Danzan en lo profundo los peces,
sin saber que seres extraños los buscan con ahínco.
No temen
porque no saben que son mortales.
Sólo viven
sinceros e ingenuos
Las olas golpean.
Y el mar es, como siempre, tan salvaje
e inmortal.
Corren sobre el agua
los pescadores.
Ellos sí
temen a la muerte;
sin embargo, valientes y tenaces,
y mirando a través de lo azul
para encontrar el alimento de sus familias,
desafían animosos
el manto húmedo,
el gigante misterioso
y salado,
lleno de tesoros
de escamas y aletas.
De regreso,
al tocar tierra firme,
ambos,
peces y hombres,
se volverán uno
en la biología
del alimento y las células.
Un día también, en un futuro incierto,
los hombres (como los peces) morirán y se sumergirán
en la tierra,
como en un océano
cafesoso y seco.
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Escrito por
Óscar Perdomo León
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Fotografías tomadas por
Óscar Perdomo León
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