Cerrás la puerta y abrís el corazón.
Sabés que en la soledad
podés llorar.
Ponés esa canción que nunca olvidaste
y que vuelve una y otra vez
y es parte ya,
no del repertorio musical del que te jactás,
sino de tu sangre.
Y llorás y llorás
como árbol que se deshoja.
Y no sabés si estás triste
o maravillado
por tanta belleza
o por los recuerdos.
Y en la distancia impuesta,
que sólo el tiempo sabe de verdad como imponer,
mirás los puntitos que se mueven
dentro de tu cabeza
y que son efectivamente vos
y los demás,
corriendo en la lejana
niñez perdida.
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Escrito por
Óscar Perdomo León
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En la fotografía: Carlos Romero Cárcamo (de sombrero), al extremo derecho Wilfredo Escobar y, al centro, yo.
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Una respuesta a “SÓLO EL TIEMPO”