Las palabras que siguen a continuación fueron escritas por mi esposa Érika para mí, hace un par de semanas y, a pesar de que escribimos juntos el blog LA ESQUINA DE ÉRIKA Y ÓSCAR, hoy me ha pedido que las suba a este mi blog. Gracias Érika. I love you too.
He escuchado a algunas mujeres decir: “le voy a decir a él”, “no sé si él quiere”, “a él no le gusta que me vista así”, etc. Por lo general esta manera de hablar la adoptan mujeres con poca educación formal o que son parte de la llamada clase baja; a mí siempre me ha resultado simpático y campechano.
Pero hoy me levanté con mi pensamiento puesto en mí ÉL, el que me ha acompañado en los últimos meses y del que me he separado desde entonces sólo un par de horas por alguna situación extrema.
Mí ÉL me ha enseñado tantas cosas en tan poco tiempo y me dado la oportunidad de ver el mundo como él lo ve y aunque yo no comparta algunas de sus visiones, hoy no me imagino en otro lugar si no es a su lado. Esto que escribo podría sonar cursi y rosa, pero a mis 35 años nunca me había sentido tan a gusto y tan completa como me siento con ÉL.
Con ÉL amanezco abrazada sintiendo sus manos, sus dedos y su cuerpo, envuelta en esa piel naturalmente tibia, tan característica y propia de su ser. Con ÉL trabajo (trabajamos en el mismo lugar), hablamos de todo, reímos, discutimos y salimos adelante de los largos problemas de la vida.
Hemos hecho planes para el futuro y ambos deseamos prácticamente lo mismo para nuestra vejez.
Con ÉL he aprendido a tener gusto por la fotografía, a conocer un poquitito de Jazz y juntos hemos cocinado deliciosas recetas. Con ÉL he crecido y he experimentado cosas que nunca lo había hecho con nadie más. De ÉL he aprendido a desarrollarme mejor como profesional.
Ambos hemos vivido situaciones parecidas en tiempos casi paralelos cuando estuvimos casados, digo ÉL con otra y yo con otro. Y ahora que Él y yo nos hemos casado siento que he alcanzado otro nivel de amor y de conciencia.
ÉL es “mi primera vez” en muchas áreas de la vida: con él hice por primera vez un legrado uterino y una cesárea. Con Él hice el amor apasionadamente el primer día que lo besé (desde entonces estamos juntos) y he cumplido plenamente mis fantasías sexuales. Con él me siento libre sexualmente. ÉL es mi primera pareja a la que le digo que soy totalmente feliz a su lado.
Con ÉL vi a mi hermano la primera vez después de 22 años, con ÉL es la primera vez que leo un libro en pareja y ayudo a editar uno (de su autoría). Con ÉL por primera vez me tomé una botella completa de vino en la cena, charlando de lo lindo.
Por ÉL estoy sentada escribiendo y lo hago con el mayor de los gustos. Él es el primer hombre en mi vida con el que quiero vivir para siempre.
Oscar, usted es el hombre de mi vida
GRACIAS por todas las primeras veces que faltan por descubrir en nuestras vidas.
Texto:
Érika Mariana Valencia-Perdomo
Fotografías:
Óscar Perdomo León,
excepto la última, tomada por Carlos Reyna.