LOS OLVIDADOS. Una película de Luis Buñuel.

Sí, otra vez, el blanco y el negro: maravillosa combinación de grises que le dan una fuerza extraña y mágica a las historias.

Esta película, “Los olvidados”, es una clásica, una de esas que uno tiene que mirar o no ha visto nada. Salió a la luz en 1950, dirigida por Luis Buñuel, y a través del tiempo ha sido considerada por los críticos de cine como una de las mejores películas de todo el mundo.

La cinta narra un ambiente de pobreza y violencia, en donde los niños y los jóvenes van halando el hilo conductor de la historia. Nos remite a un pasado tan lejano y aun así tan cercano al mismo tiempo a nuestra realidad latinoamericana. Lo que nos cuenta la película, se repite una y otra vez en nuestros países. La lucha de los jóvenes por hacerse sentir, sin importar que ello conlleve actos delictivos; la lucha de los adultos por conseguir un poco de dinero para sobrevivir, olvidando darles atención y amor a sus hijos: esa es la esencia de esta película.

Pedro (Alfonso Mejía) y el Jaiba (Roberto Cobo) son los dos personajes principales. Pedro, siendo aún un niño, carece del amor de su familia y lo busca en la calle. El Jaiba, que acaba de escaparse de una correccional, es el líder nato, pero también el más apegado a los vicios criminales.

Pero eso no quiere decir que los adultos no tengan gran influencia en la historia. Otros dos personajes importantes son don Carmelo, el ciego (Manuel Inclán) y la madre de Pedro (Stella Inda). Ambos, cada quien en su propio mundo, encarnan la pobreza. La madre de Pedro, viviendo en una pequeña casa, en un hacinamiento que promueve la violencia, pasa todo el tiempo preocupada por conseguir el sustento diario de sus hijos; don Carmelo, por su lado, viviendo en un cuartucho, se la pasa guardando y acumulando mezquinamente unos pocos pesos.

Los personajes actúan principalmente movidos por las emociones, por las bajas pasiones, el deseo de venganza, etc. Pero en su actuar no hay nada superficial ni fingido, todo es intenso y salido primitivamente con naturalidad de sus corazones.

El español Luis Buñuel, que había llegado exiliado a México, traía una influencia surrealista y un talento muy grande. Por eso una de las partes más impresionantes del largometraje, y que es una de las que más me gusta a mí, es una escena onírica,  tratada con cámara lenta y sobre-posición de imágenes, en donde Pedro recibe de su madre un trozo de carne, cruda, y el Jaibo se la arrebata.

Los invito a que, a la menor oportunidad que tengan, miren “Los olvidados”. El final trágico, duro, justiciero, no los va a decepcionar.

No puedo terminar sin dejar de mencionar que el director de fotografía de esta película fue Gabriel Figueroa.

Pueden ver «Los olvidados» en YouTube, repartida en ocho fragmentos.

LOS OLVIDADOS

Texto:

Óscar Perdomo León

Esta reseña fue publicada originalmente en LA CINERATA.

EL TIGRE AGAZAPADO Y EL DRAGÓN ESCONDIDO. Una película de Ang Lee

Una película que eleva las artes marciales a coreografía poética y cuya música es una de las más hermosas que he escuchado en el acompañamiento de las imágenes cinematográficas, no podía menos que ser algo memorable, una de esas piezas de arte que a pesar del paso de los años no se me ha borrado de la mente.

Este largometraje del año 2000 tuvo un gran éxito de taquilla y no siempre las mejores y más artísticas películas van de la mano con ese tipo de éxito. La historia que se cuenta, y que transcurre en el siglo XVII, es realmente una maravillosa trampa para atrapar espectadores comunes y cinéfilos sin remedio, porque está llena de aventuras y de secuencias de acción, así como también tiene escenas de romance; pero principalmente está llena de buenos diálogos, una bellísima fotografía y unas actuaciones envidiables.

Las actuaciones, como decía, son realmente buenas y creíbles. Li Mu Bai (interpretado por Chow Yun-Fat) es un guerrero famoso y casi una leyenda viviente, quien posee en sus manos una espada de 400 años de antigüedad, conocida como el Destino Verde, y que lo ha acompañado en sus múltiples campañas para imponer la justicia. Pero Li Mu Bai quiere dejar la vida que ha llevado porque está enamorado de Yu Shu Lien (Michelle Yeoh), quien también es una guerrera extraordinaria. Vuelven ambos a reencontrarse cuando Li Mu Bai decide regalar el Destino Verde a su mecenas. Sin embargo, no contaban ellos que la cara espada sería robada por Jen (Zhang Ziyi), una talentosa y obstinada aristócrata que ha aprendido las artes marciales a escondidas de sus padres y bajo la tutela de una asesina buscada por la justicia.

El robo del Destino Verde desencadena una serie de eventos que conducirán a inesperadas aventuras.

Unas de las mejores secuencias de la película es cuando los protagonistas principales, guerreros habilidosos, combaten con destreza, porque están revestidos de una especie de poderes mágicos que les da la capacidad de volar y escalar las paredes de una manera muy fácil. Me gusta mucho que estos poderes se presentan sin anunciarlos, de una forma natural y espontánea.

He dicho que la música es una cosa grandiosa y creo que una de los segmentos más bellos de esta música son los que suenan durante las escenas en el desierto.  La sensibilidad de Ang Lee para mostrarnos una China generosa, llena de contradicciones y bellezas, de honores y traiciones, de celos y de amores, de realidades crudas y de serenas fantasías, es la clave de la grandeza de esta película.

No puedo terminar sin decir que el amor es una constante en esta historia y sin embargo, todos los amores que bullen en ella, fracasan trágicamente.

Texto:

Óscar Perdomo León

LOS TRES ROSTROS DE EVE. Una película de Nunnally Johnson

Otra vez el blanco y negro.  Otra vez la fantasía de volver al pasado  gracias al cine, porque «Los tres rostros de Eve» vio la luz en 1957 y es un clásico del cine estadounidense dirigido por Nunnally Johnson.

En esta película Joanne Woodward hace el papel de un ama de casa con personalidad múltiple o trastorno de identidad disociativo. Su actuación es tan compleja y creíble que a veces hasta da un poco de miedo mirarla pasar de una a otra personalidad, casi de inmediato, sin cambios de vestuario o de escenografía. Por supuesto que el vestuario ayuda; pero a veces con sólo un cambio en su mirada o con soltarse el cabello ya es otra mujer, una transformación histriónica muy elaborada.

La historia transcurre de una manera cronológica a partir de 1951, pasando intensamente por 1953 y finalizando en 1955.

La ama de casa Eve White es una rubia tímida, triste, recatada, sumisa e insegura mujer, con sentimientos de conmiseración, casada con un hombre brusco y con una hija pequeña, como de unos 5 años, llamada Bonnie.

La personalidad número dos empieza a surgir poco a poco y esporádicamente con el nombre de Eve Black, la cual es como una versión invertida de la primera, es decir, es una mujer segura de sí misma en exceso, un poco libertina, alegre, coqueta y extrovertida.

Eve White sufre de fuertes cefaleas y amnesia cuando surge Eve Black, quien por el contrario, sabe todo lo que le ocurre a la primera y la conoce muy bien; más que eso, la Black desprecia la personalidad de la White.

Luego Eve Black empieza a tener también lagunas mentales y es porque una tercera personalidad está saliendo del mismo cuerpo, Jane, la cual es una mujer educada, serena, de buenos sentimientos y sincera.

El caso psiquiátrico de esta mujer es llevado por el Dr. Luther, quien lucha en todo momento por recuperar a esta mujer trastornada.

Esta película es totalmente recomendable para ser vista.  El famoso actor John Wayne fue el encargado de entregar a Joanne Woodward (esposa del también famoso Paul Newman)  el Oscar como mejor actriz por este interesante largometraje.

Texto:

Óscar Perdomo León

Nota: Esta reseña fue publicada originalmente en La Cinerata 

QUE SE MUERAN LOS FEOS. Una película de Nacho G. Velilla

Resulta muy gratificante para nuestra salud mental mirar de vez en cuando una película que nos divierta de principio a fin. Y este ha sido para mí el caso de “Que se mueran los feos”, dirigida por Nacho G. Velilla y expuesta a la luz del público en el año 2010. Cuenta con las magníficas actuaciones de Javier Cámara y Carmen Machi, además de un elenco muy bien articulado.

Alguna vez escribí que me sentía un poco cursi diciendo que me gustaba mucho la clásica “When Harry met Sally”; pues bien, en “Que se mueran los feos” sentí, guardando las distancias, una emoción similar que la que experimente al ver a Meg Ryan y Billy Crystal interactuando, pero a diferencia de la película gringa, en la española los personajes principales son una especie de antihéroes.

Eliseo (interpretado por Javier Cámara) es un soltero que no ha tenido suerte en el amor, porque, según la explicación de todos, es cojo, pelón, usa unos lentes muy gruesos y además no conoce muy bien las artes de la seducción. Como vive con su madre y su tío (Juan Diego), a quienes les ayuda en la granja familiar, un día, hace muchos años, renunció a su gran sueño de acudir a estudiar en el Conservatorio de Música. Pero eso no le robó su amor por la música, en el pequeño pueblo donde vive, él es el mejor para tocar la trompeta.

Nati (Carmen Machi), quien se casó con el hermano de Eliseo, llega a casa de Eliseo para darle el pésame por la muerte su madre, pero especialmente regresa a la granja porque su esposo la ha abandonado y la ha dejado en la quiebra financiera. Su presencia causará no menos de un problema; pero también traerá cosas positivas que todos alabarán.

Así, de un momento a otro, las cosas se torcerán un poco y se complicarán para delicia de los espectadores y para dolor de los personajes.

Pero aún en medio de los problemas, la música siempre está presente en la vida del pueblo. Me encantó mucho el juego repetitivo que se hizo en la película con “Tómame o déjame”, la famosa canción de Mocedades.

“Que se mueran los feos”, es una comedia romántica española muy bien hecha, que nos garantiza un poco más de una hora de amena distracción. Sí es, en definitiva, una comedia, pero como toda buena película, no le falta un poco de drama, un poco de filosofía de la vida, unas cuantas bofetadas, una lágrima por aquí y por allá, un poco de sexo, y, por supuesto, un final muy alegre y esperanzador.

Texto:

Óscar Perdomo León

Reseña publicada originalmente en  LA CINERATA.

SOLEDAD. Un cortometraje de Érika y Óscar

Realizar SOLEDAD ha sido una aventura muy bonita para Érika y para mí. La idea original la concebimos hace aproximadamente unos once meses, a partir de un pequeño escrito que publiqué en mi blog personal, y hace ocho meses empezamos a trabajar en el guión. Si la idea original fue: “me estoy haciendo viejo”, pues la verdad esa idea inicial, aunque se conservó, se modificó en cierta manera y se le agregaron muchas más ideas.

Lo interesante de este proyecto para nosotros son tres cosas principalmente:

1- Las actuaciones de Stefany Escobar (en el papel de Soledad), Ricardo Flores y Mariana Guardado Valencia, nos han dejado un gusto muy gratificante en nuestros corazones.

2-La experiencia de realizar un corto de ficción, en cierta manera experimental, nos ha dado una felicidad que no esperábamos; la verdad nos sentimos muy contentos con el resultado final.

3- Y finalmente, el estímulo de la creatividad; todo: el guión, los escenarios, los actores, la música, el vestuario, etc., se fue enriqueciendo día con día. Las precariedad económica con que se hizo nos obligó a sacar provecho de las cosas que son gratis en la vida, como el viento y el sol…

Soledad es un monólogo casi existencialista, cuyo final se narra únicamente con imágenes y música.

Sin más palabras, pues, he aquí el cortometraje SOLEDAD:

Texto:

Óscar Perdomo León

ANEXO. Me he alegrado mucho al leer las reacciones que ha generado nuestro cortometraje. Mil gracias a las personas que se han tomado el tiempo de ver el corto Soledad y de reflexionar sobre él. Mil gracias a todos los que nos han felicitado. También acepto cualquier crítica constructiva. Además, es lógico esperar que no a todo el mundo le guste el corto. 
He aquí algunos de los comentarios sobre el cortometraje Soledad. Se los dejo casi textualmente como los escribieron.
Pabela Lake: “Oscar… han demostrado que el cine es también poesía, desde el texto hasta las imágenes, me han llegado muchísimo!!  Un aplauso para Oscar y Érika y por muchos más cortos tan gratificantes como este. Enhorabuena!”
Milton Moreira: «vi su corto metraje. creo que hay que seguir buscando un estilo propio, en el entorno y con los recursos disponibles. Buen esfuerzo.»
Odaliz Navarrete: “Felicitaciones Excelente Trabajo”.
Antonio Turcios: “No habia podido ver el corto hasta hoy. Me gusto mucho la fotografia, las escenas, muchas de ellas son como poesia visual y de plano muestran la riqueza de colores y vida en nuestro paisito. Las lineas o script fue muy bueno, la narracion en buen matrimonio con las escenas, la musica de plano fue espectacular y las actuaciones, sobre todo de Soledad. Lo unico que si no estuve tan cierto fue del final, pero de plano…fantastico trabajo. No es facil hacer un filme, es facil decir es bueno o no, pero parir uno, hacerlo de la nada….trabajo duro y muy bien hecho.”
Carolina Valencia Uribe: «Me parece conmovedor, intelectual y profundo.Lleno de todas las riquezas y del colorido de nuestros pueblos en El Salvador.Como siempre mi admiración y respeto por todo lo que hacen, queridos Erika y Oscar. Muy lindo corto, me gustó y me sentí conmovida…»
Laura Bodin: «Gracias, Oscar y Erika, por haber realizado esta obra de tan iluminada inspiración creativa. Estoy tan orgullosa de ustedes! Cuando me sienta sola en estas tierras lejanas, aqui encontrare, en este poema visual, intitulado «Soledad», alivio y sustento para seguir, día tras día, implacablemente hasta el final.»
Nota: Este cortometraje fue publicado originalmente  en LA ESQUINA DE ÉRIKA Y ÓSCAR y en LA CINERATA.

KIND OF BLUE. Un álbum de Miles Davis. Documental.

La primera vez que escuche el álbum «Kind of blue»de Miles Davis fue para mí como chocar contra algo totalmente desconocido, pero suave, atrayente, gratificante al oído.  Aunque ya había escuchado jazz y me había comprado algunos discos de gente como Gerry Mulligan, Charlie Parker o Sarah Vaughan, por mencionar algunos, al principio no entendí muy bien de qué se trataba lo que estaba escuchando; el primer número del álbum, «So what», me dejó como flotando en un mundo musical en el que nunca había estado. Después de tres veces de escucharlo seguido todo el álbum, me di cuenta, tan tempranamente, que me había vuelto irremediablemente adicto al «Kind of blue», una sana dependencia que aún conservo hasta el presente día.

En el folleto que trae el disco dice que todos los temas fueron grabados en la primera toma, como un tipo de arte visual japonés que se hace de un solo trazo, sin levantar el pincel, sin interrupciones, con la intención de que lo espontáneo sea lo más importante; así también estos músicos trabajaron con ese espíritu en la improvisación musical -tan característica del jazz-, y en la cual las ideas que se usaron fueron las iniciales, las que espontáneamente salieron primero. ¡Estamos hablando nada más ni nada menos que de verdaderos virtuosos y genios de la música!

El álbum está compuesto por 5 temas:

«So What»

«Freddie Freeloader»

«Blue in Green»

«All Blues»

«Flamenco Sketches»

Sobre el tema tres del álbum, «Blue in green«, ya había escrito antes algo sobre él. Pero entre las cosas que dije podría rescatar lo siguiente: «Esta composición musical es lenta y empieza con un piano sereno. La entrada de la trompeta con sordina de Miles es alta y limpia, melódica y triste; es una de esas ejecuciones intachablemente perfectas, llena de vida y de fuerza. Continúa el piano de Bill Evans que suena sobrio, muy bien tocado pero sin querer robarse el show. Le sigue la sublime interpretación de John Coltrane que es algo tan fuera de serie, sin pedantería técnica, con una sensualidad inherente, con una compleja sencillez tan bella que puede dejar a cualquiera estupefacto. Vuelve la trompeta de Miles como con la intención de reafirmar y luego cerrar el ciclo melódico. Baja el telón musical Bill Evans con una nostálgica serie de notas pausadas.»

Grabando el «Kind of blue». De izquierda a derecha: John Clotrane, Cannonball Adderley, Miles Davis y Gil Evans.

Hace algún tiempo escribí sobre mi admiración hacia Miles Davis. Y escribí también sobre las grabaciones que hizo Miles Davis junto a Gil Evans.

Pero volviendo al «Kind of blue» de Miles Davis, podría decir que es un álbum que me ha llevado del desconcierto, al asombro; del desconocimiento, al novedoso entendimiento de un tipo diferente de jazz; de la tristeza, a la alegría y la fascinación… Es un álbum inolvidable, una obra de arte única e irrepetible… Como dijo Herbie Hancock: «Es una piedra angular de la música grabada, no sólo para el jazz, sino una piedra angular para la música.»

Por eso, esta vez quiero compartir con ustedes este documental tan interesante, «Kind of blue/Made in heaven», que me encontré en la red. Lo único es que está en inglés (y subtitulado en francés), pero algo se entiende. Está dividido en tres partes; se los dejo aquí. Que lo disfruten.

Kind Of Blue / Made In Heaven. Primera parte.

Kind Of Blue / Made In Heaven. Segunda parte.

Kind Of Blue / Made In Heaven. Tercera parte.

Texto:

Óscar Perdomo León

Post data: Gracias a mi amigo Salvador Góchez Peñate, por regalarme dos copias originales de este maravilloso álbum.
Fotografías extraídas de Google.

UNA VIDA MEJOR. Una película de Chris Weitz.

El doloroso drama de los emigrantes ilegales mexicanos, salvadoreños, guatemaltecos, etc. es de lo que trata «Una mejor vida». Trata acerca del típico hombre pobre que deja su país latinoamericano, por la falta de oportunidades y en la búsqueda de una mejor situación económica. Trata sobre los sentimientos  de amor de un padre hacia su hijo.

La temática de la separación obligada de las familias, a través de la deportación, nos cae a los espectadores como una fuerte bofetada y nos despierta y nos alerta sobre las leyes injustas e inhumanas con las que se rige este mundo, en donde los pobres siempre se llevan la peor parte. Se ve el lado bueno del “sueño americano”, pero también su lado más oscuro y siniestro. Es la cruda realidad que viven nuestros compatriotas día a día, pero en la película tenemos la oportunidad de mirar esa realidad de una forma más humana a través del rostro del personaje principal, Carlos Galindo (Demián Bichir).

Carlos Galindo es un jardinero que trabaja en Los Ángeles, California, de una manera dura y poniendo siempre todo su esfuerzo. Cada día es una lucha constante por ganarse el sustento. Pero en él, el rol negativo (como por ejemplo de vendedor de drogas, etc.), ese cliché que ha infestado las pantallas del cine hollywoodense, no aparece. En él, por el contrario, se pueden encontrar los valores de honestidad, responsabilidad, bondad y amor hacia su familia. Su hijo Luis (José Julián), quien vive su adolescencia de rebeldía y acechado por el riesgo de ingresar a una pandilla, es su razón de vida y de esfuerzo.

Al principio el ritmo de la película, dirigida por  Chris Weitz , se siente un poco lento; sin embargo, a medida que los personajes se van dibujando, con todos sus colores y todas sus aristas, y la trama se tuerce creando problemas que desembocarán en la deportación de Carlos, los espectadores se puede llegar a sentir identificados con ese dolor y esa desgracia que sufren nuestros hermanos latinoamericanos. Pero en tratar de resolver todas las dificultades, padre e hijo se unirán de una manera en la que nunca antes habían estado.

La actuación de Bichir es realmente buena; se apodera de su personaje desde la piel hasta la última célula sanguínea. Las escenas finales, cuando se despide de su hijo y cuando va de regreso hacia Estados Unidos a través del desierto, Demián Bichir nos demuestra con lujo de detalles que no es ningún actor improvisado. Muy merecida su nominación al Oscar como mejor actor.

Texto:

Óscar Perdomo León

Esta reseña se publicó originalmente en LA CINERATA

THE ARTIST. Una película de Michel Hazanavicius.

Los que nunca hayan visto un largometraje cinematográfico en blanco y negro, y, además, mudo, se preguntarán cómo es posible que una película así le pudiera gustar a alguien. Pues bien, una respuesta perfecta a esa pregunta sería “The artist”, la gran ganadora del Oscar como mejor película de este año 2012, escrita y dirigida por Michel Hazanavicius.

No terminará defraudado el que vea esta película, que es básicamente una historia de amor, de lucha, de éxito y caída, de amistad y orgullo, todo en medio de la industria hollywoodense entre las décadas de los ‘20 y los ’30 del siglo XX.

La película, hecha en pleno siglo XXI, es también un gran homenaje a las grandes producciones de cine mudo de los inicios del siglo XX.

De principio a fin, esta obra de arte lo mantiene a uno entretenido, mezclando escenas cómicas, con otras de tristeza y otras emociones diversas. No se necesitan palabras más que las que salen escritas de vez en cuando en los clásicos cuadros de fondo negro.

Hay tres grandes protagonistas en esta cinta: George Valentin (protagonizado por Jean Dujardin), Peppy Miller (Bérénice Bejo) y la música. Valentin es una estrella del cine mudo, el más grande, admirado por todo el mundo; sin embargo, cuando llega la era del cine sonoro, es despedido por los estudios; a partir de ahí, la vida de Valentin empieza una caída en avalancha hasta tocar fondo. Peppy Miller, que es una joven común y corriente que conoce a Valentin cuando éste era una gran estrella, empieza su carrera como actriz gracias a la ayuda de él, hasta alcanzar el estrellato en pleno inicio del cine sonoro. Ella, ya siendo rica y famosa, no se olvida de su mentor y en todo momento trata de ayudarlo a salir de su desgracia.

Ahora bien, la música juega un papel preponderante en esta película. Podríamos decir que la música es el lenguaje de los actores, de las escenas de grandeza y de alegría, así como de las de depresión y  desdicha. Fue compuesta, con pequeñas excepciones, por Ludovic Bource.

Es de hacer notar también la relación de amistad y de respeto que se establece en la historia entre Valentin y su chofer (protagonizado por James Cromwell). Hay escenas muy conmovedoras entre ellos.

Las actuaciones. Por un lado, la actuación de Dujardin le valió ganar como mejor actor en Cannes y un Oscar como mejor actor del año. Su actuación es realmente impresionante y en más de una ocasión le arranca las lágrimas al público. A mi parecer, Bérénice Bejo no se queda atrás en la calidad de su actuación. (Quizás si Bejo no hubiera tenido que competir contra la gran actuación de Meryl Streep en “La dama de hierro”, quizás hubiese tenido más posibilidades de ganar).

También la mascota de Valentin, un pequeño perro simpático, nos brinda escenas de ternura, de actuaciones de fidelidad a su amo y hasta de heroísmo.

Para quien no haya visto aún “The artist”, le recomiendo que lo haga. Es una experiencia realmente inolvidable.

Texto:

Óscar Perdomo León

Imagen tomada de Google.
Esta reseña fue publicada originalmente en LA CINERATA.

LA OTRA TIERRA. Una película de Mike Cahill.

La idea de un universo paralelo, con realidades alternativas, es una teoría basada en las probabilidades. La inmensidad del universo es algo inabarcable. Pero también inmensas son las emociones humanas: el sentimiento de culpa, el odio, el amor, el perdón…  Este es el centro y la médula de la película «La otra Tierra», que vio la luz en el año 2011, y fue dirigida por Mike Cahill. Fue co-escrita por Mike Cahill y, por su actriz principal, Brit Marling.

Este largometraje es un drama bastante intenso con una historia original; aunque hay momentos que pareciera que el ritmo es lento, en realidad la mayor parte me gustó, y creo que esto fue gracias principalmente a la actuación bastante buena de Brit Marling.

Todo inicia cuando la adolescente Rhoda Williams (Brit Marling) va manejando su vehículo, con unos tragos de más, mientras escucha en la radio sobre la existencia de un planeta similar a la Tierra, conocido como “La Tierra 2” y que se mira sólo como un punto azul.

A unos metros de allí se encuentra haciendo alto un automóvil en donde se conducen una familia de tres: un padre, una madre (que además está embarazada) y su hijo.

Rhoda, distraída mirando a través de su ventana ese planeta, se estrella contra ese automóvil. La escena es impactante, tanto por el ángulo en que fue filmada, como por el silencio que la antecede.

En el accidente mueren la mujer y el niño. El padre, cuyo nombre es John Burroughs, personificado por el actor William Mapother, permanece en coma durante mucho tiempo.

Rhoda va a la cárcel por cuatro años y al salir, decide trabajar en limpieza en una escuela, que sería una especie de autocastigo por los asesinatos cometidos, aunque involuntariamente, pero la culpabilidad la sigue hiriendo.

“La Tierra 2”, que al principio sólo era un puntito azul en el cielo, poco a poco se va acercando a la Tierra, con luna incluida, como en una imagen en espejo. Pronto se organiza un viaje estelar, cuyos boletos son carísimos, pero en Internet hacen un concurso para ganarse un boleto en ese vuelo especial; para ganarlo hay que escribir una prosa con las razones convincentes de por qué se querría ir a ese viaje. Rhoda escribe y gana el boleto.

 Leyendo un periódico, se da cuenta que John Burroughs ha salido del coma. Va a su casa para pedirle perdón, pero pierde el valor de hacerlo y le dice una mentira: que ella es de una organización de limpieza gratis.

En este punto, y con el trascurrir de los días, se alcanza y se forma una relación entre ellos, que crece hasta el romance.

La película es muy interesante porque se mezcla la vida contemporánea con la ciencia ficción de una manera bastante creíble. Es una cinta sin mucho diálogo, pero sí, a través de imágenes, con cambios de luz, de vestuario y de maquillaje, nos va contando la evolución sentimental de los dos principales personajes.

¿Viajará Rhoda al espacio exterior? ¿Llegará a saber John Burroughs que Rhoda fue la adolescente que manejaba irresponsablemente el vehículo que causó el fatal accidente?

Por supuesto que no les voy a contar el final, pero les puedo decir que, a mi parecer, la película termina muy bien con un giro inesperado para el espectador.

Texto:

Óscar Perdomo León

Revisión de ortografía y redacción: Laura María Perdomo Pacas.
Imagen tomada de Google.
Publicado originalmente en LA CINERATA

¿POR QUÉ HA GUSTADO TANTO LA SERIE SALVADOREÑA «CAPITÁN CENTROAMÉRICA»?

La serie CAPITÁN CENTROAMÉRICA es una parodia, realizada por salvadoreños, de la caricatura estadounidense Capitán América.

En septiembre de 2011 apareció en YouTube el primer capítulo de esta interesante serie que ha captado la atención de un amplio público salvadoreño, especialmente de la audiencia que navega con frecuencia en el mundo virtual del Internet.

Quizás lo primero que hay que decir es que en esta serie participa, como actor, el cineasta salvadoreño André Guttfreund, quien es miembro activo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Los Estados Unidos, y es, además, ganador del Oscar de 1976, por dirigir el cortometraje «En la región del hielo».

Lo segundo que tendría que decir es que el CAPITÁN CENTROAMÉRICA es una producción de bajo presupuesto. (Hay que aclarar que en El Salvador es muy difícil conseguir presupuesto para una producción cinematográfica, a diferencia de otros países de la región americana.)

Pero…  ¿por qué ha gustado tanto el CAPITÁN CENTROAMÉRICA?

La primera respuesta a nuestra interrogante, para mí, sería que la serie tiene una calidad bastante buena.

Pero no sólo la evidente calidad es la que gusta a la gente, es también la comicidad que baña buena parte de cada uno de los guiones. Todos los actores y actrices han sabido cargar muy bien con el humorismo y con el rol que se les ha asignado. Y me agrada que no parten de la vulgaridad para hacer reír. Más bien nos reímos de nuestra cotidiana idiosincrasia. Además, las actuaciones son buenas y convincentes.

Otra cosa importante que creo que es importante para que esta serie haya cautivado al público es una cosa muy básica del séptimo arte: El cine es un espejo de la sociedad y a los salvadoreños nos ha gustado mucho vernos reflejados en la pantalla (aunque sea en la pequeña pantalla de una computadora). Ver rostros familiares, escuchar hablar sobre comidas muy nuestras y oírlo con el acento tan típicamente salvadoreño es algo que necesitamos los salvadoreños. Vemos en la pantalla el rostro del Capitán Centroamérica y de sus ayudantes  (el Mudo y Marimba) y nos reconocemos.

Además, el hecho de mirar unidos a nuestros países, en la gran patria centroamericana –el sueño de Francisco Morazán- es algo que muy en el fondo nos agrada, nos hace vernos más grandes y fuertes; quedan atrás las divisiones absurdas y las peleas inútiles entre hermanos centroamericanos.

Sin embargo, me parece que el punto medular del éxito del CAPITÁN CENTROAMÉRICA, es que los salvadoreños saboreamos la justicia, aunque sea por un momento y aunque sepamos que no es de verdad, disfrutamos realmente de ver por fin a alguien impartiendo justicia. Al CAPITÁN CENTROAMÉRICA lo amamos porque tiene un sentido de servicio hacia el prójimo que vemos como algo raro y perdido entre los que se supone que deben tenerlo.

La frustración que el pueblo salvadoreño siente con respecto a sus políticos, la indignación que siente hacia la corrupción, la angustia y el temor que experimenta a diario debido a la violencia y a las extorciones, se ve todo solucionado por un superhéroe nacido del pueblo, un hombre agradable que deja el egoísmo a un lado y piensa en alguien más que sí mismo.

Esa es la clave principal. El CAPITÁN CENTROAMÉRICA personifica la justicia que tanto necesitamos en nuestro país.

Pero aparte de todas estas impresiones personales, quiero decir que mi alegría se suma a la del pueblo salvadoreño, al ver surgir una serie nacional tan emocionante. Felicitaciones para Andrés Díaz (guionista y director) y para todos los que han participado de una u otra manera en ella.

Para finalizar, para quienes no lo hayan visto, los dejo con el capítulo dos del CAPITÁN CENTROAMÉRICA, que me parece que muestra muy bien de lo que les he estado hablando.

Texto:

Óscar Perdomo León

LA LAPIDACIÓN DE SORAYA M. Una película de Cyrus Nowrasteh.

La historia da inicio en el año de 1986, y se lleva a cabo en Irán,  cuando el periodista francés-iraní Freidoune Sahebjam (personificado por Jim Caviezel) tiene un desperfecto mecánico en su carro y al llegar a un pequeño pueblo para que se lo arreglen, se encuentra con Sahra (Shohreh Aghdashloo), una mujer que se da cuenta que él es un periodista y, a escondidas de los demás, le cuenta la terrible historia de su sobrina, Soraya.

Soraya (Mozhan Marnò) está casada con Ebrahim (David Diaan), con quien tiene dos hijos y dos hijas. Pero Ebrahim se ha enamorado de una chica de 14 años de edad y para divorciarse de Soraya tiene que darle una especie de herencia, la cual él se niega a brindar, de tal manera que, de una manera fría y calculadora, maquina una forma de deshacerse de Soraya: la acusa de adulterio, un delito grave bajo la religión islámica, para lo cual el castigo es la muerte por lapidación.

En este punto es fácil para el espectador comprender que las mujeres iraníes no tienen voz ni voto en las decisiones grandes de su país, así como también puede establecer y ser testigo de la injusticia llevada a sus máximas consecuencias.

En un país donde la vida de los ciudadanos y el accionar del gobierno están supeditados a una religión, con sus preceptos antiguos y violentos, llenos de ignorancia y prejuicios, no puede resultar nada bueno. Un país donde el laicismo está ausente, el atraso en la educación y en las relaciones sociales es evidente.

Y de esto es lo que trata «La lapidación de Soraya M.», (conocida en español como «La verdad de Soraya»), producción estadounidense que vio la luz en el año 2008, y cuyo guión está basado en el libro que escribió Freidoune Sahebjam, «La Femme Lapidée».

Este largometraje también aborda esencialmente la injusticia inclinada en contra de la mujer y su ausencia de derechos.

Si el Islam justifica el asesinato (como también lo hace el antiguo testamento de la Biblia), y si esta religión es seguida de una manera fundamentalista por muchas personas en el mundo, podemos decir con tristeza que la violencia no tendrá fin.

La escena de la lapidación es tan real que me parece que nadie puede quedarse indiferente ante tal acto de bestialidad.

Las actuaciones son exquisitas, sumamente creíbles, dignas de ser premiadas en cualquier gran festival de cine. Y la música es muy importante y bella en la historia. Pero lo principal es que su realismo conmueve y nos sensibiliza  ante un problema de machismo, de brutalidad y de muerte con tortura que aún se sigue empleando en varios países islámicos fundamentalistas.

Los dejo con un avance de la película.

Texto:

Óscar Perdomo León

Esta reseña originalmente fue publicada en LA CINERATA 

VITUS. Una película de Fredi M. Murer.

Los que hayan leído algunas de las reseñas que he escrito sobre cine ya habrán notado que tengo una especial inclinación hacia las películas que están llenas de música, ya sean directamente musicales o largometrajes cuyo tema central esté impregnado de este arte del sonido.

«Vitus» es una película suiza, muy musical, que llegó a los cines en el año 2006. Dirigida por Fredi M. Murer, un experimentado profesional a quien lo precede una veintena de películas. La trama parte al contar la historia de Vitus, un niño prodigioso para la música, pianista, pero también con una inteligencia muy superior al promedio y que también es muy hábil en muchos de los otros campos del conocimiento humano.

Sin embargo, el niño crece arrogante y, en cierta manera, solitario. El primer golpe que recibe es cuando sus padres, al ver su grandiosa habilidad para la música, deciden cambiar a su tutora, a quien el niño quiere mucho. El segundo gran golpe es que sus padres resuelven cambiar a su niñera, Isabel, una preadolescente muy simpática de quien el pequeño Vitus se había enamorado.

Cuando Vitus alcanza la edad de 12 años, se cansa de ser superior y anormal, con su IQ tan elevado que casi es inmedible; entonces inventa y actúa un accidente en donde finge golpearse la cabeza. Después de eso, se muestra como un niño común y corriente. Lo mandan entonces a una escuela normal. El piano apenas lo puede tocar. Sus padres se decepcionan, en especial su madre.

Pero en la vida de Vitus hay un pilar en donde él se sostiene, un punto de equilibrio para sus emociones y su amor: su abuelo paterno. Entre ellos hay, desde el principio, una amistad muy sincera, cariñosa, de respeto mutuo. Son cómplices muy cercanos.

Vitus, más adelante, comprando discos en una tienda de música, reconoce a Isabel, ya una mujer joven, muy bonita. Vitus continúa enamorado de ella. Me gusta mucho la escena donde ella, sin saber que él es el niño Vitus a quien cuidaba, le muestra y recomienda algunos discos, y Vitus la mira totalmente enamorado.

Mientras tanto, algunos problemas familiares se presentan: su padre es despedido de la empresa en la que ha trabajado durante tanto tiempo, y su abuelo tiene un accidente muy serio.

Durante todo el largometraje, hay un asentamiento de apoyo muy fuerte en la historia, que es la música clásica, la cual no sólo es fondo, sino actriz, bella y caprichosa.

Como es mi costumbre, no contaré cómo se resuelve la trama de esta película, pero para los que no la hayan visto, les garantizo un final muy emocionante y lleno de música grandiosa.

Texto:

Óscar Perdomo León

Imagen extraída de Google.
Esta reseña fue publicada originalmente en LA CINERATA 

EL SECRETO DE SUS OJOS. Una película de Juan José Campanella.

Acabo de ver «El secreto de sus ojos», una película argentina que, como todos saben, en el 2009 ganó el Oscar como mejor película de habla no inglesa del año, así como también fue ganadora en varios festivales de cine. Fue dirigida por Juan José Campanella, quien además hizo el montaje. (Estoy atrasado, es cierto, pero con tantas películas que salen cada año, no creo que alguien sea capaz de verlas todas. Pero bien, el objetivo de escribir hoy es hablarles de esta gran producción.) El largometraje cuenta con las actuaciones de Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago y Javier Godino, entre otros.

La trama gira alrededor de la violación y el asesinato de una bella joven. Benjamín Espósito (Ricardo Darín), que al principio iba de mala gana a la escena del crimen, se obsesiona con descubrir al asesino. La solución del crimen toma un giro inesperado, cuando un abogado no muy amigo de Espósito, supuestamente resuelve el crimen, adjudicándolo a dos pobres diablos que nada tenían que ver, con tal de quedar bien con el máximo jefe. Espósito no tolera esto y continúa, con grandes dificultades, la investigación, con la ayuda de su asistente, Pablo Sandoval (Guillermo Francella) y de su jefe inmediato superior, Irene (Soledad Villamil).

Una cosa que llamó mucho mi atención desde el principio fue la actuación impecable de la mayoría de los actores, especialmente de Darín, Villamil y Francella. A veces sólo basta una mirada o un leve gesto para decirnos lo que habría necesitado varias frases intensas o todo un párrafo escrito. El argumento y el guión son realmente buenos; pero personalmente creo que la clave del éxito de este largometraje son las maravillosas actuaciones y una dirección inmejorable.

Mientras transcurren los eventos que van acercando a Espósito al verdadero asesino, va creciendo también los detalles del amor tácito y recíproco que hay entre él e Irene. Todo este embrollo amoroso se muestra tan sutilmente y tan puro, que uno se enamora del amor de ellos.

El desenvolvimiento y la conclusión de esa madeja llamada trama se dan hasta el final sorpresivo, que nos deja con emociones encontradas entre lo que es correcto y lo que no lo es.

Todo lo anterior ocurre en un flashback muy bien hecho, mezclado con el presente, a través de Espósito, quien se acaba de jubilar de un Juzgado Penal y siente que hay varios cabos sueltos en su vida. Se propone escribir por fin la novela que siempre quiso escribir y que trata sobre el asesinato que lo ha obsesionado (el de la bella joven); pero en el enfrentamiento entre la investigación y los recuerdos para escribir su libro, colisiona inevitablemente con un desenlace inesperado sobre el caso del asesino y, además, con su amor de siempre: Irene.

La película está basada en la novela de Eduardo Sacheri «La pregunta de sus ojos». El guión fue escrito por Eduardo Sacheri y Juan José Campanella.

La música, de Federico Jusid y Emilo Kauderer,  estuvo muy bien lograda.

Texto:

Óscar Perdomo León

Imágenes tomadas de Google.
Nota: este artículo fue publicado originalmente en LA CINERATA

LA SECRETARIA. Una película de Steven Shainberg.

La química que se puede producir –o no- entre dos protagonistas de una película, es un factor fundamental para que ésta alcance el éxito o el fracaso, desde el punto de vista artístico. Y así, los productores o directores siempre andan buscando esa chispa que se encienda cuando un actor y una actriz se miran el uno al otro o cuando se besan.

 

En el caso de la cinta «La secretaria», los responsables de encontrar a James Spader y Maggie Gyllenhaal dieron en el clavo con exactitud. La química y la combustión entre ellos son innegables, y sus actuaciones brillantes son una verdadera delicia.

 

«La secretaria», una de las películas que más me ha gustado, vio la luz en el año 2002, y su tema es la relación sadomasoquista entre un abogado y su secretaria. Todo inicia cuando Lee Holloway (Maggie Gyllenhaal) sale de un hospital psiquiátrico el mismo día que su hermana se casa. Su madre la llega a traer y se la lleva directamente a la fiesta nupcial. Poco a poco se va develando que Lee había sido ingresada debido a su tendencia a la automutilación.

 

Luego, en su deseo de incorporarse a la sociedad, aprende mecanografía; sin embargo en ocasiones, y siempre a escondidas, continúa causándose heridas en los muslos.

 

Por un anuncio en el periódico se entera que un abogado, Edward Grey (James Spader), necesita una secretaria. Ella se presenta y él la contrata, y es aquí en donde empieza la verdadera trama de la película. El actuar dominante de él y el papel sumiso de ella, hacen que se forme inmediatamente un lazo de unión entre ellos, lo cual los va llevando hasta lo sexual y gradualmente al amor. Pero entre un paso y otro ocurren varias situaciones que complican la relación.

 

 Creo que una de las mejores cosas de esta película es la tensión entre los dos principales protagonistas que desemboca en un amor no muy común, que nos muestra que la variedad en las relaciones de pareja puede existir. Nos hace también experimentar y entender que todos tenemos un poco de sádicos y de masoquistas.

 

Una escena de intenso erotismo sadomasoquista es cuando ella se equivoca en la escritura de una carta y él la llama a su oficina y la reprende de una manera inusual e inesperada. Le ordena apoyar sus codos sobre el escritorio e inclinarse y leer en voz alta la carta. Ella le obedece. Él, detrás de ella, empieza a suministrarle fuertes nalgadas. En el rostro de Lee se observa la sorpresa, pero también el disfrute paulatino, escalonado, de un placer desconocido hasta entonces por ella. Esa escena es realmente memorable.

 

Los diálogos en toda la película son interesantes. La manera de contar la historia, con escenas muy realistas y con otras hasta oníricas y coloridas, le dan, además, a este largometraje un gran atractivo artístico.

 

La otra protagonista que le da mucho carácter y calidad a este drama es la música, compuesta por Angelo Badalamenti.

SECRETARY. Trailer.

 

 

Texto:

Óscar Perdomo León

Este artículo fue publicado originalmente en LA CINERATA

EL CONCIERTO. Una película de Radu Mihaileanu.

Mélanie Laurent

Esta extraordinaria co-producción entre Rumania, Bélgica, Italia y Francia, y que vio la luz en el año 2009, fue dirigida por Radu Mihaileanu. El largometraje empieza cuando AndreyFilipov (interpretado por el actorAleksey Guskov), quien se encargaba de la limpieza del teatro Bolshói (Moscú,Rusia), se entera casualmente, a través de un fax, que desde Francia están invitando a la orquesta Sinfónica del Bolshói, para hacer una presentación.

 Filipov, aunque trabaja, como ya dije, en la limpieza, es en realidad un prestigioso director de orquesta que fue degradado durante una época en que se perseguía a los judíos; él se negó a sacar a los judíos que había en su orquesta y el régimen autoritario lo castigó con la humillación, prohibiéndole volver a dirigir. La trama de la película se centra precisamente en ese concierto que deberá realizarse en París. Este evento desata, de una manera inesperada, la esperanza de Filipov y de sus amigos músicos.

Es importante entender la presión política a la que están sometidos Filipov y sus amigos músicos. Y una manera que usaron los guionistas para entender esto es a través del trabajo de la esposa de Filipov, quien vive de conseguir multitudes, organizar gentes en papeles de extras, ya sea en manifestaciones a favor del régimen político (o para la boda de algún mafioso),con el objetivo de dar la impresión de que el evento que se esté realizando es muy concurrido y es todo un éxito, con lo cual se nos expone una cara no muy bonita de la sociedad de Rusia.

Pero volviendo a la historia medular, Filipov entusiasmado, poseído por una fiebre que sólo puede curar la música, organiza una orquesta con sus viejos amigos y decide hacerse pasar, a escondidas por su puesto, por el Bolshói y sustituirlo en su presentación en París.

Me gustó mucho la manera en que abordó la ilusión del director Filipov, es decir, la de volver a dirigir, el detener bajo su batuta a todos sus músicos e interpretar a Tchaikovsky. Filipov tiene una obsesión, pero de tipo artística, con el músico ruso Tchaikovsky, y éste es un punto importante de la trama y también del desenlace de esta película. Por supuesto que no les voy a contar la historia de la película; pero sí les diré que los amantes de la música que decidan verla, no quedarán decepcionados. Y a los que no aman tanto la música, pero sí las historias con buen argumento,salpicadas de buen humor y con un final intenso, les diré que esta es una cinta que no querrán perderse.

El final, mientras toca la orquesta en París, con la violinista estrella Anne Marie Jacquet (interpretada por la actriz francesa Mélanie Laurent), en medio del ímpetu de la música, se entregan al espectador los últimos detalles con que se cierra la historia. Me gustó mucho la manera en que el director contó el final, no sólo por las reveladoras palabras, sino por la imágenes que en ningún momento se debilitan. Es un final casi orgásmico, por su ardor artístico, pero también por la dicotomía de por lo trágico y lo reivindicativo que se mezcla en las últimas tomas.

 Por cierto, el guión fue escrito por Radu Mihaileanu y Alain Michel Blanc.

 Para terminar, quiero decir que esta película es totalmente recomendable y la puedo describir con una sola palabra: maravillosa.

Texto:

Óscar Perdomo León

Este artículo fue publicado originalmente el 26 de diciembre de 2011 en LA CINERATA

Fotografía extraída de http://imagenesfotos.com/fotos-de-melanie-laurent/

ENAMORADA. Una película del Indio Fernández.

María Félix Enamorada

Las palabras que siguen representan mi opinión libre y llana como espectador y amante del cine, no como experto, que no lo soy.

«Enamorada», estrenada en 1946, es una de las más bellas películas que he visto en mi vida. Desde la primera vez que la vi quedé embelesado con la trama y con los tonos exquisitos del blanco y negro y toda la escala intermedia de grises que se lucen en la pantalla; pero especialmente quedé atrapado por la actuación de sus principales protagonistas: María Félix y Pedro Armendáriz. Esta película fue dirigida magistralmente por Emilio «El Indio» Fernández.

La trama, que transcurre durante los años de la Revolución Mexicana, inicia cuando el general José Juan Reyes (Armendáriz) se toma la ciudad de Cholula y empieza a exigir dinero a los ricos del pueblo para «La Revolución». Hay fusilados, apaleados, así como actos de justicia, como cuando el general le da dinero al profesor de la escuela, que no había recibido dinero de  parte del gobierno en meses. La historia tiene sus partes de ternura, de comedia y de tragedia también.

Sin esperar el amor, el general, cuya mente estaba ocupada sólo con ideas para «La Revolución», se topa accidentalmente con Beatriz Peñafiel (María Félix), la mujer más bonita y adinerada de la ciudad y, a primera vista, se enamora de ella. Sin embargo, hay varias dificultades que el general enfrenta: ella ya está comprometida, es de una clase social muy diferente y además, con su deliciosa altivez, lo rechaza y lo humilla.

Hay una escena que es para ser recordada por siempre, que es precisamente cuando Beatriz tiene su primer encuentro con el general Reyes. Éste, al verla pasar cerca, pero de espaldas, la piropea y al mismo tiempo le hace una broma. A ella, al subir unas gradas, se le había levantado un poco el vestido y se le había alcanzado a ver una parte de sus piernas. El general grita en medio de otros militares, que por mirar otra vez esas piernas, él aceptaría gustoso una cachetada. Beatriz se detiene en el acto, voltea su rostro y le dirige una mirada fulminante. El general se queda asombrado, pero también admirado de su belleza. Luego ella se levanta un poco el vestido y le deja ver nuevamente las piernas y el general está casi atontado mirando. Entonces ella se acerca y lo abofetea. Y le dice que como miró dos piernas, pues que entonces son dos bofetadas las que se ha ganado. Éste, con una sonrisa pícara, le presenta la otra mejilla y Beatriz lo golpea tan fuerte que lo tira al suelo. La risa de los otros militares es inmediata y el general está más impactado por la belleza de Beatriz, que por las cachetadas que acaba de recibir. Esa escena vale la pena mirarla.

A partir de ahí, la presión intensa de la película se centra en el cortejo del general y en los rechazos de Beatriz. A medida que va avanzando la historia, poco a poco se van conociendo el uno al otro.

Hay otra escena que me encanta y es cuando el mayor Joaquín Gómez aconseja al general Reyes sobre las mujeres y sobre pedir perdón. Me gusta mucho la actuación que hace aquel.

Los colores y el paisaje de fondo son factores de belleza innegable en esta película, como en la escena de la foto (arriba), donde  Beatriz camina a través de un portal y el general la sigue por la calle montado en su caballo.

El romanticismo llega a su máxima expresión cuando el general le pide perdón a Beatriz por quererla y renuncia a ella, así como también cuando Beatriz, justo antes de firmar el acta de matrimonio, lo abandona todo y corre enamorada hacia el general Reyes.

El primerísimo primer plano de María Félix en la escena donde escucha la serenata (La Malagueña, interpretada por el Trío Calaveras) de pedido de perdón por parte del general Reyes, es una toma cinematográfica intensa, embriagante, especialmente por la mirada con la que María Félix nos muestra toda una gama de sentimientos. Del asombro y la curiosidad, pasa a otro sentimiento muy parecido a la tolerancia y al amor.

María Félix y Pedro Armendáriz

Por supuesto que hay algunos huecos en la historia, como la aparición de la niña llamada Adelita, adoptada por el general Juan José Reyes, que sólo aparece un par de minutos en escena y desaparece después por completo de la película; pero son minúsculos estos detalles si los comparamos con todos los aciertos del guión y la puesta en escena. (En una nueva versión que se hizo de «Enamorada», de la cual hablo más adelante, sí aparece en otras escenas Adelita). El guión fue escrito, por cierto, por el mismo Indio Fernández, con la ayuda de Íñigo de Martino y de Benito Alazraki.

Emilio «El Indio» Fernández (1903-1986) fue uno de los directores, productores y actores más destacados de México. Su filmografía es extensa.

En 1949 salió a la luz una nueva versión de «Enamorada», pero en inglés, siempre dirigida por Emilio Fernández, cuyo nombre fue «The Torch»; en el papel estelar masculino siempre estaba Pedro Armendáriz, pero en el femenino ya no estaba María Félix, sino Paulette Goddart. En esta la historia es básicamente la misma, sin embargo, como es natural en cualquier versión, tiene sus propias particularidades. Muy buena película; pero, aunque las comparaciones son odiosas, como alguien dijo, me quedo con la «Enamorada» de 1946. Además en esta primera versión aparece Manuel Inclán, que me gusta cómo hace su papel de Bocanegra, el oficial más cercano al general.

Para los que quieran ver «Enamorada» lo pueden hacer a través de YouTube, siguiendo este enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=qIvh-NOiVDA

Óscar Perdomo León

Imágenes tomadas de Google.

VALS PARA PANCHIMALCO. Música para un cortometraje documental.

La realización de un cortometraje  es difícil que lo lleve a cabo alguien en solitario, casi siempre estas lides conllevan la participación de varias personas. Mi esposa Érika y yo, como aficionados al cine, ya que no como profesionales, hemos hecho un par de cortometrajes, porque sentimos que es un pasatiempo muy bonito. Ha sido para nosotros también una manera de expresarnos artísticamente; aunque los recursos con los que hemos trabajado han sido altamente limitados, pienso que tenemos algo a nuestro favor y es nuestro entusiasmo casi ingenuo para este tipo de actividades.

Ahora nos encontramos trabajando en un documental dedicado a la iglesia de Panchimalco y en pro de eso he estado pensando durante algunos días en la música que se  le podría poner al corto como fondo y lo primero que se me vino a la mente, después de sumergirme en las imágenes de la iglesia de Panchimalco, fue un vals. Así que hace cinco días compuse VALS PARA PANCHIMALCO y hace cuatro días lo grabamos con Arecio D´ León.

Los invito a escuchar, pues, esta sencilla y corta composición, y espero que al escucharla lo hagan pensando en que es música de fondo para un película con las imágenes de Panchimalco brotando a cada segundo.

VALS PARA PANCHIMALCO

http://www.box.net/embed/cj2dm8a3sac0x0l.swf

Créditos:
Vals compuesto por Óscar Perdomo León, para el cortometraje documental PANCHIMALCO Y SU IGLESIA (en proceso de realización).
Interpretado por Arecio D´ León y Óscar Perdomo León.   Arreglos hechos por Arecio D´ León.
Texto y fotografía:

Óscar Perdomo León

CALLE 54. Un documental de Fernando Trueba.

A principios de este año escribí lo siguiente: «Fernando Trueba ya me había capturado positivamente con su documental sobre jazz latino “Calle 54″, un verdadero festín para los que amamos la combinación de música y cine, combinación que siempre se ha dado, es cierto, pero que es mejor si la actriz principal de la película es la música.» Una afirmación que sigo sosteniendo.

Este documental, que vio la luz en el año 2000, es en verdad una verdadera delicia para aquellos que adoramos la música y es también muy educativo con respecto a conocer el origen del jazz latino y enfrentarnos con algunos de sus mejores estilos y exponentes.  El jazz hecho por los músicos de origen latino, entre españoles, cubanos, brasileños, puertorriqueños, venezolanos, argentinos y dominicanos (principales actores de este documental), siempre ha tenido ese sabor propio del trópico o del calor humano propio del latino, con sus diferencias, por supuesto. Todo ese ritmo ha sido arrancado de África para fundirlo con la armonía occidental.

Empieza Fernando Trueba diciendo: «A principios de los ´80 un amigo me regaló un disco que complicó mi vida: me convertí en un adicto al jazz latino». Y a partir de ahí, la música tocada por verdaderos genios y prodigiosos lo envuelve a uno en una atmósfera única, en la que no niego que derramé un par de lágrimas de la emoción mientras escuchaba. Es inevitable desconectarse de esa avalancha de corcheas, blancas, negras y semicorcheas, flotando como ángeles y demonios sobre nuestros oídos.  Como dijo Roque Dalton: «Nada me hace llorar sino el amor»; yo digo, plagiando a Dalton (o mejor dicho, parafraseando, para que no se oiga tan mal): «Nada me hace llorar sino la música y el amor».

Muchos y grandiosos músicos participan es este documental; pero Trueba se centra principalmente, en orden de aparición, en el cubano Paquito D´ Rivera, la brasileña Eliane Elías, el español Chano Domínguez, los puertorriqueños Jerry y Andy González, el dominicano Michel Camilo, el argentino Gato Barbieri, el puertorriqueño Tito Puente, el cubano Chucho Valdés, el cubano Arturo «Chico» O´Farril, los cubanos Bebo Valdés e Israel «Cachao» López, pasando por un ensamble de percusión y bajo (con una pareja de baile incluido) entre los que destacan Carlos «Patato» Valdés y Orlando «Puntilla» Ríos, finalizando con el dúo de padre e hijo: Bebo y Chuco tocando dos pianos; cierra el documental con una descarga del grupo de Jerry González mientras van saliendo los créditos de todos los músicos participantes .

A Horacio «El Negro» Hernández, quien toca en este documental en la big band de Chico O´Farril y en el trío de Michel Camilo, tuve la oportunidad de escucharlo en vivo, en San Salvador, hace ya algunos años, en una venta de instrumentos musicales que está cerca de La Campana; fue una experiencia espectacular; me pareció que Hernández era un extraterrestre de la batería que tocaba un ritmo diferente al mismo tiempo con cada una de sus cuatro extremidades.

He aquí, pues, a continuación una probadita de este maravilloso tesoro del cine y la música: Calle 54. Escucharemos y veremos «Panamericana», la composición interpretada y dirigida por Paquito D´ Rivera,  con la cual inicia este documental.

Texto:

Óscar Perdomo León

Imagen extraída de: http://www.google.com.sv/search?hl=es&cp=7&gs_id=5&xhr=t&q=calle+54&gs_sm=&gs_upl=&biw=1280&bih=699&um=1&ie=UTF-8&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi

LA ZONA INTERTIDAL, del Taller de los Vagos.

Manuel Sorto, miembro del Taller de los Vagos, editando, en Tlayacapan, México.

El cine salvadoreño, aunque ya tiene más de un siglo de existencia, ha tenido una producción bastante baja en cantidad, si lo comparamos con el cine que se hace en otras latitudes; sin embargo ha habido esfuerzos  muy meritorios y de buena calidad.

Este día recordaremos la película realizada en 1980 por el Taller de los Vagos: LA ZONA INTERTIDAL. Fotografía e idea original de Guillermos Escalón. Edición y actuación principal de Manuel Sorto. Asistentes:  Marie Nöelle Fontan y Lyn Sorto. Actuaciones especiales de Jorge Cañénguez (el estudiante), Aparicio (niño en la playa). Dirección: colectivos. (Los demás créditos tan importantes, como los de la música, podrán verlos ustedes mismos al mirar la película). La versión que veremos aquí es gracias a un esfuerzo de digitalización por parte del Museo de la Palabra y la Imagen.

Hay que ubicarnos en el tiempo y en el espacio y entender que hacer cine, con la temática de esta película, en aquellos días de convulsión social en El Salvador, con el inicio de la guerra civil y los escuadrones de la muerte asesinando a todo sospechoso de ser de izquierda, era, pues, una tarea casi heroica.

Sobre esta película, en el blog MÁS ALLÁ DE LOS 400 CERROS , mi esposa Érika y yo entrevistamos a Manuel Sorto. He aquí un fragmento en donde él habla sobre esta película:

Érika y Óscar: En Cine Apolo, programa que pasan en el Canal 10 de televisión, vimos unos de tus primeros trabajos cinematográficos. ¿Qué cosas recordás de la  esa película? ¿Adónde podemos ver tus películas?

Manuel Sorto: Te refieres a La Zona Intertidal. La única película de ficción que realizamos Guillermo Escalón y yo. Fue producida por El Taller de los Vagos. El tema es el asesinato político. El asesinato de un profesor, como tantos que fueron asesinados a fines de los setentas por los escuadrones de la muerte. Lo importante era lograr filmarla sin que hubiera problemas, ya que teníamos que viajar con el equipo hasta la playa.

Texto:

Óscar Perdomo León

Artículos relacionados. ENTREVISTA A MANUEL SORTO dividida en tres entregas:
MANUEL SORTO, cine, danza, pintura y escritura de un sensuntepecano. Primera entrega.
MANUEL SORTO: “MI PADRE ME QUERÍA MILITAR Y ABOGADO”. Continuación de la entrevista. Segunda entrega.
MANUEL SORTO: “LA MASACUATA FUE MI GRUPO LITERARIO.” Tercera y última entrega.
Fotografía extraída del blog MÁS ALLÁ DE LOS 400 CERROS

LA LEY DE HERODES. Una película de Luis Estrada.

«La ley de Herodes«, es una película dirigida por Luis Estrada, que vio la luz en 1999 y está ubicada en el tiempo a finales de los años ´40 del siglo XX. Esta cinta es tan actual, sincera y cruda que se le ponen a uno los pelos de punta al mirarla, porque a pesar que su temática trata sobre el México del siglo pasado, perfectamente puede extrapolarse todo ese drama a El Salvador de este año de 2011, con las variantes del caso.

La película tiene un poco de comedia, un poco de erotismo, un poco de drama… todos los ingredientes que debe tener una buena película.

La corrupción de los políticos y su completa insensibilidad hacia los problemas reales de la sociedad es reflejada de una manera tan cercana, con diálogos muy acertados y un argumento muy bien hecho.

La historia empieza cuando un alcalde (presidente municipal) de un pequeñísimo pueblito, perdido en medio de la nada, comete un asesinato y se roba el dinero de las arcas públicas; pero en su huida es atrapado y decapitado por una trifulca de los habitantes del pueblito. Para sustituirlo, mandan a un viejo miembro del partido político  PRI, que trabaja administrando un basurero y que al ser nombrado alcalde, se llena de felicidad y orgullo. Lo interesante es que al principio él trata de comportarse éticamente; pero muy pronto, al contacto con la dueña de un prostíbulo, con el sacerdote católico y otros, va cediendo rápidamente a sus sobornos, la famosa «mordida».

La ridiculez de los discursos políticos, sus intrigas y sus ansias de poder están tan bien presentadas que ya a uno no le queda duda que encontrar un político honrado será como encontrar rosas en el mar, como decía una vieja canción.

No les contaré por supuesto el final; pero les diré que la música y la fotografía son muy buenas y que después de verla no quedarán decepcionados. Me gusta mucho también el ritmo de la película. Además creo que la dirección de arte está muy acertada. Las actuaciones son definitivamente excelentes y el largometraje cuenta con un elenco de lujo, entre ellos Damián Alcázar, Pedro Armendáriz hijo, Guillermo Gil, Isela Vega y Leticia huijara, entre otros.

Es una verdadera obra de arte que todo latinoamericano debería ver.  «La ley de Herodes: o te chingas o te jodes.»

LA LEY DE HERODES

Texto:

Óscar Perdomo León

Imágenes extraídas de: http://www.google.com.sv/images?rlz=1C1AVSX_enSV398SV408&q=la%20ley%20de%20herodes&um=1&ie=UTF-8&source=og&sa=N&hl=es&tab=wi&biw=1280&bih=699