ATAHUALPA YUPANQUI, EL PAYADOR PERSEGUIDO

Él es considerado uno de los más grandes cantautores de su país. Y sus composiciones han sido interpretadas por numerosos artistas, como Los Chalchaleros, Mercedes Sosa, Alberto Cortez, Víctor Jara y muchos más.

Portada del disco de El payador perseguido

 

La primera vez que me enfrenté a su música, fue escuchando una de sus más bellas composiciones: “El payador perseguido”. El viejo disco Long Play giraba bajo la aguja de diamante, allá a principios de 1980.

 

 

« ¿Quién es?» –pregunté, maravillado y aturdido. «Es el argentino Atahualpa Yupanqui» -me respondieron.

 

 

Desde entonces su sonido quedó prendido como un rayo en mi memoria.

Con su voz y su guitarra, Atahualpa Yupanqui (1908-1992) hizo que mis ojos y mi corazón miraran la pampa argentina, desconocida para mí, no develada hasta entonces con tanta fuerza, ni siquiera por Martín Fierro.

 

 

“El payador perseguido” es un largo poema, en partes cantado y en otras recitado, con el acompañamiento intermitente y siempre adecuado de una guitarra, tocada por el mismo Yupanqui.

 

 

Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
pal rumbo que ya elegí,
pero siempre hei sido ansi;
galopiador contra el viento.

Eso lo llevo en la sangre
dende mi tatarabuelo.
Gente de pata en el suelo
fueron mis antepasaos;
criollos de cuatro provincias
y con indios misturaos.

Mi agüelo fue carretero,
mi tata fue domador;
nunca se buscó dotor
pues se curaban con yuyos,
o escuchando los murmullos
de un estilo de mi flor.


Una cosa que me asombró y que me tocó profundamente desde el primer momento que lo escuché fue que Atahualpa Yupanqui no sonaba para nada falso en cada palabra que decía. Las coplas salidas de sus labios, dichas con un lenguaje sencillo y rural, eran hondas confesiones dolorosas, pequeñas anécdotas de lo cotidiano o profundas reflexiones filosóficas. Nunca sonaban sus palabras exageradas, teatrales –en el mal sentido de la palabra- o superficiales. Sus versos siempre provenían intensos desde lo más recóndito de su alma.

 

Si alguien me dice señor,
agradezco el homenaje;
mas, soy gaucho entre gauchaje
y soy nada entre los sabios.
Y son pa’ mi los agravios
que le hagan al paisanaje.

El trabajo es cosa buena,
es lo mejor da la vida;
pero la vida es perdida
trabajando en campo ajeno.
Unos trabajan de trueno
y es para otros la llovida.

Cuando sentí una alegría;
cuando el dolor me golpió;
cuando una duda mordió
mi corazón de paisano,
desde el fondo de los llanos
vino un canto y me curó…

 

 

Sus pensamientos mostraban su esencia humilde, trabajadora, pero no sumisa. Ambientalista, respetuoso de su “paisanaje”, ensalzador de la música, libre y denunciador de las injusticias.

 

 

 

El cantor debe ser libre
pa desarrollar su cencia.
Sin buscar la convenencia
ni alistarse con padrinos.
De esos oscuros caminos
yo ya tengo la experiencia.

Yo canto, por ser antiguos
cantos que ya son eternos;
y hasta parecen modernos
por lo que en ellos vichamos.
Con el canto nos tapamos
para entibiar los inviernos…

Y no canto a los tiranos
ni por orden del patrón.
El pillo y el trapalón
que se arreglen por su lado
con payadores comprados
y cantores de salón.

Por la fuerza de mi canto
conozco celda y penal.
Con fiereza sin igual
más de una vez fui golpiao,
y al calabozo tirao
como tarro al basural.

Se puede matar a un hombre.
Pueden su rostro manchar,
su guitarra chamuscar.
¡Pero el ideal de la vida,
esa es leñita prendida
que naide ha de apagar!

Los malos se van alzando
todo lo que hallan por ahí;
como granitos de maíz
siembran los peores ejemplos,
y se viene abajo el templo
de la decencia del país.

Detrás del ruido del oro
van los maulas como hacienda;
no hay flojo que no se venda
por una sucia moneda;
mas, siempre en mi tierra queda
gauchaje que la defienda.

Cantor que cante a los pobres

ni muerto se ha de callar

pues adonde vaya a parar

el canto de ese cristiano

no ha de faltar el paisano

que lo haga resucitar.


El estanciero presume
de gauchismo y arrogancia.
Él cree que es extravagancia
que su peón viva mejor.
Mas, no sabe ese señor
que por su peón tiene estancia.

 

 

 

La experiencia de escuchar a Atahualpa Yupanqui debe ser algo muy personal, como cuando sentimos por primera vez el sabor de una fruta silvestre o aspiramos el olor fresco del cabello de nuestra primera novia.

 

 

A Atahualpa Yupanqui, cuando regreso a escucharlo, tengo que hacerlo entre el silencio y la serenidad de una habitación semi oscura. O puedo compartirlo con alguien que también, silencioso y con ávidos oídos como yo, se transporte a un mundo gauchesco, de honor, pobreza, dignidad y espíritu de lucha.

 

 

 

Amigos voy a dejar

esta mi parte cumplida

en la forma preferida

de una milonga pampeana

canté de manera llana

ciertas cosas de mi vida.

Siempre hay alguna tapera

en la falda de una sierra

y mientras siga esta guerra

de injusticias para mí

yo he de pensar desde allí

canciones para mi tierra.

Y aunque me quiten la vida

o engrillen mi libertad

y aunque chamusquen quizás

mi guitarra en los fogones

han de vivir mis canciones

en el alma de los demás.


No me nombren que es pecao

ni comenten mis trinos

yo me voy con mi destino

hacia el lado donde el sol se pierde

tal vez alguno se acuerde

que aquí cantó un argentino.

 

 

No puedo evitar sentir cierto paralelismo en los primeros dos versos de este último párrafo, con el poema de nuestro querido poeta nacional Roque Dalton: la fuerza y la sinceridad de la interiorización de saberse el cantor del pueblo, la intencionalidad del tono, la fatalidad de lo clandestino. Me refiero al poema “Alta hora de la noche”:

 

 

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.

 

 

Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.

No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

 

 

https://youtu.be/olUFqg0Yf-k

 

Para quien no pueda hacer correr acá en mi blog, lo puede hacer dando un clic AQUÍ.

Texto:

Óscar Perdomo León

 

 

 

Coplas de “El payador perseguido” extraídas de: http://www.cancioneros.com/nc/2180/0/coplas-del-payador-perseguido-atahualpa-yupanqui

 

 

Fotografías y dibujos de Atahualpa Yupanqui extraídas de:

http://images.google.com.sv/images?q=atahualpa%20yupanqui&oe=utf-8&rls=org.mozilla:es-AR:official&client=firefox-a&um=1&ie=UTF-8&sa=N&hl=es&tab=wi

 

 

Fragmento del poema de Roque Dalton “Alta hora de la noche”, tomado de http://amediavoz.com/dalton.htm#ALTA%20HORA%20DE%20LA%20NOCHE

ZONA DE PROMESAS, Mercedes Sosa y Gustavo Cerati.

Mercedes Sosa (1935-2009), la cantora de Latinoamérica, siempre mantuvo un ideal y un mensaje inalterable: su canto fue siempre dedicado a los excluidos y pobres de nuestro sufrido continente. Y sin embargo, Mercedes tuvo la fortaleza de evolucionar y de cantar con otros artistas, sin perder su esencia.


Las últimas grabaciones que Mercedes Sosa hizo (Cantora 1 y Cantora 2) antes de morir son un ramillete de colores, un arco iris de voces y ritmos. Una que me estremeció al oírla fue “Aquellas pequeñas cosas”, la cual Mercedes canta con uno de mis cantautores favoritos, Joan Manuela Serrat. Sin embargo hoy quiero hablar de una canción que compuso Gustavo Cerati y que me gusta mucho: “Zona de promesas”, que es una composición que salió publicada por primera vez en 1993 en el álbum del mismo nombre, de Soda Stereo, y conformado básicamente por nuevas versiones de algunas de las canciones más representativas del grupo; en ese disco había además una única canción nueva y era precisamente “Zona de promesas”. La letra de esta canción es muy bonita. ¿Quién no se refugia en su madre después de un fracaso? Pero también ¿quién no tiene la esperanza que el futuro todo saldrá mejor?

Pues bien, esta nueva versión de “Zona de promesas” grabada por Mercedes y Cerati es una verdadera belleza. Es interesante saber que ella dijo que no pudo dormir dos días antes de la grabación, porque se sentía nerviosa de cantar junto a Cerati; y no de poco interés es también la reacción de él, al enterarse que ella había dicho eso; Cerati expresó que cómo era posible que ella se pusiera nerviosa cuando ella era “LA VOZ”.

Lo anterior sólo demuestra la gran sensibilidad y la humildad de Mercedes Sosa. Y esto nos lleva a deducir que era una verdadera amante de la música y que lo que cantaba lo sentía de veras. Y además, que respetaba mucho a los otros artistas, sin importar que fueran más jóvenes o tal vez menos famosos que ella. En el ciberespacio hay un pequeño video que documenta las palabras de Mercedes Sosa y de Gustavo Cerati.

Murió la diosa de la libertad, dijo Maradona, y Fito Páez refirió que Mercedes quedaba marcada para la eternidad.

Miles de frases de cariño han surgido de gente famosa y también del pueblo común y corriente. Creo que el cariño de todos hacia ella ha sido sincero.

Yo, por mi lado, escribí 05 de octubre de 2009 un pequeño comentario sobre Mercedes Sosa (“Gracias a la vida”) en LA ESQUINA de Érika y Óscar: http://laesquinaderikayoscar.blogspot.com/2009/10/gracias-la-vida.html

 

Les dejo aquí abajo la letra de “Zona de promesas” y además las direcciones para que alcancen algunos videos de interés relacionados con esta canción, con Mercedes Sosa y con Gustavo Cerati.

ZONA DE PROMESAS

Mamá sabe bien, perdí una batalla.
Quiero regresar solo a besarla.
No esta mal ser mi dueño otra vez,
ni temer que el río sangre y calme
al contarle mis plegarias.

Tarda en llegar, y al final
al final hay recompensa.

Mamá sabe bien, pequeña princesa,
cuando regresé todo quemaba.
No está mal sumergirme otra vez
ni temer que el río sangre y calme.
Se bucear en silencio.

Tarda en llegar y al final
al final hay recompensa…
Tarda en llegar y al final
al final hay recompensa…
Tarda en llegar y al final
al final hay recompensa…
Tarda en llegar y al final
al final hay recompensa…
en la zona de promesas.


Texto:

Óscar Perdomo León

 

Fotografías del disco Cantora 1 y Cantora 2 fueron extraídas de Google imágenes.

 

 

Foto de la portada del disco “Zona de promesas, Mixes 1984 – 1993” extraída de: http://zonadepromesasweb.com.ar/soda_stereo/discografia/especiales/Zona_de_Promesas/

 

 

Canción “Zona de promesas” completa, con fotografías de Sosa y Cerati en: http://www.youtube.com/watch?v=4APYSwWYEBo

 

 

Video documental de cuando Gustavo Cerati y Mercedes Sosa grabaron “Zona de promesas”: http://www.taringa.net/posts/videos/3492977/Zona-de-promesas:-Cerati-+-M_-Sosa-Documental.html

 

 

Video de Gustavo Cerati dando declaraciones el 04 de octubre de 2009, durante el velorio de Mercedes Sosa, en donde él da sus impresiones en cuanto a que ella se sintiera nerviosa los días previos a que grabaran juntos; y hace otros comentarios más: http://www.youtube.com/watch?v=FWUvFm7csvU&feature=related

 

 

En la siguiente dirección pueden oír una versión en vivo de “zona de promesas” con Fito Páez, en un concierto en homenaje a Soda Stereo: http://www.youtube.com/watch?v=W6NKFr2uQWI&feature=related

 

 

Recomiendo estos dos videos en donde se habla brevemente de la vida de Mercedes Sosa: http://www.youtube.com/watch?v=GecEjNeBSgk

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=nC9ClKdkxDQ&feature=related

ALL THAT JAZZ

Ricky Loza

El domingo 25 de octubre de 2009 escuché a través de radio Clásica, 103.3 FM, el programa “All that Jazz”, que se transmite todos los martes a las 13 horas, con repetición los domingos por las tardes, conducido por Carlos Bautista. Y qué refrescante fue haber escuchado de pronto un poco de Jazz interpretado por músicos salvadoreños, como Víctor Tomasino, Chamba Elías, Neto Buitrago, Óscar Alejandro y Ricky Loza, entre otros.

“Wave”, “Perfidia”, “El carbonero” y los otros temas fueron grabaciones de presentaciones en vivo en diferentes lugares de El Salvador.

Carlos Romero Cárcamo tocando el xilófono

Sabemos muy bien que el Jazz es un género musical muy poco cultivado en nuestro país. Las condiciones en general no son muy adecuadas. No hay lugares abundantes donde se les dé espacio a los músicos jazzistas, como tampoco hay muchos programas de radio ni televisión que le abran las puertas a la música de improvisación habilidosa, ni en El Salvador hay un público tan extenso que consuma Jazz. Y sin embrago ha habido algunos intentos de formar agrupaciones; pero la mayoría de estos grupos han tenido una vida muy esporádica. Y esa inconsistencia y falta de continuidad en el tiempo de los proyectos jazzísticos ha contribuido al poco desarrollo en la ejecución y la composición de este tipo de arte. Otro factor importante podría ser la falta de un conservatorio de música en nuestro país, lo cual impide la especialización y mejor formación de nuestros músicos; no estoy diciendo con esto que aquí no tengamos músicos buenos, claro que sí los tenemos. También debemos aceptar que otros pueblos en el mundo tienen una cultura musical más elevada que la que tenemos la mayoría de salvadoreños. Pero todo esto no debe servir para hacernos sentir acomplejados o inferiores; sino más bien debe ser un reto para el público en general que nos lleve a tratar de tener un oído con más apertura hacia la música, y también debería ser un estímulo para las nuevas autoridades de la Secretaría de Cultura, quienes podrían crear y promover las condiciones para un progreso más acelerado de la cultura musical en El Salvador.

Si alguien no logra disfrutar una pieza de Jazz es porque no ha entendido este bello género musical, lo cual no es un pecado; pero se están perdiendo de un grandioso placer.

En primer plano Neto Buitrago

Felicitaciones para los músicos que contra corriente se sumergen en el maravilloso mundo del Jazz. Y felicitaciones también para Carlos Bautista, quien con los varios programas que ha tenido de Jazz durante muchos años en diferentes radios de El Salvador, es uno de los mayores promotores de este altísimo y difícil arte.

Texto:

Óscar Perdomo León

Fotografías tomadas por Óscar Perdomo León; excepto la primera fotografía en donde aparece Ricky Loza, la cual ha sido extraída de su disco “My Dreams”.

JICOTE AGUAMIELERO


Hace un par de años me encontré cerca de la UCA con un mexicano con quien entablé una amena plática. Entre algunas de las cosas que hablamos le pregunté:

-¿Quién es el mejor compositor de música popular de México?

-Juan Gabriel -me respondió él sin vacilar.

-¡No! -le respondí inmediatamente-. El mejor compositor de México se llama Gabilondo Soler.

-¡Cri-Cri! -dijo asombrado el mexicano-. ¡Órale, tienes razón!

Francisco Gabilondo Soler, nació en México el 06 de octubre de 1907 y falleció el 14 de diciembre de 1990, mejor conocido como Cri Cri, el grillito cantor. Sus composiciones, que supuestamente van dirigidas a un público infantil, en realidad pueden ser disfrutadas por un público adolescente o adulto. Sus letras están cargadas de ingeniosidad y contienen un vocabulario bastante extenso. Me gusta que sus canciones sean muy descriptivas, y aprecio y reconozco que siempre use en ellas la palabra adecuada y la coloque donde debe estar. En este sentido Gabilondo Soler nunca subestimó la inteligencia de los niños; al contrario, creo que con sus composiciones trató de estimular la imaginación y el conocimiento de los pequeños. La temática de sus letras es muy variada y sus canciones tienen la característica de ser muy conmovedoras, puede uno de pronto reír al escuchar la picardía de la letra de “La olla y el comal” o la de “El ropavejero”, y pasar a las lágrimas con “Dí por qué” o con “La muñeca fea”, y luego pasar a la nostalgia con “El ropero”, por ejemplo. Sus palabras suenan muy sinceras, auténticas, salidas de un corazón muy observador y sensible.

Las composiciones de Francisco Gabilondo Soler son numerosas, compuso más de 200 piezas y algunas de ellas fueron cantadas también por otros grandes artistas, como Plácido Domingo, Pedro Infante, Eugenia León, Emmanuel, Víctor Manuel, Ana Belén, Miguel Bosé, Mocedades, entre otros. Algunos otros artistas como Alejandro Lora, Pedro Martínez y Roberto Gómez Bolaños han compuesto canciones dedicadas a Cri Cri.

Me gustan casi todas; pero tengo algunas favoritas como el tango “Che, araña” o la magnífica fotografía de una ceremonia matrimonial en “Casamiento de los palomos”; también me gusta mucha “Chinescas”.La lista es casi infinita, pero mi preferida es sin duda “Jicote aguamielero”, en donde los personajes hablan según les corresponde y Gabilondo Soler retrata de una manera espléndida el amor no correspondido, la diferencia de clases sociales y la discriminación racial.

JICOTE AGUAMIELERO

La reina de las abejas

estaba en el panal

y le dijeron: «Regia majestad,

alguien le quiere hablar».

Cortado entró el jicote,

humilde de condición,

pero ilusionado de pedir…

pedirle su corazón.

«Parece, parece que no sabe,

no sabe con quien trata,

igualado bigotón».

«Soy la reina, la reina por bonita

y un jicote aguamielero

no cuadra con mi amor».

Silencio quedó el jicote

con tanta humillación.

A la orgullosa reina del panal

así le contestó:

«Leí que éramos iguales

a según la Constitución.

La sociedad sin clases la creí;

pero ya vio que no».

Y el jicote aguamielero

con bigotes de aguacero

rezumbando regresó a su maguey.

Sin rubores en la frente

porque ultimadamente

a la sombra de las pencas es el rey.

La reina de las abejas

estaba libando miel

y una de sus obreras le gritó:

« ¡Ahí está de nuevo aquel!»

Mandando cerrar la puerta

la reina se le negó,

porque su afán es que se ha de casar

con un emperador.

«Parece, parece que no sabe,

no sabe con quien trata,

ese prieto barrigón».

«Soy la reina, la reina por bonita

y un jicote aguamielero

no cuadra con mi amor».

Fruncido quedó el jicote

arqueándose de dolor.

En su pesar cantando el infeliz

así se despidió:

«Adiós reinecita hermosa

que me trató tan mal,

pero a según las leyes del país

aquí todos son igual».

Y el jicote aguamielero

con bigotes de aguacero

rezumbando regresó a su maguey.

Sin rubores en la frente

porque ultimadamente

a la sombra de las pencas es el rey.

¡Letras perspicaces, divertidas! ¿Y qué decir de su música? Toda está muy bien tocada y elaborada, y siempre muy adecuada al tema de la letra, lo cual es muy difícil de hacer. Muchos ritmos y tipos de música fueron ejecutados por Gabilondo Soler. Y esa combinación de música y letra de una manera tan magistral es un arte no muy abundante. Definitivamente Gabilondo Soler tenía un don admirable.

Texto y fotografía:

Óscar Perdomo León

BEETHOVEN y MARSALIS

Jorge Luís Borges decía que a veces escribía con música de fondo y que ciertos compositores lo alentaban a escribir y otros lo frenaban.

Hay música que estimula y brinda una atmósfera de creatividad. Hay otra que puede deprimir un poco. Algún tipo de música ayuda a escribir o a pensar. Y otra desconcentra y ensucia la tranquilidad.

Todo depende del que escucha y sus antecedentes musicales, es decir, sus contactos en el pasado con uno y otro tipo de música. No se puede esperar, por ejemplo, que alguien que nunca ha escuchado ni siquiera dos minutos de música académica, pueda entender o apreciar a J.S. Bach. Es cuestión de educación y de sensibilización del alma y del oído. Es cuestión de tener el oído abierto a una nueva experiencia y mirar la música con otros ojos.

Todo lenguaje para ser entendido presupone que los interlocutores conozcan el alfabeto y las palabras que intercambian. La música también es un lenguaje. Si alguien ha escuchado toda su vida sólo música que tiene “únicamente tres palabras” y además están mal escritas, pues claro que ha empezado por muy mal camino.

Toda tipo de música es buena si se analiza y se la ve desde el punto de vista de su origen histórico, socioeconómico, etc. y de la intencionalidad que tuvo su compositor. Pero también se debe aceptar que hay música más compleja que otra. A veces ese reto de comprender y nadar dentro de su complejidad (y hasta de compararla con la música más sencilla), le da un valor superior.

No quiero dejar de mencionar que he oído de algunas personas que no disfrutan de la música para nada, ¡de ningún tipo de música!, y me parece triste e inconcebible que alguien no tenga la sensibilidad para disfrutar de uno de los más grandes artes que ha inventado el ser humano: la música.

Yo, por mi lado, digo, como lo hizo el grupo ABBA alguna vez: I say thank you for the music!

Cuando empezaron a aparecer en El Salvador los primeros discos compactos, el primero que compré fue uno de Ludwig van Beethoven, en realidad adquirí una colección de su música que venía en ocho discos, el último traía la “novena”; pero este disco –que se lo presté a alguien- desapareció para siempre de mis manos.

Pasé un par de años añorando oírla. Hace un par de semanas en San Salvador con mi esposa Érika nos dispusimos a buscarlo. Cuando era adolescente escuché por primera vez la Sinfonía No. 9 en Re menor de Beethoven por supuesto que en un disco LP. Toda la obra me impresionó mucho; pero creo que el cuarto movimiento, el coral, lo hizo mucho más. Volver a oír la “novena” ha sido un gran nutriente para mi espíritu y algo tan gratificante.

Yo tengo el oído abierto a todo tipo de música que tenga cierto nivel de calidad que mi gusto me permita. Me gustan los boleros de Manzanero, las baladas que canta Marco Antonio Muñiz, la trompeta de Miles Davis, el saxofón de John Coltrane, The Beatles, Queen, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Puccini, Beethoven… y la lista es grande.

Son muchos los músicos; sin embargo Beethoven siempre ha tenido una magia sobre mí. Me gusta su energía, su desesperación, su angustia, sus frases de tristeza, sus pasajes épicos, sus momentos de triunfo o que incitan a luchar por un noble objetivo, la emoción que lo alienta a uno a seguir adelante. Escuchar su música me hace creer en la grandeza de la humanidad. A Beethoven lo admiro mucho. Y más al saber que la “novena” la escribió estando sordo.

El otro músico que me emociona y que me empuja a tener ideas o simplemente me eleva en una burbuja de placer es Branford Marsalis, uno de los mejores músicos de Jazz que he escuchado. Incluso, a más de algunas de mis personas queridas y cercanas les he dicho que –aunque he decidido no morirme nunca- si me muero, que en mi entierro me pongan Cassandra, A thousand autumns, Réquiem, Trieste o cualquiera de los temas que toca Bradford Marsalis.

Branford tiene un don increíble para la interpretación; lo he escuchado tocar el saxofón soprano y el tenor. Y también posee una gran destreza para la improvisación, tan característica en el Jazz, es una improvisación muy melódica, me gusta como juega con el tema principal de la composición, lo recrea, lo desarma, lo insinúa. Viaja hasta el cielo con una melodía diferente pero muy parecida al tema central.

Beethoven (Bonn 1770 – Viena 1827) y Marsalis (Nueva Orleáns 1960), separados por la geografía y por muchos años en la línea del tiempo, convergen ambos como una flecha lanzada directamente a mi corazón.
Texto:
Óscar Perdomo León
Fotografías extraídas de la portada del disco “The best of Beethoven” y de la portada del disco “Requiem” de Branford Marsalis.

ZUNCA, una búsqueda de la raíz latinoamericana

José “Chepito” Pineda, una de las voces de Zunca.


Un joven de Atiquizaya, departamento de Ahuachapán, me escribió diciéndome entre otras cosas, lo siguiente: “…es un gusto para mi poderle escribir después de haber visitado su blog y leer sobre el grupo Zunca. Actualmente estoy interesado por conocer más de la historia de Mi Ciudad Atiquizaya, tengo 25 años y nunca escuché de este grupo y me sorprende que estas cosas no se mencionen en la actualidad. Le escribo con el interés de informarme de parte suya sobre de este grupo…”

Smoke en una presentación en 1979. La batería era pequeña. Y nosotros éramos casi unos niños.


Bueno, trataré de hablar de ZUNCA con la mayor honestidad y de la manera en que tengo alojados mis recuerdos de esa bella etapa de mi vida.



El grupo musical ZUNCA nació como una contradicción. ¿Una contradicción? Sí. Para explicar esto debo remontarme en el tiempo, a la época en que unos amigos y yo, entre 1978 y el ´79 hicimos un grupo musical de pop-rock que llamamos SMOKE.

Mi hermano, Mario Roberto Perdomo, tocó en los inicios del grupo SMOKE.


Tocábamos canciones originales; pero también tocábamos canciones de The Beatles, de Queen y de otros.

El 05 de diciembre de 1980 Smoke realizó un concierto. El local fue la escuela Menéndez de Atiquizaya. De izquierda a derecha: Óscar Perdomo León en el bajo, Mario Romero en la guitarra eléctrica y Walter Cárcamo (ya fallecido) en la guitarra acústica. Atrás: Carlos Romero en la batería.

Este grupo fue evolucionando gradualmente y las composiciones originales se fueron haciendo cada vez más largas y complicadas; ya en esta época estábamos muy influenciados por el rock del grupo británico YES. Y la composición musical original que más recuerdo de este período es Necrópolis, la cual tenía mucho trabajo en arreglos y recuerdo muy bien que el bajo tenía por su lado casi una melodía paralela a la melodía principal; tocar Necrópolis, con todos sus cambios de ritmo, armonía y melodía era todo un reto.

No puedo dejar de mencionar el soporte logístico y moral que nos daban los padres de Mario y Carlos Romero, el Doctor Mario Edgardo Romero y la Licenciada Teresa Cárcamo de Romero.

Aquí estoy tocando el bajo eléctrico en mis días con Smoke.

Smoke en 1981

En un punto en el que el grupo SMOKE, allá por 1984, se había desarrollado bastante en cuanto a composición y ejecución de sus instrumentos, los miembros del grupo nos encontrábamos en un país en plena guerra civil y nos enfrentábamos cada vez más a menudo con lecturas muy críticas de la situación social y política del país, como la revista ECA o los poemas de Roque Dalton, por ejemplo, todo lo cual nos llevó a tomar partido por el bando que luchaba por conseguir la justicia social y la libertad de expresión que no había en nuestro país. Todos sentimos en nuestro corazón que no podíamos seguir tocando una música tan alejada de nuestras raíces, he ahí la contradicción de la que hablaba al principio; entonces nos embarcamos en un viaje de investigación sobre la música salvadoreña y centroamericana, que luego se extendió a lo caribeño, buscando sus ritmos, su armonía, su idiosincrasia. Tuvimos muy claro desde el inicio que no nos queríamos convertir en un grupo de música panfletaria; debía ser música popular, pero la calidad tenía que imponerse. Aunque teníamos varias cosas en contra, como el hecho de no tener un equipo de sonido excelente ni un estudio de grabación adecuado; sin embargo ensayábamos y componíamos con mucha pasión.

De izquierda a derecha: Mario Romero, David, Gustavo Pineda, Carlos Romero y Juan Carlos Flamenco. Acurrucados: Óscar Perdomo León y Otto Hugo Urrutia. Más tarde se incorporó al grupo José “Chepito” Pineda, que no aparece en esta fotografía.

Prácticamente el grupo tenía cuatro primeras voces: Otto Hugo, Juan Carlos, Carlos Romero y Chepito Pineda.


Aquí estamos en una presentación en el teatro de Atiquizaya.

En esta foto se puede observar a la izquierda a la actriz del grupo de teatro Hamlet Ofelia Bustos, quien en aquellos días se presentó en varias ocasiones bailando al ritmo de Zunca.

ZUNCA usaba instrumentos musicales -algunos de ellos propios o muy comunes de la región centroamericana y del caribe- como la guitarra, la marimba, el violín, el contrabajo, el cuatro, la chirimía, la caramba, la concertina, la quijada de burro, las congas, las tumbadoras, los timbales, las maracas, etc.

ZUNCA asistió a numerosos festivales que se organizaban en la Universidad de El Salvador; así como a otros eventos en los que se protestaba contra las injusticias de los gobiernos de turno (recuerdo que uno de los grupos populares musicales más famosos de esos días y que compartió escenario en varias ocasiones con ZUNCA fue GÜINAMA). ZUNCA tocó en numerosos lugares del territorio salvadoreño, así como en Guatemala y Estados Unidos.

Nacido en Atiquizaya, ZUNCA estaba constituido por Mario Romero, Carlos Romero, Juan Carlos Flamenco, Otto Hugo Urrutia, José “Chepito” Pineda, Gustavo Pineda y Óscar Perdomo León, todos estudiantes universitarios de aquellos días (y originarios de Atiquizaya, excepto Gustavo y en la actualidad ya todos son profesionales, entre médicos, ingenieros y licenciados). Otro miembro, que estuvo pocos días, fue David (de cuyo apellido –lo confieso- no me acuerdo), que no tocaba, sino que bailaba en ciertas canciones; otro miembro de la fase final del grupo fue Neto Buitrago. Cuando fuimos a Estados Unidos nos ayudó mucho José Max Portillo, quien no tocaba con el grupo, pero tenía mucha experiencia en aquel país y conocía muy bien Los Ángeles y San Francisco.

El nombre ZUNCA se origina del nombre de un cantón perteneciente a la jurisdicción de Atiquizaya. También, cuenta una leyenda popular, que Zunca se llamó un príncipe precolombino, de la estirpe de los pocomames, provenientes de los mayas de la zona occidental de lo que sería después El Salvador; el príncipe Zunca era un líder bondadoso con su pueblo; tuvo un amor frustrado con la princesa Agüijuyo.

Nos gustaba tanto la música que llevábamos nuestros instrumentos a los ríos y a las caminatas que hacíamos.

Casi a finales de los años ochenta en grupo ZUNCA se desintegró. Hubo varias circunstancias; una de las de mayor peso fue que todos los miembros estábamos adquiriendo más responsabilidades con el estudio o con el trabajo; en mi caso era difícil continuar con la música mientras estudiaba la absorbente carrera de Medicina.
En mi adolescencia me gustaba leer, tocar la guitarra, patinar y jugar baloncesto.


He aquí algunas de las composiciones musicales de ZUNCA: El surco de don Simeón, María Blanquita, Danza del requise, El indio Anastasio Aquino, El samangueón, La esperanza, El negro Nayo, Cada vez, Toñito (el cipote de Santiago), Quiero que sepas, corazón, Esa morena, El debercito y La libertad de mi pueblo.


¿Por qué no se oye hablar de Zunca en El Salvador y ni siquiera en la ciudad de Atiquizaya? Pues creo que es porque todos los salvadoreños tenemos una enfermedad de la cual todavía no nos hemos podido curar: la-falta-de-memoria-histórica. Sin embargo, puedo decir hoy con propiedad que ZUNCA fue un grupo es cierto que de vida muy breve, pero que en el poco tiempo que existió, logró dejar un par de grabaciones originales que vale la pena que las conozcan nuestros nietos algún día.


Texto:
Óscar Perdomo León

Fotografía de la entrega de pasajes extraída de la prensa nacional y el resto en su mayoría fueron tomadas por la familia Romero Cárcamo.

Sobre algunas canciones de Zunca y otras fotos del grupo pueden hallar más información en este mismo blog en la siguiente dirección:

http://lacasadeoscarperdomoleon.blogspot.com/2009/03/zunca.html

Anexo: 1-En esta fotografía aparezco tocando el contrabajo y vestido con el cotón blanco que todos teníamos en Zunca; pero el adorno de los hombros y el pecho, que era muy vistoso, era una tela que compramos con mi mamá en Nahuizalco, Sonsonate, de la misma que muchas mujeres indígenas de la región usan en sus refajos; mi mamá la cosió cuidadosamente sobre la tela blanca y me gustó mucho como quedó.



2- Esto lo escribió uno de los integrantes de Zunca: “Bellos recuerdos del grupo Zunca y no sólo por el contenido de su mensaje, siempre de esperanza y paz, sino también por la presencia escénica del grupo, la musicalización y lo sonoro de sus conciertos; dicen que lo bueno viene en frascos pequeños y eso fue Zunca, poco tiempo de vida, gran aporte. Un abrazo Oscar.” JUAN CARLOS FLAMENCO.

PANCHO LARA

No recuerdo si fue en el año de 1986 o en el ´87 que conocí, por pura casualidad, a don Francisco Antonio Lara Hernández, conocido popularmente como Pancho Lara, uno de nuestros más fructíferos y conocidos compositores musicales. Fue en la época en que yo tocaba en el grupo musical Zunca y me encontraba esperando la hora del ensayo en la casa del Dr. Mario Edgardo Romero en la colonia Vista Hermosa de San Salvador. Por alguna razón salimos a la calle y en ese preciso momento iba pasando don Pancho Lara. El Dr. Romero lo invitó a pasar e inmediatamente puso un disco LP donde estaba una versión de “Las cortadoras”. Recuerdo que don Pancho sonreía complacido.

Pues bien, en el Museo de Antropología de la Universidad Tecnológica, en San Salvador, se encuentra una sección dedicada al compositor salvadoreño que realmente vale la pena visitar.

Caricatura realizada por el pintor y caricaturista atiquizayense Rigo Guzmán

 

 

Pancho Lara nació en la hacienda “La Presa”, jurisdicción de Santa Ana, el 03 de diciembre de 1900, pero fue asentado en la ciudad de Armenia, Sonsonate. Se dice que desde la edad de 15 años empezó a componer poemas y siempre fue un esmerado autodidacta. Aprendió a tocar guitarra, marimba, piano y mandolina.

 Guitarra de Pancho Lara
Sus composiciones musicales más conocidas, como El carbonero, Jayaque y Las cortadoras, nos remiten inmediatamente a nuestra comarca y las amamos casi inconcientemente; esas canciones han hecho además brotar las lágrimas de los salvadoreños que viven en el extranjero, porque las reconocen como propias; sin embargo las canciones de Pancho Lara no se reducen a unas tres o cuatro, sus composiciones son muchas, hasta el momento se han registrado 205 canciones compuestas por su creatividad, así como 24 prosas poéticas. Toda su obra literaria se publicó distribuida en cinco libros.
Pancho Lara durante los días que estuvo en México
Sus canciones han sido interpretadas por muchos artistas nacionales, como Los Hermanos Cárcamo y los Hermanos Flores, así como por artistas extranjeros como los mexicanos Jorge Negrete y Lucha Villa. Se cuenta que Lucha Villa le cambió algunas palabras a la grabación que hizo del Carbonero y que Pancho Lara se molestó, por lo que ella le escribió una carta de disculpa.

La máquina de escribir de Pancho Lara
 
Durante muchos años Pancho Lara publicó artículos de opinión en La Prensa Gráfica; era una columna llamada «Cartas a Bismuto» en la que hacía cierta crítica social, de una manera amena a través de cartas que le escribía a un perro llamado Bismuto. “Muchas de esas cartas contienen muestras inequívocas de su intuitiva sensibilidad social y de la gran sabiduría que adquirió en el transcurso de su vida…” (1)
 
Salarrué, uno de nuestros más grandes literatos, escribió en el Diario Patria el 10 de abril de 1935 lo siguiente:

“Pancho Lara es un compositor de canciones nacionales, el más feliz intérprete cancionero que nos ha nacido: sus canción es fiel, nacida del grato dolor de una soledad interna sin más ambiciones que aquella laudable de atrapar las mariposas lindas del terruño, mostrarlas entre dedos trémulos de la emoción y soltarlas entre la gente niña.

“Hacer canciones al niño triste, al opacado niño de Cuscatlán, es un milagro que Lara ha hecho sin fama, sin truco, sin querer casi. ¿Se sabe esto aquí en la capital? Bueno, pues que se sepa.

“¿Cómo hacemos para que San Salvador, el corazón de Cuscatlán, oiga a Francisco A. Lara con el oído (no con las orejas), sin precio, creyendo en él siquiera a la manera deportiva? Lara sabe lanzar el disco de su canción y cada día bate su propio record.”

El bastón y los lentes de Pancho Lara

 

 Y Claudia Lars, nuestra más elegante poeta, señaló:

“Las cualidades de la canción de Pancho Lara son la ternura, diafanidad y sencillez.

“Espíritu fino, corazón ingenuo y modesto, temperamento poético y enamorado del terruño, su canción campesina es la más cuzcatleca que El Salvador ha tenido hasta nuestros días, y sus rondas infantiles son dignas de ser oídas al otro lado de las fronteras.” (2)


Pancho Lara fue un ejemplo de dedicación a lo que él más amaba, la música. Y es ahora un ejemplo para que los jóvenes talentos de nuestro país aprovechen el tiempo y dediquen muchas horas a estudiar y a componer música original, porque eso hará más grande a nuestra patria.
Texto:
Óscar Perdomo León

Fotografías tomadas en el Museo de Antropología de la Universidad Tecnológica:
Óscar Perdomo León

(1) Tomado de la página oficial de Pancho Lara:
http://www.pancholara.com/biografia.php?id=1
(2) Palabras de Claudia Lars tomadas del Museo de Antropología de la Universidad Tecnológica.

Datos biográficos tomados de la página oficial de Pancho Lara.

TRES CANCIONES DE STING

 

 
 
“Dark angels follow me…” (1)

 

 Sting tiene una amplia discografía como solista, que me agrada más que la que hizo con The Police. Esta vez quiero hablar de tres de sus canciones que me gustan por su sentido social.

They dance alone (Gueca solo) es una canción del disco “…Nothing like the sun” de 1987, escrita e interpretada por Sting. Es una composición musical que me atrajo desde el primer momento. Al ir entendiendo su letra, la canción se volvió aún más querida para mí. Una obra que aguijonea la fatal dictadura de Augusto Pinochet. Y con el agregado que en la grabación participaron, entre otros, tres músicos muy conocidos: en la guitarra Eric Clapton, Bradford Marsalis en el saxofón y Rubén Blades en el fragmento hablado en español.

Sting escribió sobre They dance alone (Gueca solo) lo siguiente, en el folletito anexo al disco: “En el Tour Amnistía de 1986 los músicos fuimos presentados a prisioneros políticos de todo el mundo, víctimas de tortura y encarcelamiento sin juicio. Estos encuentros tuvieron un fuerte efecto en todos nosotros. Una cosa es leer acerca de la tortura, pero hablar con una víctima te coloca un paso más cerca de la realidad que es tan espantosamente penetrante. Todos estábamos profundamente afectados. Miles de personas habían «desaparecido» en Chile, víctimas de los escuadrones de la muerte, de las fuerzas de seguridad, de la policía y la fuerza armada. El encarcelamiento con tortura y sin tener un juicio es una cosa común. La «Gueca» es una danza de cortejo tradicional chilena. La «Gueca solo» o el baile solitario es ejecutado públicamente por las esposas, hijas y madres de «desaparecidos». A menudo ellas bailan con las fotografías de sus amados colgadas de sus ropas. Es un gesto simbólico de protesta y dolor en un país donde la democracia no necesita ser «defendida», sino practicada.”

“¿Por qué están bailando aquí solas estas mujeres?
¿Por qué hay tristeza en sus ojos?
¿Por qué estos soldados aquí están
con sus rostros como piedras?
No puedo ver lo que ellos desprecian.
“Ellas bailan con los desaparecidos.
Bailan con los muertos.
Danzan con los invisibles. Danzan con su silenciosa angustia.
Danzan con sus padres.
Danzan con sus hijos.
Danzan con sus esposos.
Ellas danzan solas, danzan solas…

“Es la única forma de protesta que les es permitida.
Yo he visto sus silenciosos rostros gritar muy fuerte.
Y si ellas hablaran, serían desaparecidas también.
Otra mujer en la mesa de tortura.
¿Qué más pueden ellas hacer?

“Hey, señor Pinochet,
usted ha sembrado una amarga cosecha.
Es el dinero extranjero el que lo sostiene.
Un día ya no habrá más dinero,
ni salario para los torturadores,
ni presupuesto para sus armas.
Piense, señor Pinochet, en su propia madre
bailando con su hijo invisible…”

 

Children´s crusade es una canción del álbum “The dream of the blue turtles” de 1985 en la que Swing habla acerca de los jóvenes y casi niños que son enviados como carne de cañón a las guerras, “a países que ellos nunca habían visto”.
“Un comercio amargo de muerte,
todas esas jóvenes vidas traicionadas,
todo por una cruzada de niños…”

Además del mensaje de protesta contra la guerra, se puede escuchar un suculento solo de saxofón soprano interpretado por Bradford Marsalis.

Russians es una canción también del álbum “The dream of the blue turtles” y está enmarcada en la pasada guerra fría. Habla de los temores mundiales y de la ignorancia demuchos ciudadanos estadounidenses al no conocer a fondo a la gente de la extinta Unión Soviética y viceversa. Las dos grandes potencias mentían. En ciertas partes la letra de la canción es irónica. En otras dice verdades espeluznantes. Refiere Sting que una parte de la melodía la tomó prestada del compositor Sergei Prokofiev.

“En Europa y en América hay un creciente sentimiento de histeria,
condicionado a responder a todas las amenazas de los discursos retóricos de los soviéticos.

“El señor Krushchev dijo: «Nosotros los enterraremos».
Yo no me suscribo a este punto de vista.

“El señor Reagan dice: «Nosotros los protegeremos».
Yo no me suscribo a este punto de vista.

“Compartimos la misma biología,
a pesar de la ideología…”

Las canciones de Sting impactan no sólo por su calidad musical, sino por la profundidad de sus letras.
Texto:
Óscar Perdomo León

 

(1) Fragmento tomado de la canción “Why should I cry for you” de Sting.
Fotografías tomadas de los álbumes de Sting: “…Nothing like the sun”, “The dream of the blue turtles” y “Mercury falling”.
Traducción de los fragmentos de las letras de las canciones y las palabras de Sting que aparecen aquí: Ó. P. L.

MIS DISCOS FAVORITOS DE QUEEN, la reina del rock.

Hace unos días escribí «Mercurio», una breve reseña sobre Freddie Mercury y mi amor por su música. Esta vez quiero hablar en general sobre el grupo Queen y sobre mis particulares preferencias musicales que, como todo, tiene por supuesto una gran carga de subjetividad.

Muchos de los temas de Queen son, lo que podría llamarse rock-pesado, algunos son baladas rock y otros no tienen nada que ver con el rock; pero esa variedad es lo que me hace amar más su música.

Tres de los miembros de la banda cantan la primera voz, el batero Roger Taylor, el guitarrista Brian May y por supuesto Freddie Mercury. La voz de Taylor es muy adecuada para temas rock fuertes, la de Brian May es más dulce y se escucha muy bien en baladas. Sobre Mercury, bueno, él es uno de esos cantantes que pueden hacer con su voz lo que quiera.

Este grupo tiene una extensa discografía acumulada durante casi dos décadas; pero mis discos favoritos son seis. Empezaré en orden cronológico.

El disco “QUEEN” de 1973, el primer disco del grupo, me gusta mucho porque siendo el primero ya muestra la identidad del grupo como tal, ya se escuchan la originalidad y la calidad que caracterizan a la banda. El juego de sus voces, los cambios de ritmo, la guitarra distorsionada tocada adecuadamente y sin caer en la monotonía, el piano y la guitarra acústica, son algunos de los elementos que se disfrutan desde el inicio; pero que al ser escuchados hoy, en retrospectiva, son elementos que de alguna manera fueron perfeccionados a través del tiempo en cada disco que fue grabando Queen y que desembocaron en esa obra maestra de la música que es “A night at the Opera”. Pero el disco “Queen” fue su carta de presentación y de él las que más me gustan especialmente son las siguientes composiciones: “Doing alright”, “My fairy king”, “Liar”, “The night comes down” y “Jesús”.

“My fairy king”, con un ritmo rápido, lo transporta a uno a un mundo donde los caballos tienen alas de águila, las abejas han perdido sus aguijones, los dragones vuelan como gorriones a través del aire, los ríos están hechos de vino para fluir eternamente y donde el rey lo ve todo y nunca se equivoca. Pero de pronto toda la fantasía se rompe. El ritmo rápido se detiene y el piano entra con una melodía que lo orienta a uno hacia una especie de cadencia. El mundo ha cambiado y una voz dolorosa canta: “Alguien ha desgastado el color de mis alas, ha roto mi anillo del círculo de hadas y ha deshonrado al rey en su orgullo, cambió los vientos y dañó las mareas. Madre Mercurio, ¡mirá lo que me han hecho! ¡No puedo huir ni me puedo ocultar!”. Entonces entra la guitarra lenta y suavemente y va creciendo poco a poco, hasta que el ritmo se torna rápido y se le une el piano, la percusión y el bajo. Y ritmo, armonía y melodía se vuelven tormenta y tragedia, hasta que la lentitud alcanza el final y la guitarra da un lamento y un adiós entristecido.

“Doing alright” es una afirmación de que uno puede tomar la decisión de hacer bien las cosas. Hay un tiempo para esperar la salida del sol. “Ayer mi vida estaba en la derrota. Ahora sé lo que estoy haciendo. Tengo el sentimiento de que debería estar haciendo lo correcto.” En ésta hay cambios de ritmo y de melodías, hay también una breve y leve imitación de un tipo de música brasileña. Los cambios de tono de la voz y sus permutaciones en suavización del timbre y luego sacándola con toda la fuerza -la voz de pecho- es algo que enriquece la obra; en todo se ve un trabajo minucioso, en la composición y en la interpretación.

El disco “Queen” contiene también canciones que ahora son muy famosas, como “Keep yourself alive” y “Seven seas of Rhye”.

El “SHEER HEART ATTACK”, que salió al mercado en 1974, es el tercer disco grabado por el grupo y contiene bellísimas composiciones, que si bien es cierto nunca alcanzaron la fama de otras canciones de Queen, me parece a mí que reúnen características de calidad que las hacen inolvidables.

La canción inicial del disco es un claro ejemplo de los avances de Queen en calidad y evolución: “In the lap of the gods”, en ésta demuestran su indiscutible eficacia vocal.

“Dear friends”, que aunque es verdaderamente corta tiene, desde el punto de vista musical, algo de himno y algo de nostalgia y esperanza, que la hace una pieza inigualable y de gran belleza.

“Lily of the valley” es para mí una de las más bellas composiciones de Queen, porque su música es rica en arreglos instrumentales y vocales, que han sido cuidadosamente hechos, y también debido a su rara y original melodía, cantada con una pasión exorbitante por Mercury.

De su letra puedo decir que nos introduce en una atmósfera de fantasía poética –que es reforzada por la música-, donde el cantante nos hace mirar todos los monstruos y demonios internos que lo atormentan:

“Neptuno de los mares dame por favor una respuesta, porque el lirio del valle la ignora. Yago en espera con los ojos abiertos, avanzo a través de cielos tormentosos, sigo cada maldición, ¡mi reino por un caballo!, pero cada vez me vuelvo más viejo. Serpiente del Nilo, dame tu auxilio aunque sea por un momento, quitá de mí tu hechizo y dejá que me vaya. El mensajero de los siete mares ha volado hasta aquí para decir que el rey de Rhye ha perdido su trono. Las guerras nunca cesarán. ¿Hay suficiente tiempo para la paz? El lirio del valle no crece.” Y entonces escuchamos la guitarra triste de Brian May con una melodía que es una bellísima cadencia, que nos anuncia el final. Realmente “Lily of the valley” es una obra maestra, breve pero sustanciosa.

“In the lap of the gods”, que no es la misma que mencioné antes, aunque se llame igual, pero en realidad la melodía y la letras son diferentes, me gusta mucho porque tiene una melodía al final con un carácter épico, no la letra, sino musicalmente hablando, que Queen enfatiza con sus voces.

En este disco también están las famosas “Killer queen”, “Now I´m here” y “Brighton rock”.

“UNA NOCHE EN LA ÓPERA”, sacado al mercado en 1975, es su cuarto disco grabado. Esta colección de composiciones es como la elevación, el perfeccionamiento, la acumulación y la culminación de lo que Queen había venido haciendo desde que sacó a la luz su primer disco en 1973. Iniciando con “The prophet’s song”, ya sentimos que estamos ante una banda de rock muy poco convencional. La búsqueda de la perfección y lo grandioso es evidente.

“Love of my life”, que ya es un clásico, habla sobre un amor no correspondido y de una promesa de amor incondicional. La melodía es bellísima. Mercury la canta con un sentimiento tan genuino y las voces que lo acompañan son tan poderosas, que esta es una de las mejores de todo el disco. Desde el inicio barroco del piano y el arpa tocada con una gran limpieza, uno se siente invitado a flotar con empatía junto la atormentada voz de Mercury. El diálogo entre la guitarra y el piano es una delicia.

Hay una obra de arte de este disco que es muy conocida y que merece una mención especial, “Rhapsody bohemy”. En ésta los músicos lo van introduciendo a uno en una amalgama de la más refinada, entre el rock y la ópera. Incluye una variedad de ritmos que se van sucediendo de una manera muy atinada. Hay varias melodías rondando en toda la obra. Queen aprovecha todos los avances de la tecnología de aquellos días, principalmente la numerosa cantidad de canales para grabar los diferentes tonos y timbres de voz. Es una obra de gran calidad que ha llegado a ser conocida por un amplio sector del público que gusta de la música. Podría decirse que “Rhapsody bohemy” tiene cinco fragmentos: ya es un clásico su inicio breve casi “a cappella” de varias voces bien acopladas y afinadas; la segunda es una lenta balada de rock, pero siempre sazonada con unos toques de música académica, que está fluidamente unida a la primera parte; la tercera parte es la meramente coral, operística, bastante elaborada, en donde Queen hace un verdadero alarde de sus capacidades vocales; la cuarta es la parte más típicamente rock, explosiva, con guitarra distorsionada y batería tocada con fuerza, como una especie de desahogo melódico; y la quinta y parte final es lenta y triste, musicalmente está muy bien construida: es un verdadero desenlace. Sin duda, la mejor composición hecha y ejecutada por Queen.

Todas las grabaciones son muy buenas; pero resaltan también “Your my best friend”, “´39” y la instrumental “God save the Queen” que es casi el himno y la etiqueta de este grupo musical.

“NEWS OF THE WORLD”, el sexto disco grabado, quizás es uno de los que tiene más variedad de ritmos y géneros musicales. Una de las canciones que más me gustan es la que lleva un ritmo muy latino: “Who needs you”. “All dead, all dead”, cantada por Brian May posee una de esas melodías que es imposible de olvidar. “Spread your wings” tiene un mensaje en la letra tan positivo que nos hace reflexionar (y quisiera agregar que en la versión en vivo que se publicó en “Queen Live Killers” me gusta más como canta Mercury que en la grabación que se hizo en estudio).

Una de las canciones que se podrían considerar como íconos del grupo es “We will rock you”, ¿hay alguien que no la haya oído?

Pero a mi entender, la mejor de todo este álbum es “We are the champions”. La calidad de ésta es tan alta que si fuera la única canción que Queen hubiese grabado, habría bastado para eternizarlos como uno de los mejores grupos de rock de la historia.

Del “JAZZ”, séptimo disco, lanzado en 1978, hay una canción que me gusta mucho y es “Jealousy”; por supuesto que hay otras muy buenas como “Don´t stop me now” o “Bicycle race”. En esta última destacan la melodía tan original y las voces muy bien logradas.
“THE GAME” es el décimo álbum de Queen y salió en 1980. Su portada plateada es inolvidable.

De este disco son tres las que más me gustan: “Save me” (que es una de mis favoritas de Queen), “Sail away sweet sister” y “Crazy little thing called love”. Aquí apareció también la tan pegajosa “Another one bites the dust”. Este disco tiene una particularidad para mí y es que este es el último de una era maravillosa de Queen. Es tal vez el último disco que tiene algo de la inicial esencia-rock de Queen.

“El cambio de década supuso también el acercamiento de Queen a la música funk y disco y a un alejamiento del rock propiamente dicho”. (1)
No digo que después de “The game” Queen no haya hecho nada bueno o que haya dejado de tocar rock; sino, lo que digo es que yo prefiero al Queen de los años ´70. Lo siento más entregado y brioso, más impresionante en sus composiciones.

El Queen de los años setenta tenía por supuesto toda la energía de la juventud y no había estado quizás tan expuesto a las nuevas corrientes musicales “más comerciales”.

De cualquier manera, Queen es una de los mejores grupos musicales que he escuchado en toda mi vida. Queen me ha hecho más feliz y me ha hecho soñar. Queen es un grupo que nunca será olvidado. ¡Dios salve a la reina!

Texto: Óscar Perdomo León

 

 
-(1) Wikipedia, la enciclopedia libre, http://es.wikipedia.org/wiki/Freddie_Mercury
-Todas las fotografías extraídas del disco de Queen para computadora, con la discografía completa del grupo.
-Traducción libre de las letras de Queen que aparecen aquí: Óscar Perdomo León.

CONCIERTO EN METROCENTRO

El domingo 21 de junio de 2009 se llevó a cabo un concierto de música popular variada, entre rock, reggue y otros, en el parqueo de la octava etapa de Metrocentro, en San Salvador. Llegué tarde, así que me perdí de algunos músicos, por ejemplo no oí a la nicaragüense Katia Cardenal, cuya voz resalta en Guardabarranco. Casi llegué al final de la presentación del hondureño Guillermo Anderson. Hubo también varios grupos salvadoreños, como Adhesivo, Bajo tierra, etc.; pero bueno, me gustaría dar algunos comentarios específicamente sobre tres de los que se presentaron, porque fueron los que más me emocionaron: El Ático, Pamela Robin y Guillermo Anderson. Por supuesto que el escuchar la música en vivo tiene unos beneficios insuperables y su contrapartida irremediable.Empezaré con Guillermo Anderson, con quien me une un lazo sentimental platónico, musicalmente hablando, porque el haber oído ya uno de sus discos ha sido suficiente para rendirle mi admiración. Su singularidad es tan cercana a nosotros y al mismo tiempo tan lejana.

Su música es una especie de fusión de varios ritmos caribeños, aunque se percibe también influencia de la Nueva Trova Cubana y lejanamente del pop estadounidense. Y en cuanto a sus letras tengo la impresión al oírlas de que son sinceras, auténticas, originales, muy coloridas. Escuchar “Costa y calor”, por ejemplo, es prácticamente como ser transportado a la orilla de una playa caribeña y a un trópico tan conocido para nosotros los centroamericanos:

Una niña que juega junto al mar,
canto de hombres que vienen de pescar,
sol que baña de luz el corazón
y que llega a la orilla hecha canción,
palmerita que baila yacunú,
sombra de mazapán, mango y bambú.

Piel de coco y ojitos de carey,
donde el mar es indiscutible rey,
tamborista, maraca, inspiración,
noche dulce, calor, tabaco y ron,
tierra mía de yuca y caracol,
Dios me puso a crecer bajo tu sol.

Costa y calor, magia del mar,
reino que invitas al pelícano a jugar.
Dame tu luz, baña mi ser,
dame las fuerzas que me incitan a querer…

Una sorpresa agradable fue encontrar que el batero que había sido invitado para acompañar a Guillermo Anderson era Carlos Romero Cárcamo, músico muy completo, excelente percusionista, compositor y arreglista; también toca cualquier instrumento que se le ponga enfrente, como piano, charango, marimba, guitarra o lo que sea.
Carlos Romero
***
Pamela Robin es una mujer con una voz privilegiada. Pero además la pasión que le imprime a las canciones es muy especial, de tal manera que uno siente la intención genuina de su interpretación. También tiene bastante presencia en escena.

Al subir al escenario dijo que cantaría sólo “dos rolas”; pero entre el público estaban los fanáticos de Adhesivo, que se encontraban ya impacientes, y en un arrebato de irrespeto y de intolerancia a la variedad, le gritaron groserías a la fémina artista, antes de que empezara a cantar. Con dignidad, cantó únicamente una canción (“Es tan difícil”) y bajó de la tarima. Pero la cantó muy bien, a pesar de las malas presiones. Muchos nos quedamos con las ganas de seguirla escuchando.

Sé que dormía porque estaba soñando
y tú estabas ahí, junto a mí.
Yo hacía de todo y me dejé llevar
por un miedo, uno tras otro…
Nunca fui tan feliz
junto a ti.
No sé cómo, no sé cuándo, no sé dónde,
pregunté cuándo vamos a llegar.
Porque es tan difícil, es tan difícil,
estar aquí en el aire sin ti.
Yo sólo quiero con mi vida
no esperar de más,
yo sólo quiero que esto
sea más fácil para mí…

En la grabación de estudio de “Es tan difícil”, en la parte que dice “No sé cómo, no sé cuándo, no sé dónde…” hay un claro ejemplo de la calidad, la dulzura y, al mismo tiempo, de la fuerza que tiene la voz de esta cantante nacional. Y la noche del concierto no fue diferente. Pamela invocó a las diosas del canto y ellas la sostuvieron e hicieron volar por los aires, como a un ángel. Aun cuando hubo un pequeño problema técnico de sonido, Pamela se robó el show.

La Robin es una de esas artistas que con la voz que tiene no tiene nada que envidiarle a ninguna cantante del mundo. Y aunque sé que le gusta cantar casi sólo sus temas originales, a mi en lo personal (que me encantan las distintas versiones) me gustaría alguna vez oírla cantar un par de baladas que solía interpretar Freddie Mercury, como “Love of my life”, “Dear friends” o “Lily of the valley”; estoy seguro que ella lo haría excelentemente.Pamela Robin: una voz exquisita.

***
En mi adolescencia empecé a escuchar algo de rock sinfónico y de rock progresivo; uno de los que más me gustaban (y me gusta todavía), por ejemplo, era el grupo británico YES. De verdad que oírlos es un placer extremo. La banda de la que hablaré a continuación me recordó ese tipo de rock. Un rock interesante y bien tocado.

Porque tuve el goce de escuchar a un trío de músicos tocando con verdadera calidad por la tarde (mucho antes de que cantara Pamela Robin), que al instante sentí que había valido la pena estar ahí en el concierto. Y me refiero a “El Ático”, un grupo de rock progresivo muy bien coordinado. Muy bien ensamblado. Afinados. Con una armonía bien elaborada y unos giros métricos bien enlazados. La base rítmica muy bien asentada.El batero no podía ser mejor. Muy entregado, con mucha intuición para dar el golpe adecuado a cada segmento de su instrumento, en cada parte de las composiciones.

Mantener la velocidad apropiada y dar el platazo en el momento justo requiere no sólo de entrenamiento continuo, teórico y práctico, sino de un sentido del ritmo que no todos tenemos. Este baterista de “El Ático” era realmente bueno.

El bajista estaba efectivamente compenetrado con las composiciones musicales y muy bien conectado con la percusión. Se le veía tocar muy suelto y seguro. Ciertamente disfrutaba de su instrumento.

El guitarrista parecía estar todo el tiempo inspirado. Se observaba tranquilo; positivo en su propósito. Muy hábil. Limpio en su toque. Los acordes siempre bien armados. Rápido al ejecutar escalas, con delicadeza al tocar solos lentos, pero con la fuerza necesaria para las típicas distorsiones del rock.

Las composiciones de este grupo fueron todas instrumentales.

El público recibió muy bien a la banda El Ático y se mantuvo la mayor parte del tiempo hipnotizado con su música.

El Ático, en pocas palabras, un trío con gran calidad.
Mi esposa Érika disfrutó de la música
Unos jóvenes de Sensuntepeque acudieron al concierto
La foto del recuerdo. Mi esposa y mis hijas con Guillermo Anderson.

Texto y fotografías:
Óscar Perdomo León

MERCURIO

Empieza a amanecer y los gallos con sus voces raspadas cantan con toda su energía; las gallinas, que sólo saben cacaraquear, me imagino que se asombran al oírlos y quedan extasiadas con ellos y sometidas a su autoridad. No sé si la comparación que voy a hacer es buena (ya que los gallos no son muy elegantes ni cantan tan bien que se diga; mas pensemos relativamente), lo cierto es que creo que de la misma manera también nosotros, los simples humanos que sólo medio podemos tararear una canción, nos maravillamos al escuchar a otro ser humano, mujer u hombre, cantando como sólo lo harían los dioses.Cuando yo era adolescente los hermanos Romero, Mario y Carlos, regresaban de San Salvador con un disco LP nuevo cada fin de semana a su ciudad natal, Atiquizaya, en donde yo vivía. Casi siempre era música académica como Beethoven o Brahms y nos sentábamos frente al tocadiscos horas y horas a escuchar música. Nos la pasábamos muy bien hablando de música y escuchándola. Yo aprendí mucho de ellos, de los discos y de los hermanos Romero. Pero un día los hermanos Romero traían un disco diferente, un concierto grabado en vivo, era “Queen live killers”, de 1979, en el que había una especie de recopilación de algunas de las mejores canciones del grupo musical británico Queen. Yo quedé verdaderamente fascinado. Un par de semanas después traían otro disco de Queen, el “Jazz”, de 1978. Luego mi mamá me compró, con muchas dificultades, “Sheer heart attack”, de 1974 y “News of the world”, de 1977. No parábamos de oírlos y oírlos. Poco a poco fuimos consiguiendo de una u otra manera todos sus discos. Y empezamos también a tocar e intercalar las canciones de Queen con las canciones originales que hacíamos nosotros; Mario Romero tocaba la guitarra eléctrica, su hermano Carlos la batería; mi hermano Mario la guitarra acústica y yo el bajo eléctrico; pero bueno, esa es otra historia de la que tal vez hable otro día.
Lo que hoy quiero decir es que para mí, el mejor cantante de rock que ha habido alguna vez ya murió, y sin embargo está más vivo en sus grabaciones y en mi corazón que ningún otro, su nombre es Freddie Mercury.
Desde el inicio en que uno lo escucha se da cuenta que su voz no sólo tiene potencia, sino también belleza. Su timbre de voz es inconfundible. Mercury puede con su voz pasar de una melodiosa suavidad, llena de ternura, a una afinada distorsión que le pone los pelos de punta a cualquiera.

Su destreza como compositor inspirado en indiscutible. Hay numerosas melodías de gran preciosidad, a las que acompaña con letras interesantes. También es impresionante la manera en cómo Mercury fusiona la música rock con la música académica. Y su más grande ejemplo, que no el único, es “Rhapsody bohemy”.

Aunque se sabe que su pareja sentimental lo acompañó hasta fin de sus días, dicen también que nunca fue correspondido con el verdadero amor que se merecía. Esto no podemos saberlo con certeza, pero a veces pienso que algo de verdad debe haber en ello. De cualquier manera todos hemos sufrido alguna vez la soledad o alguna traición de amor y Freddie no pudo haber sido la excepción. Quizás por eso su voz suena tan desgarrada emocionalmente, tan limpia y sincera, en canciones nostálgicas y tristes como “Save me”, “Love of my life” o “Somebody to love”, canciones que él mismo había compuesto y que al escuchar la letra y combinarla con la música, se da uno cuenta de la calidad y de la honestidad de Mercury al componer e interpretar.

Save me, save me, save me.
I can´t face this life alone.
Save me, save me, save me.
I´m naked and I ´m far from home.

Oír ese estribillo y caer después, a los 2:20 minutos de la canción, de pronto como en un abismo en el que se queda uno flotando durante 15 segundos en el fondo de una guitarra acústica, mágicamente tocada por Brian May y escuchar, seguidamente, la característica y majestuosa (“royal”) guitarra eléctrica de Brian y entonces volver a la voz de Mercury:

Each night I cry and still believe the lie
I love you ´till I die…
E inmediatamente oír esa guitarra eléctrica distorsionada que toca una melodía que es como un puñado de sal y un chorro de jugo de limón sobre la herida…Les aseguro que es eficacia pura, calidad en su más alto nivel; músicos tocando de verdad; pero también un delicioso masoquismo para el que ha sufrido una decepción de amor.

Quiero decir con énfasis, antes que nada, que respeto las inclinaciones sexuales de todas las personas. En Freddie Mercury sus inclinaciones sexuales eran obvias, especialmente al verlo cantar; pero también en algunas canciones al escucharlo. Es más, estoy convencido que en algunas ocasiones, en ciertas composiciones, esa circunstancia le favorecía, porque ¿quién cantaría mejor que él My melancholy blues, del álbum News Of The World, por ejemplo?

El verdadero nombre de Freddie Mercury era Farrokh Bommi Bulsaray había nacido el jueves 5 de septiembre de 1946 en la pequeña isla de Zanzíbar, una isla del Océano Índico que ahora es parte de Tanzania.Durante su niñez inició sus clases de piano. “… y se esforzaba en cada una de ellas con empeño… Tanto es así que consiguió la nota más alta tanto en la parte práctica como en la teoría”. (1)

Casi durante dos décadas dirigió a Queen, uno de los grupos de rock-pop más exitosos de la historia, con canciones que satisfacían a los oyentes más exigentes.Grabó 16 discos originales con Queen, dos discos en solitario (“Bad Guy” de 1985 y “The Freddie Mercury Álbum” de 1992); también grabó el álbum “Barcelona”, con la diva catalana de la ópera Montserrat Caballé, en 1987.

“En noviembre de 1995, el mundo pudo escuchar a Freddie con un nuevo disco, titulado “Made In Heaven”. Fue el último trabajo que grabó la estrella con la banda, aunque el álbum tuvieron que terminarlo en solitario, John, Brian y Roger, en memoria del alma inmortal de Freddie Mercury”. (2)

En sus últimos días su aspecto físico se había deteriorado mucho. Falleció en Londres el domingo 24 de Noviembre de 1991, de una bronconeumonía, como una severa complicación del SIDA que estaba padeciendo.

“Un funeral tranquilo y familiar se organizó tres días después de su muerte. Freddie fue cremado y no hay ninguna tumba para visitar.” (3)

“La muerte de Mercury conmocionó el panorama mundial de la música y los homenajes se sucedieron uno tras otro. El 20 de abril de 1992 se celebró uno de los más emotivos en el Wembley Arena de Londres. Estrellas del firmamento pop y rock, como Elton Johnn, Guns N´ Roses, Seal, Metallica, David Bowie, Robert Plant, Roger Daltrey, George Michael y Liza Minnelli, se reunieron para rendir tributo al cantante desaparecido.” (4)

Freddie Mercury en 1991. Esta fue la última vez que posó para una foto. *
Para los que crecimos con su música, el día de su muerte fue muy triste. Yo sentí algo parecido a lo que experimenté cuando fue asesinado John Lennon: una mezcla de incredulidad y de tristeza.“I don´t wanna die. I sometimes wish I ´d never been born at all”, escribió Mercury en su afamada “Rhapsody bohemy”, como si en un momento de iluminación de presagio hubiese visto su fatídica muerte.Si Mercury nunca hubiese nacido, el mundo se hubiera perdido de uno de los mayores placeres musicales que ha habido en la música popular.

A Freddie Mercury me gusta recordarlo así, como se veía a inicios y mediados de los años ´70.

Con todo el ímpetu de la juventud.

Con toda su creatividad enardecida.

“Freddie Mercury era un gran amante de los gatos y tenía un clan de 7 felinos en su residencia. No obstante, de entre todos ellos, sentía una especial predilección por una hembra a la que llamó Delilah y a la que dedicó una canción con el mismo nombre. Esta canción apareció en el disco Innuendo en 1991”. (5)
Estatua de Freddie Mercury en Montreux **
Cuando pienso en la música de Queen, siempre pienso en mis años de adolescencia. ¿Cómo olvidar a Carlos Romero Cárcamo, siendo un niño, tocando la batería y cantando “Don´t stop me now”? ¿Cómo no recordar a mis amigos Shamba Góchez, al Viex, a Mario Romero Cárcamo, a mis hermanos Mario y Wendy, que también eran amantes de la música de Queen? ¿Cómo ocultar mi satisfacción al pensar en las sesiones de escuchar y tocar música de las canciones que cantaba Freddie Mercury?“We are the champions” cantó Mercury con mucha emoción. Y tenía razón, porque como cantante, pianista y compositor, como un todo creativo e interpretativo, un verdadero genio de la música y carismático como pocos, Freddie Mercury es el campeón.
***
Texto:
Óscar Perdomo León

(1) Wikipedia, la enciclopedia libre, http://es.wikipedia.org/wiki/Freddie_Mercury
(2) y (3) Fernando Ibiza Roselló, de su página:
http://www.geocities.com/sunsetstrip/palladium/1574/freddie.html
(4) Biografías y vidas,
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/mercury.htm
(5) Wikipedia, la enciclopedia libre,
http://es.wikipedia.org/wiki/Freddie_Mercury

Todas las fotografías extraídas del disco para computadora de Queen, con la discografía completa del grupo, excepto las fotografías *, ** y ***, las cuales fueron extraídas de Wikipedia, la enciclopedia libre:
http://es.wikipedia.org/wiki/Freddie_Mercury

LO MEJOR DE MILES DAVIS Y GIL EVANS

Gil Evans y, fumando, Miles Davis *

Creo que para los amantes del Jazz el disco de recopilación The best of Miles Davis/Gil Evans fue un gran suceso. Para mí fue mi boleto de entrada al mundo de Miles Davis. Desde que lo oí la primera vez me enamoré de las interpretaciones tan originales de Miles Davis y comprendí que tenía que escuchar “toda” su música. Así llegué después al Kind of blue y otros discos. Miles Davis es un genio tocando el bugle y la trompeta.

UN POCO DE HISTORIA
En agosto de 1948 Miles Davis (1926-91) formó un ensamble de nueve músicos, el cual él mismo describió como un “laboratorio cool de experimentación”. En el experimento participó en los arreglos el canadiense Gil Evans (1912-88). La colaboración de estos dos músicos dio al Jazz uno de los aportes más grandes que ha recibido este género musical. Entre1949 y 1950, el ensamble de Davis y Evans tuvieron varias sesiones que desembocaron en varias grabaciones, las cuales terminaron siendo un álbum que se llamó “El nacimiento del Cool”. Había nacido un nuevo estilo de Jazz, el Cool Jazz.

Portada del disco “El nacimiento del Cool”

¿QUÉ ES EL COOL JAZZ?
“Las sesiones del ensamble de nueve músicos fueron «cool» en el sentido que ellos ponían mucho más énfasis en la pre-composición y mucho menos en la improvisación, una abordaje que demandaba control intelectual y restricción emocional. La tendencia propia de Davis a tocar sin la adición del vibrado expresivo, fue un factor crucial en el nuevo sonido y una forma tangible en la cual su estilo influenció a los trompetistas posteriores”. (1)

El Cool Jazz es “una música etérea, flotante que usa cornos franceses, arreglos complejos y solos delicadamente tejidos.”(2)

El BeBop, creado principalmente por Dizzy Gillespie, Kenny Clark, Thelonious Monk y Charlie (Bird) Parker era el estilo jazístico revolucionario que había nacido en los años ´40. El Cool Jazz surgió como una respuesta contraria al estilo BeBop.

Ron David, refiriéndose a Miles Davis, describe de la siguiente manera el nacimiento del Cool Jazz: “De acuerdo a los apócrifos del Jazz, Miles hizo un inventario de sus propias limitaciones como trompetista y decidió que tratar de tocar más rápido, más agudo y más caliente que todos los demás era una empresa condenada al fracaso. (¿Quién es capaz de tocar más rápido, más agudo y más caliente que Dizzy?) Con la primera audición no puedes más que asombrarte por lo rápido que tocan Diz y Bird. Después de escucharlos unas pocas veces, te das cuenta de que no sólo son ejecutantes rápidos, son pensadores imposiblemente rápidos, especialmente Bird. Miles, a diferencia de Bird y Diz, no es un pensador resplandecientemente rápido. Pero es un pensador profundo. Así que Miles toma el enfoque opuesto: toca más grave, lento y tranquilo que cualquier otro.” (3)

**
Más adelante, en 1957, Miles Davis y Gil Evans se vuelven a unir y dan a luz un álbum conocido como Miles ahead. “Nunca antes el lirismo de Davis había recibido una vitrina tan adecuada”. (4)

Luego grabaron Porgy and Bess y entre 1959 y 1960 grabaron Sketches of Spain, en donde sobresale el adagio del Concierto de Aranjuez.

The best of Miles Davis/Gil Evans ***

Entre mis composiciones favoritas que forman el álbum The best of Miles Davis/Gil Evans están My ship (Gershwin), My man´s gone now (Gershwin), Summertime (Gershwin), Corcovado (Antonio Carlos Jobim) y The time of the Barracudas (Davis-Evans).

En My man´s gone now me gusta el contraste del inicio, que es triste, lento y apacible, y el bugle de Miles tiene un acompañamiento muy elaborado; pero ya acercándose al final de la composición, todos los vientos metales, incluyendo a Miles, se van pausadamente a los agudos con una intensidad que me para los pelos del cuerpo. Y luego, todos paulatinamente vuelven a lo sosegado y a la profunda serenidad.

The best of Miles Davis/Gil Evans, un disco necesario.

Óscar Perdomo León

(1) Mervyn Cooke, “Jazz”, Thames and Hudson Ltd, London, 1998, p. 140

(2) Ron David, “Jazz para principiantes”, Errepar, Buenos Aires, Argentina, 1998, p. 58

(3) Ron David, “Jazz para principiantes”, Errepar, Buenos Aires, Argentina, 1998, p. 58

(4) Bill Kirchner, “Their 40-year friendship”, “The best of Miles Davis/Gil Evans”, 1997, p. 9

Fotografías: * tomada por Vern Smith y ** y *** tomadas por Don Hunstein.

EXPEDICIÓN. Un álbum de Silvio Rodríguez

“EXPEDICIÓN”, un disco de Silvio Rodríguez que vio la luz en 2002, es una de los trabajos artísticos más bellamente realizados por este músico cubano. La poesía está presente en todas las canciones, no sólo en sus letras sino en la música.Muchos están acostumbrados a oír a Silvio (quien nació el 29 de Noviembre de 1946 en San Antonio de los Baños) con el solo acompañamiento de su guitarra, que en sus principios tiene mucha influencia de los años ´60 y que al escucharlo pareciera que no necesita más, él solo lo llena todo; pero al escuchar el disco “EXPEDICIÓN” se enfrentarán con una orquesta acompañándolo. Los arreglos de la instrumentación son muy cubanos y mezclan lo tradicional con lo moderno; aunque pesa –para mi agrado- más lo primero. No estoy en contra de lo moderno; pero tengo en gran estima la vieja manera de hacer música. Algo de lo que se escucha está inspirado en los años ´40 ó ´50. Creo que lo grandioso de este disco es la fusión entre lo viejo y lo nuevo; este disco engrandece la música cubana. Se escuchan violines, corno francés, arpa, chelos, piano y otros instrumentos, todo en una soberbia conjunción.

La colección de canciones que forman “EXPEDICIÓN” son todas como honestas piedras preciosas; su belleza es inherente, innegable.La primera canción “Totí”, que se refiere a un pájaro negro cubano, es una firme invitación a escuchar todo el disco. Empieza con unas notas de piano que rápidamente son acompañadas por el bajo y una percusión que roza la perfección. La trompeta y los violines, el cuatro cubano y la flauta, toda la orquesta está en su lugar; cada pieza del conjunto está impecablemente pensada y colocada donde debe estar. La voz de Silvio encaja con maestría.

Si me preguntaran cómo se debe tocar un bolero, los referiría a escuchar la segunda canción del disco, que se llama “El baile”. Es una composición finamente arreglada.

“Expedición” tiene un toque que linda lo épico con lo filosófico y todo dentro de un clima lírico.

“Ese hombre” que es una advertencia para los hombres que tienen tanto poder, para que no olviden porque están donde están y que no se llenen de arrogancia.

Una canción que no podría dejar de mencionar es “Sortilegio”, que inicia con una melodía tan peculiar en un violín magníficamente tocado.

Algunas composiciones tienen tremendos solos instrumentales que apoyan y complementan muy bien el sentido de todo el disco.

Las otras canciones del disco son: “Fronteras”, “Amanecer”, “Hace no sé que tiempo ya”, “Anoche fue la orquesta”, “Mancha”, “Quédate”, “Tiempo de ser fantasma”.

“EXPEDICIÓN”, un disco adherido irreversiblemente a mi corazón.

“EXPEDICIÓN”, poesía en las palabras, poesía musical.
Óscar Perdomo León

TIEMPOS de Rubén Blades

Hay discos que tocan mi corazón de una manera imborrable. Uno de ellos es “TIEMPOS” de Rubén Blades, que vio la luz en 1999 y en el cual se hizo acompañar de los músicos costarricenses del grupo Editus. El disco, aunque rompe un poco con el particular e intenso estilo musical afro-cubano de Blades, está lleno de una calidad muy importante y una urgente sinceridad. No quiero ser malentendido, sí hay ritmos africanos pero muchas veces son interpretados sutilmente.

El disco ganó el Grammy al mejor disco pop latino de 1999.

Muchas de las composiciones de Rubén Blades son consubstanciales con su filosofía de la vida. Él es uno de los artistas que más admiro, no sólo por su calidad al componer y cantar; sino por su compromiso con la lucha contra las injusticias del mundo. Un claro ejemplo es su canción “El Padre Antonio y el Monaguillo Andrés” (del disco “Buscando América”) en donde hace una clara alusión al martirio de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. O en la canción “Plástico” (del el disco “Siembra”) en donde nos alienta a no perder nuestra identidad latinoamericana.

La colección de canciones del disco “TIEMPOS” tiene un tono melancólico, nostálgico. En la canción “Tú y mi ciudad” el amor, que fue primero fuente de ilusiones, se vuelve una frustración que se intenta superar con olvido. La voz de Rubén se muestra serena, pero se siente su dolor, su amor agonizante:

“…en mis palabras duras deja el sabor que tiene la ilusión cuando no madura… Hoy quiero desaprenderte y no sé cómo empezar… ¿Cómo olvidarte si eres mi calendario? ¿Dónde multiplicarme si no es en ti?… Amor de besos ausentes acábate de apagar. Llegué hasta aquí por quererte y ahora te quiero olvidar.”

Otras canciones hablan de temas sociales, como “Aguacero” que recuerda los días en que las ciudades eran más seguras. “Sicarios” que es una especie de monólogo de un asesino a sueldo, que da instrucciones a un aprendiz de verdugo. “Hipocresía” que toca el tema de la desintegración social y la corrupción de los gobiernos.

Otras canciones son instrumentales, bellas, muy sentidas, limpiamente ejecutadas.

He aquí una de las letras que componen la colección:

DÍA A DÍA.

Blades/L. Carson Tiempos – 1999
Día a día, me despierto creyendo oír tu voz.
Día a día, todavía, me duele nuestro adiós.
Quien no se ha equivocado no trató.
Quien nunca ha perdonado nunca amó.
Y quien jamás pecó, jamás vivió.
 
Día a día la nostalgia me impulsa a continuar.
Día a día la distancia me aconseja olvidar.
Tú y yo, con un pedazo de razón,
y compartiendo el mismo corazón,
que hemos partido en dos, día a día.
(¡Agua!)Aunque lo intente mil veces no puedo ahogar
lo que a tu alma pertenece,y así olvidar.
Día a día me levanto queriendo ser mejory me acuesto,
noche a noche,con me contradicción.
Viviendo entre la espada y la paredenfrento al horizonte del ayer,
y de él se asoma usted,¡día a día!
(Óyeme Mora… me sigue matando)
 
¡Día a día! ¡Día a día!
 
“TIEMPOS”, un disco de mucha actualidad, con la calidad de lo que busca hacerse eterno.
“TIEMPOS”, un disco que está dibujado con tinta indeleble en mi corazón.

Texto:

Óscar Perdomo León.

Fotografías tomadas de Google imágenes.

DOS VOCES EN EL JAZZ

En la historia del Jazz ha habido -y hay- cantantes muy buenas en este género musical; pero de entre las que yo he escuchado hay dos voces que llenan –y a veces sobrepasan- todas mis exigencias musicales: Sara Vaughan y Ella Fitzgerald.Ambas tienen un registro vocal admirable y un timbre de voz muy bello. Ambas son muy afinadas y con un excelente sentido del ritmo. Simplemente son geniales. Si no las han escuchado se han perdido de todo un acontecimiento.Hay dos composiciones donde ambas hacen un alarde de calidad y de administración de la voz.En ambas canciones las dos cantantes -por separado- muestran su destreza para manejar el “scat”, que no es más que la improvisación de un trozo musical pero sin letra, o, como lo decimos en español, es tararear una melodía inventada en el momento usando sílabas sin sentido en vez de palabras; es decir, que el cantante tiene que hacer un solo de voz como si lo estuviese haciendo con un instrumento, como el saxofón, por ejemplo. Esto es algo muy difícil de hacer; pero Ella y Sara lo realizan de una manera magistral y lo hacen parecer muy sencillo.

“Lullaby of Birdland” cantada por Sara es una delicia. Entra de golpe con los viento-metales tarareando y luego empieza con la letra, a la cual impregna con su característica vibración de la voz. Hay un breve y sencillo solo de piano que es seguido en forma contrastante por un momentáneo solo de batería y entonces Saradespliega toda su creatividad con su “scat”, intercalándose con diferentes instrumentos musicales, hasta caer nuevamente en la letra y la melodía preestablecida de la canción. Excelente interpretación.

En “Blue skies”, cantada por Ella, inicia con una breve probadita de “scat” que es seguida de la estructura preestablecida de la canción; pero sólo por unos compases, porque Ellapronto se sumerge en un destello increíble de “scat”, el cual continúa haciendo la mayor parte de la canción (que dura en total 3 minutos con 45 segundos), lo cual lo convierte en una experiencia musical inolvidable. A medida que su improvisación avanza se va incorporando cada vez con más intensidad la orquesta, que alcanza, la combinación de amabas –la voz y la orquesta- niveles casi alegremente orgásmicos.

(Recuerdo que Blue skies me fue revelada por mi amigo Carlos Bautista, en la cabina de radio YSUCA –donde yo dirigía hace algunos años el programa “30 minutos de Jazz”.)

Si me preguntan cual de ellas es la mejor, sería como si tratáramos de decidir entre Lennon y McCartney. Creo que el Jazz no sería lo mismo sin el talento que dejaron afortunadamente grabado Sara Vaughan y Ella Fitzgerald, estas dos féminas asombrosas. Un beso respetuoso para ambas.

Texto:

Óscar Perdomo León

Fotografías extraídas de Google.

TRES OBRAS MAESTRAS DE LA MÚSICA POPULAR

Hay tres obras maestras de la música popular que he admirado por muchos años. Me encantan porque su fuerza no se centra en el famoso estribillo de las canciones populares; sino más bien en la fuerza de sus letras, en sus arreglos musicales, en la interpretación de la voz principal y en la extensión de la composición (lo cual siempre complica un poco las cosas a los músicos). Y las tres son interpretadas por tres excelentes cantantes iberoamericanos. La de Pablo Milanés dura 8 minutos, la de Joan Manuel Serrat dura 7 minutos y 36 segundos, y la de Fito Páez dura más de 11 minutos.

1-HOMBRE PRESO QUE MIRA A SU HIJO

Siempre he admirado a los actores que en las películas se posesionan de un personaje tan fuertemente que le hacen creer a uno que ese actor no es un histrión sino un personaje real. Lo mismo pasa con algunos cantantes, que interpretan tan bien sus canciones que lo convencen a uno de que lo que están cantando lo han vivido realmente. Y esto ocurre magistralmente con el cubano Pablo Milanés en esta bellísima composición Hombre preso que mira a su hijo (que pertenece a su disco de 1982, “Yo me quedo”) y quien interpreta con mucho corazón a través de su voz una singular pieza de arte. Esta composición musical es el poema homónimo escrito por el uruguayo Mario Benedetti y musicado soberbiamente.

Admiro lo complicado de su melodía y el acompañamiento de la orquesta. Estoy seguro que no fue tarea fácil la realización de esta obra de arte. Dura ocho minutos e inicia con un piano, lento y sobrio, al que se van agregando violines y otros instrumentos de la orquesta. La voz de Pablo Milanés suena emocionada y muy convincente.

Sin embargo no sólo la música es algo que vale la pena escuchar, sino que también oír el tema del poema, el cual es muy conmovedor, ya que habla sobre un hombre que sufre prisión por cuestiones políticas y le cuenta a su hijo sus razones y sufrimientos. Aparece la tortura como un macabro fantasma. También la necia y heroica resistencia que la victima hace para no delatar a sus compañeros de lucha. La crítica a la manera de hacer educación en las escuelas me parece irrefutable. Es una historia muy compleja; pero expresada de una manera admirablemente sencilla.

He aquí un fragmento del poema en cuestión, así sin puntuaciones:

“Cuando era como vos
me enseñaron las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas

“realmente, botija, no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
que cárceles por suerte una palabra esdrújula

“olvidaban poner el acento en el hombre

“uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere

“llorá nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos

gritamos chillamos moqueamos berreamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse

llorá
pero no olvidés”.

***

2- Por las paredes (mil años hace…)

Esta composición de Joan Manuel Serrat apareció en su disco “1978” y desde el principio su tono es poético y épico.

El acompañamiento de la orquesta está muy bien pensado. La sonoridad de la mandolina y los violines correteando una melodía tan bonita, es una combinación muy original.La voz de Serrat parece ser la de un potente juglar que narra con mucha propiedad la historia de España.

En Por las paredes (mil años hace…) podemos entrever toda una historia de guerras y conquistas, de dictaduras y amores de la madre patria:

“Mil años hace que el sol pasa, reconociendo en cada casa el niño que acaba de nacer, que el monte dibuja perfiles suaves de pecho de mujer; que las flores nacen discretas y las bestias y la luz también mil años para nuestro bien. En cada valle una gente y cada cara esconde vientos diferentes. Mil años que el hombre y la guerra dieron lengua y nombre a la tierra y al pueblo que rindió a sus pies; la plata del olivo griego, la llama persa del ciprés. Y el musulmán lo perdió todo, la casa, el sueño y la heredad, en nombre de la cristiandad. Iberos y romanos, fenicios y godos, moros y cristianos. En paz descansen esplendores de amor, cortes y trovadores, dueños del camino del mar, no había pez que se atreviese a transitarlos sin llevar las cuatro barras en el lomo, descansa en paz ancestral grey vendida por tu propio rey. De mártires y traidores enlutaron tus campos los inquisidores…”.

***

3-LA CASA DESAPARECIDA

De esta profunda composición ya habíamos escrito algo hace un par de meses mi esposa Érika y yo, así que lo siguiente que preproduzco es lo que ya habíamos escrito juntos.

“La casa desaparecida” es una extensa canción de Fito Páez del álbum ABRE, que habla de diversos temas, pero principalmente sobre los sentimientos de frustración de los argentinos, a raíz de la derrota de la Argentina en el conflicto de las islas Malvinas.

El álbum ABRE, que vio la luz en 1999, consta de 12 canciones: Abre, Al lado del camino, Dos en la ciudad, Es sólo cuestión de actitud, La casa desaparecida, Tu sonrisa inolvidable, Desierto, Torre de cristal, Habana, Ahí voy, La despedida, y Buena estrella.

Fito Páez en la canción La casa desaparecida, que dura 11 minutos con 29 segundos, aprovecha la ocasión para retratar la tristeza, la frustración y algo de la personalidad del argentino. Su voz que inicia desgarrada con una denuncia de los horrores de la guerra, plasma los sentimientos de un soldado amputado de ambas piernas. Pero no se detiene ahí. Avanza a través de las encrucijadas de las emociones de un país que ha sido herido en su dignidad y amputado también de su esperanza. No faltan las alusiones a las drogas y el alcohol, al sexo y al fútbol (¿cómo olvidarse del Boca y de la copa del Campeonato Mundial de Fútbol?).

“Argentina, Argentina, ¿qué pasó en la Argentina? Es la casa desaparecida”.

Fito Páez, con rítmicas palabras que por momentos se atropellan, expresa con una lluvia de ideas mucho de la identidad argentina en un momento determinado de su historia. Lo hace con audacia, con ironía, con mucha creatividad; pero principalmente lo hace con una deliciosa –y acostumbrada en Fito- irreverencia.

Se necesita escuchar la canción entera para encontrar toda su grandeza. Pero he aquí un fragmento de la susodicha copla:

“Entre rosas y sarmientos, Don Segundo y Martín Fierro, la barbarie y los modales europeos, el país de los inventos, Maradona y los misterios del lenguaje metafísico y el gran resentimiento. Bienvenidos inmigrantes a este paraíso errante. Ya se sabe que el que no arriesga no gana. Y esa casa que dejaron escapando entre las balas era el caldo del cultivo a la nostalgia, en el reino del silencio cavernario de oropeles un concilio de miserias de rodillas en los cuarteles. Y hubo una fiesta de todos, embriagada, delirante. No te metas, algo habrá hecho ese maleante…Madres muy desesperadas cocinaban y planchaban y hoy sus hijos son caníbales fantasmas. Los cadáveres se guardan, no se esconden en el río, en palacios de memoria ensangrentada. Y tenemos pijas grandes, largas como mil facones. Y anacrónicas arengas… La bandera enloquecida, maten a los maricones, que los hombres van de putas para sentirse varones. Siempre el padre omnipresente de mirada contundente que escondía un seductor muy asexuado. Gracias papi por las flores, por las reivindicaciones, vos sabés los hijos nunca te fallamos y si mami aún viviera hoy sería jardinera en el cementerio-club de las pasiones. Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política, simplemente fui un muchacho hedonista. Y chiquitos y chiquitas inocentes con un arma, por el odio más brutal descuartizadas; el más fuerte penaliza, pega duro, te hace trizas. Nada personal, naturaleza humana… Y seguir comiendo mierda, cada día, cada noche y explicarle al mundo entero nuestra nada de la historia universal, la Argentina ensimismada, que contiene enciclopedia de uno mismo… Es que el mundo es muy cretino, pero puede ser muy divino… ”.

No son sólo las ideas abundantes, la melodía y el ritmo lo que cautiva de esta canción al amante de la música, sino el sincero sentimiento de Fito Páez que relumbra en toda su extensión y su extraordinaria interpretación; es el sentido de que lo que uno escucha proviene directamente del corazón, aún cuando haya palabras vulgares, tiernas o sarcásticas. Y, al final de la composición, el bandoneón -que no podía faltar- le pone un sabor rioplatense único.Vale la pena oír todo el álbum, pero en lo personal creo que las otras canciones de belleza notable son La despedida, Buena estrella y Habana; en esta última, el amor con que Fito le canta a esa capital latinoamericana es valioso y conmovedor; en cierta parte de esta canción hay un placentero clímax de viento-metales que hace que se ericen los vellos del cuerpo. Muy recomendable.

Texto:

Óscar Perdomo León

ZUNCA, grupo musical salvadoreño

 
Zunca era un grupo musical muy versátil nacido en la década de los ´80 en la ciudad de Atiquizaya, departamento de Ahuachapán; constituido por Mario Romero, Carlos Romero, Juan Carlos Flamenco, Otto Hugo Urrutia, José Pineda, Gustavo Pineda y Óscar Perdomo León, todos estudiantes universitarios de aquellos días (en la actualidad ya todos son profesionales, entre médicos, ingenieros y licenciados).
Su objetivo fue denunciar las injusticias que sufría el pueblo salvadoreño pero de una manera artística, a través de la música, usando instrumentos musicales -algunos de ellos propios de la región centroamericana y del caribe- como la guitarra, la marimba, el violín, el contrabajo, el cuatro, la chirimía, la caramba, la concertina, la quijada de burro, las congas, las tumbadoras, los timbales, las maracas, etc. Zunca tocó numerosas veces en la Universidad de El Salvador, así como en distintos lugares del territorio salvadoreño, Guatemala y Estados Unidos.

La mayoría de composiciones, con unas pocas excepciones, eran originales, en letra y música, de los miembros de Zunca.

Para comprender mejor las letras de las canciones de Zunca hay que remontarse al contexto histórico en que fueron hechas, el cual fue durante el difícil período de la guerra civil salvadoreña; una época con mucha restricción hacia la libertad de expresión. Comúnmente en esa época las personas no podían expresar libremente sus ideas políticas y si lo hacían se ponían en grave riesgo de ser asesinadas.

El nombre Zunca se origina del nombre de un cantón perteneciente a la jurisdicción de Atiquizaya. También, cuenta una leyenda popular, que Zunca se llamó un príncipe precolombino, de la estirpe de los pocomames, provenientes de los mayas de la zona occidental de lo que sería después El Salvador; el príncipe Zunca era un líder bondadoso con su pueblo; tuvo un amor frustrado con la princesa Agüijuyo.

Estas son algunas de las canciones que Zunca interpretaba:

1-El surco de don Simeón, cuya introducción es un fragmento de una grabación de la “Banda Típica de Ciudad Delgado”; luego inicia la guitarra, el violín, la marimba y el contrabajo de Zunca. La canción habla sobre el problema de la tenencia de la tierra.

2-Punto Guanacasteco es una canción instrumental con un ritmo alegre; es una tonadilla típica de Costa Rica.
3-María Blanquita es una cumbia que habla de amor y de la esperanza por una cambio en El Salvador “…mañana voy a darte un vestido color chiltota y la muerte de la opresión…”
4-Danza del requise. Pieza instrumental; es quizá la composición que más se acerca a la visión de rescatar los valores musicales tradicionales del El Salvador. En esta se usa el instrumento folclórico “la caramba” (“la caramba se toca con palito”, escribió Salarrué). El nombre de su composición alude también el requise de armas durante la guerra civil salvadoreña.
5- El indio Anastasio Aquino tiene música original de Zunca; pero su letra fue extraída de un poema anónimo; además en medio de la canción se recita un poema original de Roque Dalton que habla sobre Anastasio Aquino. La canción alude el levantamiento indígena de 1832 dirigido por Aquino, el cual se originó debido a que los indígenas fueron despojados de sus ejidos (terrenos que usaban los indígenas para cultivar de una manera comunitaria).
6-El samangueón es una tierna canción que habla sobre el terrible terremoto que golpeó a El Salvador en 1986.
7-La esperanza es una composición bellísima que habla sobre la ilusión de los hombres que se fueron a la lucha armada por ideales puros de justicia y democracia para El Salvador. Esta composición musical tiene, para mí, casi todas las características de un himno. Hay dos versiones aquí, la original grabada en 1986 y la versión de 2008.
8-El negro Nayo está inspirado en el cuento “El negro”, perteneciente al libro “Cuentos de barro”, de nuestro querido escritor Salarrué. Habla sobre como el aprendiz supera al maestro; Chabelo, quien era un gran pitero, le prestó su pito al negro Nayo y este de una forma autodidacta aprendió a tocar el pito de una manera maravillosa.
9-Cada vez es un romance entre un hombre y una mujer.
10-Toñito (el cipote de Santiago) habla sobre un niño pobre que “se rebusca” para sobrevivir y que no deja de pensar en la justicia que debería haber en El Salvador.
11-Quiero que sepas, corazón es un bolero que habla sobre el anhelo de tener el pan de cada día en la mesa y de dejar atrás la tristeza y el dolor. Nos invita a pelear por un mundo mejor.
12-Esa morena es una cumbia que habla sobre el amor en la pobreza.
13-El debercito es una cumbia que roza entre la comedia y la denuncia.
14-La libertad de mi pueblo es una composición que denuncia la falta de libertad de expresión y otras libertades básicas en los años ´80 en El Salvador y la ilusión de que eso tuviera un cambio.

Texto

 Óscar Perdomo León