Hay un canto fuerte y tenaz,
una voz intensa que brilla
y que se desliza
por los impávidos techos
de los locos
y los soñadores.
Es un canto
que juega en el arcoíris,
que se mete en las cuerdas de la guitarra
y en la sonrisa de las niñas.
Es un canto
que hechiza
los labios de los enamorados.
Es un canto dulce y sincero,
transparente, juguetón y vivaz.
Un canto hermoso,
el mejor de todos:
es el amor.
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Escrito por
Óscar Perdomo León
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Fotografía:
Óscar Perdomo León
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