
Hay discos que tocan mi corazón de una manera imborrable. Uno de ellos es “TIEMPOS” de Rubén Blades, que vio la luz en 1999 y en el cual se hizo acompañar de los músicos costarricenses del grupo Editus. El disco, aunque rompe un poco con el particular e intenso estilo musical afro-cubano de Blades, está lleno de una calidad muy importante y una urgente sinceridad. No quiero ser malentendido, sí hay ritmos africanos pero muchas veces son interpretados sutilmente.
El disco ganó el Grammy al mejor disco pop latino de 1999.
Muchas de las composiciones de Rubén Blades son consubstanciales con su filosofía de la vida. Él es uno de los artistas que más admiro, no sólo por su calidad al componer y cantar; sino por su compromiso con la lucha contra las injusticias del mundo. Un claro ejemplo es su canción “El Padre Antonio y el Monaguillo Andrés” (del disco “Buscando América”) en donde hace una clara alusión al martirio de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. O en la canción “Plástico” (del el disco “Siembra”) en donde nos alienta a no perder nuestra identidad latinoamericana.

La colección de canciones del disco “TIEMPOS” tiene un tono melancólico, nostálgico. En la canción “Tú y mi ciudad” el amor, que fue primero fuente de ilusiones, se vuelve una frustración que se intenta superar con olvido. La voz de Rubén se muestra serena, pero se siente su dolor, su amor agonizante:
“…en mis palabras duras deja el sabor que tiene la ilusión cuando no madura… Hoy quiero desaprenderte y no sé cómo empezar… ¿Cómo olvidarte si eres mi calendario? ¿Dónde multiplicarme si no es en ti?… Amor de besos ausentes acábate de apagar. Llegué hasta aquí por quererte y ahora te quiero olvidar.”
Otras canciones hablan de temas sociales, como “Aguacero” que recuerda los días en que las ciudades eran más seguras. “Sicarios” que es una especie de monólogo de un asesino a sueldo, que da instrucciones a un aprendiz de verdugo. “Hipocresía” que toca el tema de la desintegración social y la corrupción de los gobiernos.
Otras canciones son instrumentales, bellas, muy sentidas, limpiamente ejecutadas.
He aquí una de las letras que componen la colección:
DÍA A DÍA.
Día a día, me despierto creyendo oír tu voz.
Día a día, todavía, me duele nuestro adiós.
Quien no se ha equivocado no trató.
Quien nunca ha perdonado nunca amó.
Y quien jamás pecó, jamás vivió.
Día a día la nostalgia me impulsa a continuar.
Día a día la distancia me aconseja olvidar.
Tú y yo, con un pedazo de razón,
y compartiendo el mismo corazón,
que hemos partido en dos, día a día.
(¡Agua!)Aunque lo intente mil veces no puedo ahogar
lo que a tu alma pertenece,y así olvidar.
Día a día me levanto queriendo ser mejory me acuesto,
noche a noche,con me contradicción.
Viviendo entre la espada y la paredenfrento al horizonte del ayer,
y de él se asoma usted,¡día a día!
(Óyeme Mora… me sigue matando)
¡Día a día! ¡Día a día!
“TIEMPOS”, un disco de mucha actualidad, con la calidad de lo que busca hacerse eterno.
“TIEMPOS”, un disco que está dibujado con tinta indeleble en mi corazón.
Texto:
Óscar Perdomo León.
Fotografías tomadas de Google imágenes.
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Publicado por Óscar Perdomo León
De médico, poeta y loco, todos tenemos un poco. Doctor en Medicina. Amante de la música, la literatura, el cine y la fotografía. Physician. Art lover.
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