UN LEJANO VECINO


 

Si los jardines en tus labios

me dan palabras

como flores,

si tus manos

crean universos

como dioses evolucionados,

el hastío

nunca

podrá tocarme.

 

Ahora sé que las arenas del mar son casi infinitas,

por eso las olas en mi cabeza

juegan su vaivén delirante.

Gracias a ello

el hastío para mí

es un planeta

frío e invisible.

 

Mientras existan estrellas para viajar,

ojos para deleitarse,

música para sumergirse

y corazones para explorar,

el hastío será siempre,

para mí,

ese lejano vecino

desconocido.

***

Escrito por

Óscar Perdomo León

***

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.