
Normalmente publico en este blog cada martes, pero lo hago este día en domingo, como una excepción necesaria, pues hoy 3 de octubre de 2021 se cumplen dos años del fallecimiento de mi hija Beatriz. Esta publicación va dedicada su memoria.
Beatriz y yo escuchamos música juntos muchas veces. Y en ocasiones nos recomendábamos canciones. Bien recuerdo que una vez ella me invitó a escuchar Fix you (de Coldplay) y yo le mostré The gates of delirium (de Yes), y entonces las escuchamos juntos. (Ahora cuando vuelvo a escuchar Fix you me sorprende cómo su letra se relaciona tanto con lo que siento por Beatriz).
What is life (de George Harrison) me recuerda a Beatriz porque (además de que los dos amábamos a Harrison) ella bailaba como la niña que sale bailando en el video.
You really got a hold on me (de Smokey Robinson, pero en la versión de The Beatles) me la recuerda porque es la canción que ella y su hermana Laura se dedicaban mutuamente en plan de broma.
Hay muchas canciones que me recuerdan a la Bea, pero aquí abajo compartiré sólo las que he mencionado.
Por otro lado, incluyo al final de los videos, el poema «Caducidad», escrito por mi hija.
Beatriz Andrea Perdomo Pacas
(7 de noviembre de 1998 – 3 de octubre de 2019)
Beatriz, siempre en mi memoria, siempre en mi corazón.
FIX YOU (Coldplay)
THE GATES OF DELIRIUM (Yes)
WHAT IS LIFE (George Harrison)
YOU REALLY GOT A HOLD ON ME (The Beatles)
*
CADUCIDAD
Pero algo que nunca tenemos que olvidar
es que tenemos fecha de caducidad.
Pronto,
nuestra fina tela comenzará a desgarrarse.
La llaga no se hará de manera abrupta,
sino poco a poco,
célula por célula,
rompiendo pacientemente cada ligamento.
Y cuando todo esto pase,
prometeme que no vas a tener miedo;
prometeme que vas a cerrar los ojos
y vas a inundar mis labios con los tuyos
como una ola en marea baja;
prometeme que vas a dejar que la luz de la luna
dance sobre nuestros cuerpos;
prometeme que,
a pesar de todo,
no vas a convertir en papel maché
nuestros recuerdos;
y lo más importante,
prometeme que vas a dejar
que todo siga su curso.
Paciencia, amor, paciencia.
Y calma, mucha calma.
Pero mientras este estruendo llega,
dejate embriagar con mi sangre,
disfrutá,
vení,
cobijate conmigo,
que nos quedan bastantes granos de arena más.
Poema escrito por Beatriz Andrea Perdomo Pacas
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