EL PERSEGUIDOR. Un cuento de Julio Cortázar


Charlie Parker *
Hace un par de días leí dos artículos (El cronopio mayor I y II) en el blog de Laura García, los cuales me inspiraron a escribir esto que sigue a continuación.

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Hace más o menos 8 años yo producía y dirigía un programa de Jazz (en el que también la hacía de locutor) en la radio YSUCA, de San Salvador, que era un programa al aire y generalmente en vivo, único en su especie por aquellos días, porque no sólo se ponía música Jazz sino que se hablaba sobre su historia, anécdotas interesantes de sus intérpretes, así como también se hacían entrevistas a algunos músicos salvadoreños involucrados en el Jazz. Y fue precisamente por esos días que leí por primera vez «El perseguidor» de Julio Cortázar y quedé hechizado, no sólo porque ese cuento fue para mí desde sus primeras líneas una obra de arte de la que me enamoré y porque además Charlie Parker (a quien Cortázar dedica el cuento), en esos días, ya era un ídolo para mí; sino porque la prosa de Cortázar era tan viva, activa e intensa y tan compenetrada psicológicamente con sus personajes. Entonces, ya se imaginarán, cómo disfruté la mezcla de música y literatura que encontré en ese cuento.

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Claribel Alegríaescribió sobre Julio Cortázar en su libro “Mágica tribu”, entre otras cosas, lo siguiente:“-Puedo pasar meses sin escribir –me decía- y no me importa nada, pero si algo me obsesiona escribo día y noche sin parar.
“Cuando empezó a escribir «El perseguidor», en París, terminó quince páginas en una noche y luego se atoró. Nada podía hacer.
“Años más tarde se encontró en Ginebra, entre muchos papeles, con el manuscrito inacabado. Se había olvidado de su existencia. Lo leyó cuidadosamente y ese mismo día terminó el cuento.” (1)

Ese magnífico cuento «El perseguidor», Cortázar lo escribió, como ya lo había dicho, dedicado a uno de los más grandes saxofonistas de Jazz que ha existido: Charlie «Bird» Parker (1920-55). Él, junto a otras luminarias de la música, crearon un nuevo estilo de Jazz que se contraponía al Swing, el revolucionario estilo conocido como Be-bop. El excitante, provocador y rápido saxofón alto de Parker es una experiencia abrumadora y placentera de las que uno no puede olvidarse nunca.

Dibujo de Parker hecho por Vanesa Holley ****

Cuentan los libros de historia de Jazz que Charlie Parker estuvo durante algún tiempo, a principios de los años ´40, buscando la forma de tocar la música que llevaba dentro de sí, la música que escuchaba dentro de su cabeza; pero que no hallaba la manera de tocarla. “A veces la puedo oír pero no puedo tocarla”, dijo en alguna ocasión Parker. “Es durante ese período que «Bird» experimentó una epifanía, después de la cual, finalmente, pudo tocar lo que había estado oyendo”. (2)

Birland fue abierto en Broadway en 1949 y nombrado así en honor a Charlie “Bird” Parker. ^
“Después de unas sesiones experimentales de descarga e improvisación en Harlem, Parker y Dizzy Gillespie (1917-93) hicieron su primera grabación de Be-bop en 1945.” (3)
Charlie Parker y su saxofón alto. ^^
«El perseguidor» es un cuento incluido en el libro de Julio Cortázar “LAS ARMAS SECRETAS”, publicado la primera vez en 1978 y que contiene además los cuentos «Cartas a mamá», «Los buenos servicios», «Las babas del diablo» y «Las armas secretas».
Portada de la 16 ª edición del año 2003 de “Las Armas secretas” ^^^
«El perseguidor» es un homenaje de Cortázar a la genialidad de Charlie Parker. Cortázar era un amante del Jazz y además tocaba la trompeta, aunque al parecer lo hacía sólo para él mismo y no le gustaba que ni sus amigos lo escucharan tocar.
Julio Cortázar^^^^

Claribel Alegría habla sobre el amor hacia el Jazz de Julio Cortázar de esta manera:

“Recuerdo una noche inolvidable: hacía frío, estábamos apretujados frente a la chimenea escuchando Jazz: Thelonius Monk, Betty SNT, Charlie Parker, Louis Armstrong, Miles Davis y no recuerdo quien más. Nadie profería una sola palabra. Los rostros de Bud y de Julio estaban transfigurados. Como a las dos de la mañana yo me sentía cansada y subí de puntillas al dormitorio. Ellos se quedaron hasta que amaneció. El Jazz era un rito sagrado, el tiempo no existía, nada existía, salvo la música.” (4)

El cuento «El perseguidor» es una verdadera maravilla, aún sin conocer la existencia y la teoría y práctica musical de Charlie Parker; y cuando uno está enterado de los excesos de drogas en la vida de Parker y de su chispa e inteligencia musicales, el cuento se vuelve aún mejor, porque considero que «El perseguidor» no es sólo una recreación de la vida de Charlie Parker, sino un armonioso y alborotador disparo, una ráfaga de luz a los sentidos y a la razón de los lectores.

Óscar Perdomo León

(1) Claribel Alegría, “Mágica tribu”, Índole Editores, El Salvador, 2008, p. 127-128.
(2) Ron David, “Jazz para principiantes”, Errepar, Buenos Aires, Argentina, 1998, p. 49.
(3) Mervyn Cooke, “Jazz”, Thames and Hudson Ltd, London, 1998, p. 119.
(4) Claribel Alegría, “Mágica tribu”, Índole Editores, El Salvador, 2008, p. 133.
Fotografías: * y ^ extraídas de Mervyn Cooke, “Jazz”, Thames and Hudson Ltd, London, 1998, p. 119 y 120.
Fotografías: ** y *** tomadas por Wendy Perdomo de Cruz.
Dibujo **** hecho por Vanesa Holley y extraído de Ron David, “Jazz para principiantes”, Errepar, Buenos Aires, Argentina, 1998, p. 48.
Fotografía ^^ extraída de la 16 ª edición del año 2003 de “Las Armas secretas”, Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.), 1978,2003, Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid.
Fotografía ^^^ tomada por Óscar Perdomo León a la portada de la 16 ª edición del año 2003 de “Las Armas secretas”, Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.), 1978,2003, Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid.
Fotografía ^^^^ extraída del artículo “El cronopio mayor II” del blog ArcoLibris
http://blogarcolibris.wordpress.com/ de Laura García.

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