Te añoro
en la distancia
y en la cercanía
te respiro.
Te amo aunque tus ojos sean azules
o de miel
finamente agrupada.
Te quiero igual
si son negros,
amarillos
o verdes
tus ojos.
Ensalzo tu vida
aun si tu piel
es blanca,
cobriza,
amarilla
o negra.
Me regocijo en tu presencia
porque sos
aquellas cosas que no soy
y las que
soy.
Te acepto no obstante
odiés
mi música
y te respeto aun cuando
creás
o no
en deidades.
Porque estamos conectados por cosas más grandes,
como el latido del corazón,
la sonrisa
y las lágrimas.
Te quiero
aunque nos separen
galaxias
de infinitos pensamientos.
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Escrito por
Óscar Perdomo León
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Fotografía: Autorretrato de ojo desvelado.
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