No importa si tenés una larga vida y llegás a viejo, no importa cuando tiempo permanezcás caminando los caminos del mundo, porque ese tiempo será siempre demasiado corto; el tiempo siempre es relativo y cuando la vida es bella el tiempo corre y se agita.
La vida es breve porque cada día la muerte se desarrolla implacable en tu cuerpo. La vida es breve porque el llanto nunca es suficiente para soltarlo por el suicidio de tu amigo o por tu hijo asesinado…
La vida es breve porque no quisieras que se acabaran nunca las cosas que te maravillan, porque hay tantos lugares para visitar, tantas experiencias para vivir, tantos libros que leer, tantas películas que disfrutar, tanta música para escuchar…
Y porque no quisieras dejar de observar los ojos de la persona amada.
El tiempo es corto porque quisieras estar junto a tus hijos mientas crecen, y junto a tus nietos y a los nietos de tus nietos…
El tiempo es corto porque a veces el corazón te pide expresarte a través de las palabras o la música, a través de la pintura o el baile… y en la inmensidad del universo y en la extensión del tiempo, apenas podés pronunciar una sílaba, hacer un giro de la mano, un trazo que raya un lienzo o una nota en la guitarra…
Sólo te queda pensar y repensar el mundo. Sentir los aromas y mirar los colores… Cantar frente a YouTube tu canción favorita de Los Beatles… Gritar y sonreír.
Soñar con un mundo mejor y hacer todo el bien que esté a tu alcance.
Y crear,
siempre crear…
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Texto y fotografías:
Óscar Perdomo León
Una respuesta a “BREVEDAD”