Hay una barca
que recorre los mares agitados
de mi mente.
Es una barca con la fantasía
de tripulante.
Me río del presente,
lucero de la naturaleza;
y me río del futuro,
inabarcable como la lluvia y el viento.
De mi niñez conservo la ingenuidad,
esa que me ha hecho bajar la guardia.
Ciego, me dejé herir, en la vida,
demasiadas veces.
Lloro por los errores cometidos,
pero me perdono.
Si miro al cielo
mis ojos no buscan nada sobrenatural
ni elevan supersticiosas plegarias,
sólo se maravillan
del infinito ininteligible.
Y sé que el pasado,
el presente y el futuro,
como el horizonte que desaparece a cada paso,
son tres braseros que se pierden
en los agitados mares
del universo.
Escrito por
Óscar Perdomo León
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Fotografía por
Óscar P. L.
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