savador en 1973, así como la visión que nos ofrece de cómo estaba conformado el grupo clandestino ERP (culpable del asesinato de Dalton).
El día del estreno del documental en el MUPI. De izquierda a derecha: el cineasta Jorge Dalton (hijo del poeta Roque Dalton), Carlos Henríquez Consalvi (director del MUPI) y Tina Leisch.
Es realmente necesario que este documental sea visto por los salvadoreños. Ojalá que en un futuro no muy lejano pueda ser exhibido durante varias semanas en los cines del país, y en las escuelas y bachilleratos de todo el territorio salvadoreño.
De Jorge «El Mágico» González se han hablado muchas cosas; pero una cosa en la que todos coinciden es que Jorge ha sido uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo. Este día quiero en mi blog hacer mi homenaje particular al «Mágico» y decir que me siento honrado de tener a un compatriota genio del fútbol.
Me siento obligado a confesar que no me considero un gran aficionado del fútbol; pero por supuesto de vez en cuando veo uno que otro juego en la televisión. He ido unas cuantas veces al estadio en todo mi vida y puedo agregar que generalmente veo los juegos que cada cuatro años presentan a los mejores equipos del mundo.
Al «Mágico» lo vi en persona hace tiempos corriendo en las afueras del estadio Cuscatlán y no me aguanté las ganas de gritarle: «Mágico», a lo que él me respondió con un saludo de la mano y una sonrisa.
Muchos años después, fui al estadio Jorge «Mágico» González (antes conocido como estadio «Flor Blanca») a ver el juego de despedida profesional de Jorge. (Recuerdo que me acompañaba una amiga irlandesa que había venido a conocer El Salvador.) Sin embargo, tuvo Jorge muchos otros juegos después de eso, como algunos para recolectar fondos para alguna institución de caridad o el juego que tuvo junto a Maradona cuando éste vino a El Salvador.
Para quienes no lo hallan visto, los dejo, pues, con el video de la ceremonia en donde «El Mágico» fue incluido este año como el primer centroamericano en entrar al Salón de la Fama del fútbol.
Siempre quise hacer un vídeo musical en donde se pudiera, en un par de minutos, contar una historia de amor. Recuerdo que en los años ´80 del siglo pasado me entusiasmaba mucho mirando el vídeo de la canción «Take on me» (del grupo noruego a-ha). Así que hacer «Arenas del desierto» fue para mí un gran placer.
El vídeo lo co-dirigí con Érika y también nos encargamos juntos de la iluminación; pero también nos repartimos otros trabajos: ella se encargó del vestuario y el maquillaje; y yo de la cámara.
La primera vez que Arecio De León me invitó a su casa para escuchar «Arenas del desierto» quedé impactado por la belleza de la melodía, la armonía y la interpretación habilidosa de las guitarras. Realmente él y Guillermo Echeverría son dos talentosos músicos.
Casi al mismo tiempo que la escuchaba, empecé en mi mente a maquinar la idea para el guión del vídeo, el cual después lo terminé junto a mi esposa Érika.
Soledad Guardado quedó perfecta en el papel que se le asignó. Su belleza y juventud brillaron en la actuación.
Saúl Alfaro y Óscar Perdomo León, leyendo el guión antes de rodar.
Érika Valencia-Perdomo vistiendo a Romeo Teos para la caracterización del padre de familia.
Mostrando a los actores la manera de hacer la escena del beso (a ellos les quedó mucho mejor que a nosotros). Saúl y Soledad observan divertidos.
Saúl Alfaro, quien aparece pintando en el vídeo, es realmente un artista visual, recientemente graduado de la universidad.
Algunas de las tomas las hicimos en el parque de Guacotecti.
Trabajar nuevamente con Romeo Teos (cuya verdadera profesión es la de anestesista) fue un placer, ya que su compromiso con la actuación es genuino.
Sin más palabras los invito, pues, a mirar el vídeo de la canción de rock «Arenas del desierto»:
Si no lo pueden ver en Vimeo, lo pueden hacer en YouTube:
Texto:
Óscar Perdomo León
Fotografías:
Daniela Guardado
Beatriz Perdomo Pacas
Soledad Guardado
Érika Valencia-Perdomo
Créditos del video musical:
Guión, edición y dirección:
ÉRIKA VALENCIA-PERDOMO y ÓSCAR PERDOMO LEÓN
Actores:
SOLEDAD GUARDADO, SAÚL ALFARO, ROMEO TEOS y DANIELA GUARDADO.
Después de una espantosa tragedia, a muchas personas se les amarga el corazón. Pero este no es el caso de Antonio Pereira, sobreviviente de la mayor masacre perpetuada en Latinoamérica, conocida como Las Masacres del Mozote, porque ocurrió en la zona del cantón El Mozote, perteneciente al departamento de Morazán, El Salvador. Sin olvidar su dolor, sin perder consciencia de su desdicha, Antonio aún sonríe. Algo esperanzador, en verdad.
La guerra civil salvadoreña dejó una estela de terror, escrita con sangre de gente inocente, especialmente de civiles (entre ellos mujeres, niños y ancianos) pertenecientes a la franja rural del país. Esta masacre fue ejecutada por el Batallón Atlacatl de la Fuerza Armada salvadoreña los días 10, 11 y 12 de diciembre de 1981.
(La pérdida de valores y la descomposición social que enfrenta en el presente El Salvador tiene algo de su origen en la crueldad del conflicto armado, y en otros muchos factores, por supuesto.)
En sólo aproximadamente 20 minutos este corto les muestra un panorama sombrío que se trató de ocultar por muchos años y por cada uno de los gobiernos de turno, a pesar de las notas periodísticas que en enero de 1982 ya habían hecho sobre este caso Raymond Bonner del New York Times y la mexicana Alma Guillermo Prieto, cuyo artículo apareció en el Washington Post. Sin embargo, en 1992, con la acertada intervención y las excavaciones del Equipo Argentino de Antropología Forense, ya no hubo duda del terrible acontecimiento.
Seleccionado como uno de los documentales que irá a exhibición y a representar a El Salvador en el Ícaro centroamericano, este cortomeraje realizado por Bernat Camps Parera, Daniel Valencia y Marcela Zamora Chamorro, recoge los testimonios de algunos de los sobrevivientes de esos crímenes de lesa humanidad.
Realizar SOLEDAD ha sido una aventura muy bonita para Érika y para mí. La idea original la concebimos hace aproximadamente unos once meses, a partir de un pequeño escrito que publiqué en mi blog personal, y hace ocho meses empezamos a trabajar en el guión. Si la idea original fue: “me estoy haciendo viejo”, pues la verdad esa idea inicial, aunque se conservó, se modificó en cierta manera y se le agregaron muchas más ideas.
Lo interesante de este proyecto para nosotros son tres cosas principalmente:
1- Las actuaciones de Stefany Escobar (en el papel de Soledad), Ricardo Flores y Mariana Guardado Valencia, nos han dejado un gusto muy gratificante en nuestros corazones.
2-La experiencia de realizar un corto de ficción, en cierta manera experimental, nos ha dado una felicidad que no esperábamos; la verdad nos sentimos muy contentos con el resultado final.
3- Y finalmente, el estímulo de la creatividad; todo: el guión, los escenarios, los actores, la música, el vestuario, etc., se fue enriqueciendo día con día. Las precariedad económica con que se hizo nos obligó a sacar provecho de las cosas que son gratis en la vida, como el viento y el sol…
Soledad es un monólogo casi existencialista, cuyo final se narra únicamente con imágenes y música.
Sin más palabras, pues, he aquí el cortometraje SOLEDAD:
Texto:
Óscar Perdomo León
ANEXO. Me he alegrado mucho al leer las reacciones que ha generado nuestro cortometraje. Mil gracias a las personas que se han tomado el tiempo de ver el corto Soledad y de reflexionar sobre él. Mil gracias a todos los que nos han felicitado. También acepto cualquier crítica constructiva. Además, es lógico esperar que no a todo el mundo le guste el corto.
He aquí algunos de los comentarios sobre el cortometraje Soledad.Se los dejo casi textualmente como los escribieron.
Pabela Lake: “Oscar… han demostrado que el cine es también poesía, desde el texto hasta las imágenes, me han llegado muchísimo!! Un aplauso para Oscar y Érika y por muchos más cortos tan gratificantes como este. Enhorabuena!”
Milton Moreira: «vi su corto metraje. creo que hay que seguir buscando un estilo propio, en el entorno y con los recursos disponibles. Buen esfuerzo.»
Antonio Turcios: “No habia podido ver el corto hasta hoy. Me gusto mucho la fotografia, las escenas, muchas de ellas son como poesia visual y de plano muestran la riqueza de colores y vida en nuestro paisito. Las lineas o script fue muy bueno, la narracion en buen matrimonio con las escenas, la musica de plano fue espectacular y las actuaciones, sobre todo de Soledad. Lo unico que si no estuve tan cierto fue del final, pero de plano…fantastico trabajo. No es facil hacer un filme, es facil decir es bueno o no, pero parir uno, hacerlo de la nada….trabajo duro y muy bien hecho.”
Carolina Valencia Uribe: «Me parece conmovedor, intelectual y profundo.Lleno de todas las riquezas y del colorido de nuestros pueblos en El Salvador.Como siempre mi admiración y respeto por todo lo que hacen, queridos Erika y Oscar. Muy lindo corto, me gustó y me sentí conmovida…»
Laura Bodin: «Gracias, Oscar y Erika, por haber realizado esta obra de tan iluminada inspiración creativa. Estoy tan orgullosa de ustedes! Cuando me sienta sola en estas tierras lejanas, aqui encontrare, en este poema visual, intitulado «Soledad», alivio y sustento para seguir, día tras día, implacablemente hasta el final.»
Cuando escucho la música del cantautor Mauricio Callejas lo primero que se me viene a la mente es que es muy salvadoreña. Sus acordes, en un sentido subjetivo, me lo dicen, pero especialmente sus letras. El caso más emblemático quizás sea su canción Mágico, extraída del álbum homónimo; es una delicia escucharla : «Sos un mágico rincón/ de izote y torogoz..»
A Mauricio el amor por su país se le sale por los poros. Y esta vez ha venido a El Salvador, porque desde hace unos años vive en Austin, Texas, y nos ha traído un nuevo y maravilloso álbum: Helado Pop. Es su tercer álbum y su sonido es fresco, variado y atrayente. Lo presentó hace poco en Santa Tecla.
Helado Pop se titula también el primer tema del álbum y el nombre se debe a un juego de palabras con doble sentido.
Puedo notar que Helado Pop tiene un sonido musical muy diferente a Mágico, lo cual es bueno, porque se ve que Mauricio está enriqueciendo su obra musical. Las letras suenan también diferentes y tratan de diferentes tópicos, entre ellos hay algunos que hablan de romance y otros tienen un sentido social. En sus ritmos hay desde una bachata, pasando por baladas muy bien elaboradas, por la cumbia y el rock, hasta el son y la trova latinoamericana. Hay que decir también que el grupo musical que lo acompaña tiene una gran calidad de interpretación.
Tuve la oportunidad de dialogar un rato con Mauricio, quien me contó algunas anécdotas y pequeños secretos de su nuevo álbum. Entre otras cosas, me dijo que se había tardado ocho meses en la preparación de este álbum, sin contar el tiempo de la creación de todas las canciones, las cuales fueron compuestas por él mismo, excepto la última del álbum (La contestadora), que fue co-escrita junto a su esposa Teresita Ramos (y quien canta en aquélla la primera voz).
Contraportada del álbum Mágico.
Me contó que su guitarra favorita es con la que sale fotografiado en el álbum mágico, porque se siente muy cómodo con ella y es con la que compone. Sin embargo, a la hora de grabar usó la guitarra de cuerdas metálicas con la que aparece fotografiado en la portada de Helado Pop.
Música nueva. Buenas noticias para los melómanos.
Los invito a ver y escuchar un fragmento del álbum Helado Pop.
Gracias a la actuación, adaptación y dirección de Leandro Sánchez Aráuz, la obra Marx ha vuelto, se está presentando en el teatro Luis Poma de San Salvador. La pieza teatral está basada en Marx in Soho, escrita en 1999 por el historiador Howard Zinn (1922-2010). La adaptación de Leandro es bastante adecuada a la realidad salvadoreña. Es una comedia deliciosa a la que no le faltan el drama y la profundidad humanas.
Todo inicia cuando a Carlos Marx se le concede en el más allá el permiso de regresar a la vida durante un breve período de tiempo; pero por un error de la burocracia celestial en lugar de regresar a Londres, donde vivió exiliado durante tantos años, aparece en El Salvador.
Leandro se posesiona del escenario. Hay que reconocer que no es fácil mantener atento a todo un público a través de un monólogo por más de una hora. La obra se aleja del panfleto gracias a la profundidad humana que se le imprime al personaje, así, contiene fragmentos humorísticos, reflexivos y de intimidad familiar; podemos ver a un Marx que ha bajado del alto pedestal en donde lo habían puesto algunos, o podríamos decir que ha emergido de la honda tumba en donde lo habían enterrado para siempre otros. Es un Marx más humano, más cercano a la cotidianidad hogareña; pero sin perder su erudición y su pasión por la escritura y por la economía política.
Es interesante verlo conversar con sus hijos o con su amada esposa, Jenny de Westfalia. Su amistad con Engels, el único amigo que no lo abandonó en los momentos de más dura pobreza, se refleja tambiénen varios aspectos.
Vale la pena ir a ver esta puesta en escena, por la gran actuación de Leandro, así como por el contenido en sí de la obra, porque nos hace meditar sobre las cosas que ocurren en el mundo y sobre la tergiversación de las ideas de Marx que por tanto tiempo han ejecutado muchos. Marx no era marxista, era un hombre con la mente abierta a quien le disgustaban los fanáticos. Además, la comicidad del personaje les va a encantar, las risas estarán presentes de principio a fin.
Leandro Sánchez Aráuz, mientras es ovacionado por el público.
Les recomiendo ir a ver Marx ha vuelto. Es una obra que no los va a decepcionar.
La últimas presentaciones serán el 26, 27, 28 y 29 de julio.
“Ya empezamos a rodar” suena muy grande: no hay gran presupuesto, no hay grandes luces, ni poses de divas, ni grandes cámaras. En realidad hemos empezado a filmar con una diminuta cámara handycam el vídeo que será nuestro próximo cortometraje. Aclaro que todo esto lo hacemos como aficionados y no como profesionales del cine, que no lo somos. Sin embargo, no nos sentimos, ni Érika ni yo, disminuidos por eso. Al contrario, las dificultades que enfrentamos son un reto para tratar de mejorar y aprender. Sabemos que tenemos lo esencial: un guión, los actores, la confianza en nosotros mismos y un entusiasmo a prueba de tormentas y desiertos.
Érika y yo sólo somos un par de médicos enamorados del cine, de su lenguaje, de su magia…
Y juntos, estamos co-dirigiendo y encargándonos, asimismo, de mil cosas más.
Rodando en Nuevo Edén de San Juan, San Miguel.
Los actores principales son Stefany Escobar y Ricardo Flores.
Este cortometraje, cuyo nombre será SOLEDAD, es muy especial para Érika y para mí. Desde que hicimos Una mirada rebelde (con el dispositivo de vídeo de un teléfono celular), pasando por Panchimalco y su iglesia Panchimalco y su iglesia, entre otros, hasta Rodolfo Góchez, escuchando al poeta, sólo hemos realizado documentales; pero esta vez, este guión es el primero de ficción que hemos escrito juntos.
Como aficionados al cine y al vídeo, disfrutamos mucho este juego de la búsqueda de locaciones, la dirección de actores y la edición, por mencionar algunas de las actividades relacionadas con la realización de un corto. Planificamos, pensamos, nos inventamos nuevas escenas, nos mantenemos en fin activos y creativos, nos sentimos con la vida a flor de piel.
Érika maquillando a Ricardo.
Además la música original que llevará este trabajo, y que es muy sencilla, por cierto, ya la he compuesto y sólo falta retocar algunos pequeños detalles de la grabación.
También ya se realizó la sesión de grabación de la voz en off de “Soledad”, interpretada por Stefany.
Stefany, guión en mano, grabando la voz en off. (Me gusta su camiseta de los Cuatro Fabulosos de Liverpool).
Esperamos relativamente pronto mostrarles en este mismo blog o en LA ESQUINA DE ÉRIKA Y ÓSCAR el resultado final de este cortometraje para compartir ideas y emociones, ya sean positivas o negativas, que puedan surgir de él.
Los dejo, para finalizar, con un avance del cortometraje SOLEDAD.
Texto:
Óscar Perdomo León
Fotografías:
Mariana Soledad Guardado Valencia
Érika Valencia-Perdomo
Este avance fue publicado originalmente en LA CINERATA .
Ese dolor inmenso y llorar así de golpe por la noticia inesperada de la muerte su amigo Virgilio, llevaron al Conde a un viaje veloz hacia su niñez, hacia los primeros días de antes y después de esa otra muerte que lo había golpeado fuerte en la vida: la muerte de su padre.
Unos días antes, su padre había sido ingresado en el hospital y el Conde, que apenas tenía 8 años de edad, se la pasaba por las noches acostado mirando el techo y lloriqueando como una esponja exprimida, porque, aunque nadie se lo había dicho directamente, sabía -o intuía- que su padre tenía una enfermedad grave. Era un hombre joven de apenas 33 años de edad que, estando en aparente buen estado de salud, había caído de pronto inconsciente al suelo, después de una terrible y repentina cefalea.
Mientras miraba las manchas en las paredes, el Conde recordaba cómo unos días después su tío Rodrigo le había mentido diciéndole que lo llevaría al hospital a ver a su padre. «Pero antes vamos a pasar a hacer un mandado», le había dicho su tío, mientras el teatro, la alcaldía y la catedral veían al hombre y al niño atravesarse el parque.
Al doblar una esquina, después de caminar un par de calles, vio la funeraria y a toda esa gente de luto. Entraron sigilosamente. El ambiente parecía brumoso. El Conde y su tío voltearon la mirada al escuchar un llanto… Era la mamá del Conde sentada en un extremo opaco. Luego vieron el ataúd al fondo. El Conde presintió lo peor. No quería creerlo y sólo quería salir corriendo para cualquier lugar que no fuera la funeraria; pero sabía que la realidad no desaparecería alejándose de ella, así que se acercó lentamente al féretro. Cuando ya estaba frente a él, alguien lo tomó en brazos y lo levantó, como para que se convenciera de lo terrible, de lo amarga que puede ser la vida a veces, y entonces pudo ver a su padre. Estaba con los ojos cerrados, acostado, vestido de saco y corbata, con un color pálido tenebroso en la piel y unos algodones tapando cada una de las fosas nasales. Esa impactante imagen y esos cortos segundos quedaron grabados en su memoria para siempre.
Después de eso, los recuerdos se volvieron nebulosos en la cabeza del Conde. Sólo recordaba que a continuación del sepelio, él y su familia pasaron varios días hospedados en la casa de su tía Teresa (esposa de su tío Rodrigo), porque ella pensaba que era una manera de dar apoyo a su hermana que se había quedado viuda y con dos niños pequeños. Su casa era grande y espaciosa y les había asignado un dormitorio con dos camas, en donde el Conde, su mamá (Margarita) y su hermano Hernán se sintieron de alguna manera reconfortados.
Margarita estaba desconcertada con la muerte de su esposo y parecía estar como en un limbo soñoliento de donde no alcanzaba a aterrizar los pies sobre el crudo escenario de la vida o era tal vez que la realidad la había jalado tan fuerte y bruscamente hasta el suelo que el golpe la había dejado semiinconsciente. Lo cierto es que se le veía derrumbada, afligida y desconsolada. Por eso su hermana Teresa no dudó un solo instante en pedirle que se quedara unos días con ella hasta que se sintiera un poco mejor. Y en verdad que mejor, lo que se llama “mejor”, no se sintió, a pesar de que los días pasaban y pasaban; pero Margarita sabía que al final tenía que regresar a su casa. Así que después de una larga semana hizo las maletas y tomó rumbo hacia el que entonces se había vuelto un incompleto espacio llamado hogar. Ese fue un día inolvidable, tristemente sentido para el Conde. Cuando su hermano, él y su madre llegaron a su casa, se quedaron mirando la fachada, como queriendo reconocerla, como adivinando que ya no era la misma casa que había albergado a una familia feliz.
Entraron por fin a su morada. Todo estaba oscuro y polvoriento. Había sobre el suelo del corredor un montón de restos de capulines dejados por los murciélagos nocturnos. Las telarañas oscilantes en los ángulos de las paredes se habían adueñado de la vivienda. El ambiente era sombrío y la casa estaba silenciosa y solitaria. Caminaron juntos, casi con el mismo ritmo. De pronto, al ver la penumbra, su madre se detuvo y abrazó a los dos niños y rompió en llanto. El Conde y su hermano se refugiaron en el regazo de la angustiada mujer. El Conde intentó decir unas palabras que quisieron dar alivio a su madre, pero se le quedaron aglomeradas y atascadas en un grueso nudo de la garganta. Margarita, vestida de luto completo –el cual usó durante todo un año-, estaba inconsolable, llorando sin reparos, con lágrimas y lamentos, como si intentara sacar todo el dolor que llevaba adentro.
Eran más o menos las cinco y media de la tarde y el sol rojo, en el horizonte lejano, crispaba en agonía…
Pacientes con insuficiencia renal, esperando su turno para someterse a la diálisis peritoneal.
Este fin de semana que pasó fui al Museo Tecleño (Santa Tecla) y me encontré con varias exposiciones interesantes; pero hubo una que me impacto mucho: «El maravilloso mundo del Rosales», fotografías tomadas por Mauro Arias.
Lo primero que debo aclarar es que las fotografías que presento aquí son fotos que yo tomé a las fotos de la exposición, he allí la explicación de que su nitidez no sea tan buena y que haya algunos errores de iluminación en ellas.
El Rosales es el principal hospital de El Salvador, por ser uno de los máximos centros en recibir referencias desde todo el país, ya que cuenta con las especialidades de Medicina Interna, Cirugía y muchas de las sub-especialidades que de ellas se derivan.
Mesita que sirve para poner medicamentos.
Al inicio de la exposición hay una lámina que textualmente dice: «Los número hablan por sí solos: 4,200 cirugías, 5,800 emergencias, y casi 30,000 consultas al año, convierten al hospital Rosales en el más importante de El Salvador. E igual de importantes son las carencias, deficiencias u obstáculos que enfrentan usuarios y personal del centro capitalino.»
Estas imágenes del hospital Rosales no me son del todo extrañas, pues durante mis años de estudiante de Medicina conocí los pasillos principales, los Servicios de Medicina, Cirugía, Ortopedia, Urología, etc. y casi cada rincón de ese nosocomio.
o
Pacientes mientras esperan consulta, descansan sentadas en unas cajas que contienen sueros.
Una colchoneta vieja y rota sirve de almohada para este carrito.
Silla de ruedas «reparada».
¿Tienen ustedes alguna sugerencia para el Ministerio de Salud?
Hugo Lindo (1917-1985) fue novelista, poeta, abogado y diplomático salvadoreño. Este día quiero presentar un programa de radio grabado en el año 2005 y realizado como un homenaje al gran escritor cuscatleco. Y para concretar el homenaje escogí su libro «Maneras de llover».
«Maneras de llover» es un libro de poemas publicado por primera vez en España en 1969 y la segunda edición la hizo en El Salvador la Dirección de Publicaciones en 1982.
Este programa lo disfrutarán los amantes de la poesía; pero también los que gustan de la música, porque en pequeños intermedios, podrán escuchar algunas composiciones de Branford Marsalis, Silvio Rodríguez, Rubén Blades, Antonio Carlos Jobim y Café Tacuba.
Hace muchos años estaba yo leyendo «Luz Negra», de Álvaro Menen Desleal. Llevaba una lectura muy lenta porque en realidad lo que ocupaba casi todo mi tiempo -del día y de la noche- eran mis turnos como médico de cierto hospital. Un día me mandaron a cubrir la Torre Oncológica. La noche anterior había terminado por fin de leer esa gran obra de la dramaturgia y todavía Goter y Moter andaban sonando en mi cabeza. Subí por el ascensor de la Torre y al llegar al tercer piso, me encontré, para mi sorpresa, que uno de los enfermos ingresados era nada más ni nada menos que Álvaro Menen Desleal. Intercambié unas breves palabras con él, le pregunté si tenía dolor y me dijo que no. Aunque se veía que no se sentía bien, se mostró optimista y me regaló una sonrisa. Luego me alejé para dejarlo descansar y me pasé varios días pensando en eso…
II
Años después me pasó otra coincidencia cuando terminé de leer «Hacer el amor en el refugio atómico», también de Álvaro Menen Desleal. Me sentí muy conmovido por el trágico final de la obra, ese que Menen Desleal rodeó y salpicó muy bien con la música del cuarto movimiento de la «Novena Sinfonía» de Beethoven; la verdad es que mi emoción era tanta que hice un gran esfuerzo para no llorar. Respiré profundo, después me levanté de mi asiento y me fui directamente hacia mi carro, para ir a hacer una diligencia. Todavía conmocionado por el libro, al subir a mi vehículo, encendí la radio y sintonicé, como casi siempre, el 103.3 F.M. Por extraña coincidencia en ese preciso momento estaba sonando el cuarto movimiento de la «Novena Sinfonía». Entonces la intensidad y la belleza de la música fueron tan grandes y se mezclaron con las palabras escritas por Menen Desleal que aún venían frescas en mi mente, que ya no pude contener mis lágrimas…
III
Hace muchos años, entre 15 y 17 años más o menos, viví en la colonia Los héroes de San Salvador; una muchacha muy bonita vivió también allí, sin embargo nunca nos encontramos a pesar de vivir sólo a unos cien metros de distancia. Esa muchacha estudiaba Medicina, lo mismo que yo. Nunca la vi en la Universidad ni en ningún hospital. Esa muchacha había nacido el mismo día, mes y año que mi hermana menor. Esa muchacha tuvo dos hijas, al igual que yo, y su primera hija nació en 1995, el mismo año en que nació mi primera hija. En el año 2001 esa joven tan cercana a mí y tan lejana al mismo tiempo, se divorció, el mismo año en el que también yo me divorcié.
Cuatro años después esa joven doctora llegó a trabajar al mismo hospital en donde yo trabajaba y la conocí. Me llamó la atención verla un día sentada leyendo «Narraciones», un libro de la Biblioteca Básica Salvat, que contenía una colección de cuentos de Jorge Luis Borges, el mismo, coincidentemente, que yo andaba releyendo por esos días.
Me hice novio de ella cuando nos descubrimos el uno al otro escuchando a Fito Páez. Ya las coincidencias eran muy fuertes e innegables. Ya era insoportable no estar con ella.
Ese mismo año nos fuimos a vivir juntos. Y un año después nos casamos muy enamorados, la misma fecha (esta vez ya no por coincidencia, sino de manera premeditada) en que nos habíamos hecho novios…
Es increíble el destino de los libros. El ser humano siente una acumulación en su corazón, que no lo deja tranquilo, entonces toma una página y escribe. Y luego otra página y otra… Con los meses o los años, ha escrito una novela. ¿Y qué es una novela –el manuscrito original- en la casa del que la ha escrito? Es un libro escondido o casi perdido. Es un cúmulo de palabras que no respiran ni se mueven. No hay respuesta para ellas. No es más que un texto asfixiado, un volumen muerto.
Pero luego una editorial lo edita, lo imprime y lo publica (o lo resucita, que es lo mismo). Y es asombroso y hasta fascinante como pueden pasar años y años, quizás siglos, tal vez recorriendo océanos, horas y días, para que ese libro se la pase en una librería durmiendo, antes de caer en las manos del lector adecuado, del humano clarividente que sabrá interpretar su mensaje y su belleza.
A veces tienen que pasar vicisitudes, accidentes, cosas inimaginables y quizás hasta sucesos que se parecen mucho a los milagros, para que ese alguien, sin buscarla, precisamente en el año adecuado y en el lugar exacto, encuentre en la librería menos pensada, la novela solitaria, la somnolienta, la oportuna para su alma… la adecuada.
Pero que no les quepa duda que valdrá la pena el añejamiento del papel y la tinta que rodará en el tiempo. La unión del esfuerzo creativo a un extremo de la cuerda y la bienvenida gentil y amorosa en el otro extremo, será explosiva. ¡El disfrute para ese alguien, entre cada párrafo y cada página, será orgásmico!
¿Y qué es la vida, sino un paseo por ese ejemplar de novela, por esa narración de largo aliento que es la conveniente, la apropiada para su corazón y su cerebro, entre miles y miles que se han escrito?
Pues déjenme contarles, amigos y amigas, que esa misma seducción embrujada que le provocará a ese alguien la novela adecuada, fue la misma fascinación que sentí cuando conocí y me enamoré de Érika.
PANCHIMALCO Y SU IGLESIA es un documental que trata principalmente sobre la arquitectura y las pinturas de la iglesia de la ciudad de Panchimalco. Mi esposa Érika y yo lo concebimos una mañana en que andábamos de paseo con nuestras hijas y decidimos echar un vistazo a esa bonita ciudad. La verdad que sólo bastó una mirada cómplice entre Érika y yo, para saber que algo teníamos que hacer. Así que inmediatamente empezamos a fotografiar la iglesia y casi el mismo día empezamos a escribir el guión, y unas semanas después habíamos terminado el cortometraje.
Como ya lo había escrito en otra ocasión, la realización de un cortometraje es difícil que lo lleve a cabo alguien en solitario, casi siempre estas lides conllevan la participación de varias personas. Por lo mismo es imperativo decir que mi esposa Érika Valencia-Perdomo es la mitad de la naranja de este documental. Sin ella esto no habrían sido posible. (Este documental lo dimos a conocer con ella, al mundo del ciberespacio, el pasado 13 de septiembre en LA ESQUINA DE ÉRIKA Y ÓSCAR. )
Además, debo mencionar que tuvimos la valiosa ayuda de Laura Carolina Valencia (hermana de Érika), quien nos brindó mucha información sobre la arquitectura de la iglesia. También Georgina Ramos nos despejó algunas dudas. Agradezco a Jonathan Cruz Salmerón y a Saúl Alfaro, quienes aceptaron salir en el documental brindando sus opiniones.
Para finalizar, una cosa más que me gustaría decir es que este cortometraje me dio la oportunidad de componer e interpretar todo el fondo musical (al igual que en el corto Cementerio de Sensuntepeque ). Y en este mismo rubro, no puedo dejar de agradecer a Arecio D´ León, quien, además de abrirnos las puertas de su casa para grabar las voces en off, interpretó junto a mí dos de las composiciones hechas para este cortometraje: «Vals para Panchimalco» y «Retablos».
Sin más palabras, he aquí, pues, PANCHIMALCO Y SU IGLESIA. Espero que lo disfruten.
Texto y fotografía:
Óscar Perdomo León
Créditos del documental:
Cortometraje realizado por
ÉRIKA VALENCIA-PERDOMO
y ÓSCAR PERDOMO LEÓN
Edición:
ÉRIKA VALENCIA-PERDOMO
y ÓSCAR PERDOMO LEÓN
Música compuesta e interpretada por
ÓSCAR PERDOMO LEÓN
Participación especial de JONATHAN CRUZ SALMERÓN y SAÚL ALFARO.
Voces en off:
ÉRIKA VALENCIA-PERDOMO
y ÓSCAR PERDOMO LEÓN
“Vals para Panchimalco”.
Compuesto por
ÓSCAR PERDOMO LEÓN
Interpretado por
ARECIO D´ LEÓN y ÓSCAR PERDOMO LEÓN.
Arreglos:
ARECIO D´ LEÓN
“Retablos”.
Compuesto por
ÓSCAR PERDOMO LEÓN
Interpretado por
ARECIO D´ LEÓN y ÓSCAR PERDOMO LEÓN.
Arreglos:
ARECIO D´ LEÓN y ÓSCAR PERDOMO LEÓN