Al principio parece inalcanzable
en sus caminos oscuros;
pero poco a poco ella,
la luna pálida,
se acerca a nuestros ojos
y cruza instantáneamente
nuestros corazones.
La luna es un misterio
que lentamente se ha ido develando;
y sin embargo, el enigma de su belleza
aún está oculto.
La luna es una mujer que vibra con la danza del vientre,
es una mirada que te quiebra el orgullo,
es una música que no sabés
por qué es tan sublime
y te hace llorar.
La luna lo sabe todo.
Nos miró, nos ve y nos ha visto
desde siempre.
La luna danza y comparte
con los cuerpos celestes
su mágica influencia
en nuestra imaginación.
Nos conduce, como raza humana, al lejano pasado
de las cavernas,
así como al futuro
precario
de nuestros días.
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Escrito por
Óscar Perdomo León.
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Fotografías por
Óscar Perdomo León
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