La soledad no es estar solo.
La soledad es el vacío
en la mirada,
la caricia suspendida y flotante,
paralizada,
la boca reseca de besos
abortados,
el deseo reprimido
de un abrazo.
La soledad es la ausencia
de susurros íntimos,
es hablar con uno mismo
en segunda persona,
es gritar sin sonidos
la felicidad
ausente.
Y el frío,
tan efímero en el trópico,
se esconde eterno
en el pecho.
Y en él,
la soledad
es la presencia del desgano,
el rostro de lo oscuro,
el camino perdido.
Es que sí,
la soledad se aloja en el pecho
y al mirar con una lupa en su interior
se aprecia claramente,
en blanco y negro,
el viento que empuja fuerte a la lluvia.
Y en el suelo gris del tórax,
lleno de sombras fantasmales,
el agua corre en olas,
como en un diminuto océano
de dolor.
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Escrito por
Óscar Perdomo León
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Fotografía por Óscar Perdomo León (Pintura sobre morro realizada por Sergio Dugan.)
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ALMENDRA
Tema de Pototo (Para saber cómo es la soledad)
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Una respuesta a “LA SOLEDAD”