ESTO SOY, de Claribel Alegría.


Claribel el día de su boda, 1947.

Cuando viví en Santa Ana, debido a mis estudios, ya había tenido contacto con un libro emblemático para la literatura salvadoreña: “Cenizas de Izalco”. Así que el nombre de uno de sus co-autores ya sonaba fuerte en mi cabeza: Claribel Alegría. De tal manera que cuando yo caminaba por esas calles de Santa Ana, cerca de la iglesia El Carmen, de la avenida independencia o de la bellísima catedral, no dejaba de preguntarme si acaso estaba yo pisando la misma tierra por donde alguna vez transitó nuestra gran poeta, novelista y traductora Claribel Alegría.

 Claribel Alegría y Salarrué.

Ella misma ha contado que nació en Nicaragua, pero que a la edad de tres años, sus padres junto a ella, se trasladaron a vivir a la ciudad morena, en donde se desarrolló hasta su adolescencia. Cuenta Claribel que desde niña y después de conocer a Salarrué, quien visitaba a sus padres de vez en cuando, comprendió que su vida sería la de alguien dedicada a escribir. Y así fue.

Clara Isabel Alegría nació en Estelí, Nicaragua, en mayo de 1922. En su juventud temprana se fue a estudiar a Estados Unidos y allá conoció al gran escritor español, laureado con el Nobel, Juan Ramón Jiménez, quien leyó sus poemas y de quien recibió instrucción; además prologó su primer libro (Anillo de silencio, 1948). El escritor mexicano José Vasconcelos, por su lado, le sugirió cambiarse el nombre de Clara Isabel, por el de Claribel.

No se puede dejar de mencionar que estuvo casada con el escritor y periodista norteamericano, Darwin J. Flakoll, a quien ella llamaba cariñosamente Bud y con quien procreó cuatro hijos. Cuenta Claribel que debido a la fuerte unión sentimental y profesional que ella tenía con su esposo y con quien escribió varios libros, Julio Cortázar los llamaba a ambos “Claribud”, afectuosamente.

En el 2004 la Dirección de Publicaciones sacó a la luz el libro de poemas “Esto soy”, el cual contiene muchos de los mejores poemas de Claribel, tomados de todos los libros que ha publicado y de otros libros inéditos en progreso. La recopilación fue hecha por el poeta Luis Alvarenga. Ese mismo año en el auditórium del Museo de Antropología de San Salvador se hizo un homenaje a Claribel y a Matilde Elena López, y tuve la oportunidad de verla en persona. Claribel se veía feliz, fuerte, con mucha vida y con los ojos llenos de brillo. Fue tanta la magia que la envolvía que me sentí muy entusiasmado y aprovechando que para entonces yo tenía un programa de música y poesía en radio Victoria, recuerdo que dediqué una noche especial a la poesía de Claribel Alegría.

Claribel Alegría y Julio Cortázar, Managua de 1982.

Ella es una de las poetas salvadoreñas más reconocidas a nivel internacional y, según dicen algunos críticos, una de las mejores poetas de Centroamérica. Se ha codeado con grandes figuras de la literatura universal, como Julio Cortázar, Salarrué, Pablo Neruda, Juan Rulfo, etc. E incluso, con algunos de ellos llegó a tener una gran amistad.

Augusto Monterroso, Claribel Alegría y Juan Rulfo, México, 1952.

Hace unos días he vuelto a navegar por las páginas de “Esto soy” y sigue siendo una delicia leerlo. Es un libro que no debe faltar en la casa de todo salvadoreño amante de la poesía.

Texto:

Óscar Perdomo León

Fotografías extraídas del libro “Esto soy”.

 

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“Claribel Alegría, en un avión de papel: http://talpajocote.blogspot.com/2010/06/claribel-alegria-hotel-de-peregrinos.html

 

“Biografía de Claribel Alegría”: http://www.caratula.net/35/claribel-bio.php

 

“Vida y obra de Claribel Alegría”: http://www.escritorasnicaragua.org/biografias/claribelalegria

5 respuestas a “ESTO SOY, de Claribel Alegría.

  1. Me gusta el comentario, es interesante y deja entrever la afición del Doctor por la literatura. No es una simple improvisación; sino que tiene raíces más profundas de lo que un siple mortal puede pensar.
    Creo que lleva el humanismo incrustado desde dos vertienetes: la física y la espiritual, ya que el arte es algo elevado.
    Por algo los Griegos tenían varias aficiones y especialidades las que aparentemente eran paradógicas, pero realmente eran y son complementarias.

    En este caminar del arte y la literatura hay que vestirse con una coraza impenetrable para lo negativo que venga del exterior y abirse como ángel para absorber lo que realmente cuenta, lo positivo. En el camino hay muchos abrojos y aunque caigamos una y otra vez hay que seguir adelante, aun con las heridas que nos causaron esos abrojos, con el objetivo de tocar la envoltura del éxito.

    Ana Amaya.

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  2. Hola Oscar. Pasaba a visitarte y me encontré con este artículo sobre Claribel Alegría, de quien también soy fan. «Cenizas de Izalco» también significó para mí algo importante. Un abrazo y saludos.

    pd: mi familia, por ambos padres, es santaneca. Siempre he dicho que Santa Ana tiene un valor literario impresionante, por sus historias y costumbres.

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  3. Hola Vanessa. ¿De verdad? Entonces llevás metida en la sangre a Santa Ana. Yo siempre he pensado que Santa Ana es una de las ciudades más bonitas de El Salvador, porque siento que es una mezcla de San Salvador con el sabor de un “pueblón”. Fijate que en realidad he vivido en Santa Ana en dos períodos de mi vida. Así que le tengo mucho cariño a esa ciudad.

    Y en cuanto al valor literario de Santa Ana, claro que sí. No nos podemos olvidar, por ejemplo, de otro gran santaneco, Pedro Geoffroy Rivas.

    Me alegra que te haya gustado lo de Claribel.

    Gracias por visitar mi blog.

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