Las tormentas, los derrumbes, las cárcavas, los ríos desbordados, las casas de los pobres inundadas, la imprudencia de algunos, la insensibilidad de muchos hacia la destrucción del medio ambiente…
Todo es una cadena de sucesos y hechos que han ocurrido en El Salvador desde mucho, mucho tiempo atrás.
La tormenta Agatha sólo vino a poner al descubierto lo que los salvadoreños fácilmente olvidamos que pasó en años anteriores y a darnos el presagio de lo que seguirá ocurriendo en el futuro. Y es porque no hay un plan de unidad nacional. El egoísmo de los que dirigen nuestros destinos no tiene saciedad.
El Salvador nublado tiene una belleza que me fascina, no lo puedo negar; pero el sufrimiento de los más desposeídos parece que no tiene fin en esta tierra que llamamos, quizás irónicamente, El Salvador.
Texto:
Óscar Perdomo León
Fotografías:
Érika Mariana Valencia-Perdomo
Óscar Perdomo León
Esa terrible tragedia que sufre nuestro país con cada lluvia en cada año es algo muy doloroso para nosotros, los salvadoreños que vivimos en el extranjero.
Carmen
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