«El paraíso en la otra esquina» es una novela doble en sí misma, un apasionante relato sobre la vida de dos personas conectadas por la sangre y por su forma revolucionaria de llevar sus vidas. Publicada en el año 2003, este libro narra en capítulos intercalados y bajo la genial pluma del recién ganador del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa (1936), la historia y la vida de dos grandes personajes históricos, Flora Tristán, la fiel defensora de las derechos de los obreros y especialmente los de la mujer, y la historia de su nieto , el famoso pintor Paul Gauguin.
Flora Tristán
Flora Tristán (París, 1803- Burdeos, 1844), mujer francesa que vivió al principio oprimida y maltrada por su esposo, se escapó de su hogar en una época en donde hacer eso era un acto criminal, para predicar y dar a conocer su ideología socialista con la cual redimiría a la sociedad. Teniendo orígenes peruanos de «buena familia» (su padre fue el coronel Mariano Tristán y Moscoso, y quien por cierto nació en Arequipa, Perú, la misma ciudad en donde nació Vargas Llosa), se embarcó hacia Sudamérica en una aventura de resultados imprevistos.
Paul Gauguin
Su nieto, el también ciudadano francés, Paul Gauguin (París, 1848- Atouna, Islas Marquesas, 1903), por su lado, no se conformó con seguir los patrones pictóricos artísticos de su tiempo, sino que se lanzó a experimentar con los pinceles y la tela, hasta alcanzar una identidad propia.
(Nadie puede pasar desapercibido a Gauguin además por aquel tan conocido encuentro con ese otro gran pintor: Vincent Van Gogh, después del cual éste se cortó la oreja).
Flora era incansable, inteligente, intuitiva, soñadora y buscadora de la justicia universal. Sufrió en carne propia la discriminación, sólo por ser mujer, pero también por ser pobre. Tenía la ilusión de que un mundo mejor era posible y luchó durante muchos años de su vida con tenacidad para conseguirlo.
Paul Gauguin era un poco egoísta, genial, impulsivo, sexual en todo momento, salvaje en muchos aspectos, que prefirió vivir lejos de París, el gran urbe cosmopolita, y lo cambió por la primitiva Tahití.
Toda la trama es manejada excelentemente por Vargas Llosa, con una narración limpia y añadiendo un poco de suspenso, de tal manera que los detalles, los conflictos, las batallas de cada uno de estos dos personajes, las alegrías y las tristezas, las dificultades económicas, la visión hacia el futuro, las enfermedades, toda la agonía y la delicia de la vida se expone con rigor, llevándonos a conocer la fama que de alguna manera ambos se forjaron, así como también el libros nos conduce a conocer la intimidad de sus actos y pensamientos.
«El paraíso en la otra esquina» es de verdad una novela digna de ser leída.
Texto:
Óscar Perdomo León