LA MANO DE FÁTIMA. Una novela de Ildefonso Falcones

Un buen escritor crea interés de lectura desde las primeras tres o cuatro líneas de su libro. Pero un gran escritor hace que uno lo siga por 955 páginas, el número de páginas de «La mano de Fátima» de Ildefonso Falcones, las cuales leí con mucha comodidad. La trama de la novela, aunque ficticia, en su médula está basada en la verdadera historia de la expulsión de los musulmanes de España entre los años 1599 y 1614; se podría decir entonces que es una novela histórica.

El protagonista principal es Hermando, un joven nacido de la violación consumada por un cura católico en una mujer morisca, de nombre Aisha.

Es una historia de xenofobia, de lucha de poder y de intolerancia religiosa. Pero también es una historia de amor de un joven morisco, que vive entre dos culturas y dos religiones enemigas. ¿Él es católico o es musulmán? Tiene que aparentar ser cristiano, aunque en su corazón reina el lado musulmán. Pero él soñaba que ambas religiones alcanzaran la tolerancia entre sí a través del culto hacia la virgen María, admirada y respetada por musulmanes y católicos.

Tres mujeres embelesan a Hernando: Fátima, Rafaela e Isabel. Dos religiones lo abrazan.  Y el fanatismo es una constante que persigue el corazón de los hombres y mujeres de la España de aquellos días.

Esta obra literaria está narrada de una  manera magistral, así, los actos de bondad y de amor o los de odio y de cruenta violencia, se muestran con imágenes coloridas, vívidas, intensas.

Una cosa que me queda muy clara a mí después de leer esta novela es que los cristianos y los musulmanes se asesinaban unos a otros por razones políticas y de poder, pero también lo hacían por sus fuertes (y fanáticas) creencias religiosas, lo cual, si uno lo piensa bien, es algo muy triste para el mundo, es algo que verdaderamente denigra al ser humano, un ente inteligente que bien podría optar por el amor y la tolerancia, en lugar de la violencia.

La mano de Fátima es un libro totalmente recomendable. Quien lo lea se introducirá en una época y en un mundo muy lejanos y diferentes de nuestro siglo XXI, y sin embargo las virtudes y defectos de los personajes harán que las similitudes con nuestra actualidad sean innegables.

Texto:

Óscar Perdomo León

Nota: Gracias a mi amigo Jonathan Cruz Salmerón por darme a conocer este grandioso libro.

PEDRO INFANTE. LAS LEYES DEL QUERER. Un libro de Carlos Monsiváis

«Pedro Infante. Las leyes del querer», es un libro fascinante. La entrada es explosiva con la noticia de la muerte del actor y cantante Pedro Infante y la descripción de su sepelio. ¿Cómo entender la magnitud del dolor de todo un pueblo mexicano y, para ser más preciso, latinoamericano que acaba de perder a su ídolo cinematográfico? Su autor, Carlos Monsiváis, nos conduce con verdadera habilidad en el mundo interno y externo del público de aquellos días de mediados del siglo XX.

En el libro, que es una crónica-ensayo, se revisa la calidad interpretativa de Pedro Infante, como cantante y como actor. Mucha de su filmografía es analizada con objetividad, aunque no cronológicamente. Su voz, que en un principio no tenía tanta fuerza y que intentaba cantar versiones en español de canciones gringas, fue creciendo con los años al interpretar rancheras, boleros rancheros y otros estilos populares a los que imprimía una emoción genuina. Así, los aciertos y desaciertos artísticos de Infante salen a la luz a través de la pluma de Monsiváis.

También se hace notar la importancia de la relación de trabajo entre el director y guionista Ismael Rodríguez e Infante. Algunos de los trabajos que realizaron juntos los elevaron a ambos a un lugar muy alto en la historia de la cinematografía mexicana, especialmente cuando hicieron melodramas.

También se hallan en el libro anécdotas interesantes de su vida personal, de sus relaciones sentimentales con las mujeres que amó, su amor por su madre y su padre, su manera de comportarse detrás de la cámara, su amistad con otros artistas de la época, etc.

La agudeza de Carlos Monsiváis está en no sólo comprender la grandeza de Pedro Infante, sino en mirar más allá de la superficialidad, mostrándonos a un ser humano que fue una estrella y un hombre común y corriente, muy mexicano, alegre, triste, vivaz, inteligente, con la habilidad histriónica y el valor para arriesgarse a cambiar de personaje en una y otra película.

La lectura de este libro es muy entretenida. La prosa parece nunca acabársela a Monsiváis.

Texto:

Óscar Perdomo León

Vídeo relacionado: PEDRO INFANTE. LAS LAYES DEL QUERER. CARLOS MONSIVÁIS.